Entrevista

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La actriz catalana estrena el próximo viernes 'Els encantats', la nueva película de la directora Elena Trapé

La actriz Laia Costa, que estrena 'Els encantats'.

La actriz Laia Costa, que estrena 'Els encantats'. / EPC

Desirée de Fez

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Laia Costa (Barcelona, 1985) lleva más de una década en cine y televisión, tiempo en el que ha rodado tanto en España como en otros países. Sin embargo, su nombre suena con especial fuerza estos últimos dos años. Sobre todo por una razón: tanto su interpretación como su personaje en 'Cinco lobitos' (2022), primer largo de Alauda Ruíz de Azúa, han calado hondo en los espectadores. Ganadora del Goya por su trabajo en aquella película, la actriz regresa con otros dos personajes femeninos llamados a dejar huella. Uno es la protagonista de 'Un amor', la adaptación del libro de Sara Mesa que acaba de rodar Isabel Coixet. El otro es Irene, el corazón de 'Els encantats', película que se estrena el próximo viernes (2 de junio). Dirigida por la cineasta catalana Elena Trapé '(Les distàncies'), la actriz se pone en la piel de una mujer joven, madre de una niña de 4 años, que hace frente a una separación.

¿Qué le sedujo de 'Els encantats'?

El proyecto me llegó en 2020, pospandemia y posparto. Fue una llamada de Elena. Conocía sus películas, y me gustó la charla que tuvimos porque me transmitió que con esta quería probarse a sí misma, hacer algo distinto. Tenía el reto de evolucionar como cineasta. Y, cuando un cineasta te propone algo diciendo que está saliendo de su zona de confort, es muy difícil no engancharse. Ser testigo de la evolución de un cineasta es un regalo, y siento que lo he vivido con Elena desde la primera llamada. También me gustó el tema, y el monólogo final.

Es una película, de algún modo, basada en el secreto, por lo que no es fácil determinar el tema.

Yo creo que es una película sobre una herida, una herida que la protagonista oculta. Y el objetivo de Elena no era ver más allá de esa herida, sino ir al fondo de ella.

La actriz Laia Costa, que estrena 'Els encantats'.

La actriz Laia Costa, que estrena 'Els encantats'. / EPC

La explosión psicológica de la protagonista llega al final, hasta entonces no sabemos con certeza qué le pasa.

Esa era una de las cosas que más me interesaban del proyecto, que el personaje se construyera desde el 'todo es normal', cuando en realidad nada lo es, nada está bien. Creo que lo que le sucede a Irene, mi personaje, es un mecanismo de defensa muy humano, la anestesia emocional. Cuando el pensamiento que ocupa nuestra cabeza y nuestro cuerpo es tan invasivo que lo apartamos y hacemos ver que no pasa nada. Somos capaces de hacer ver que no pasa nada ante lo que nos duele mucho.

Hasta que Irene estalla en el aplaudido monólogo final, en el que todo cobra sentido.

Sí, y que rodamos en 40 minutos porque Elena quería una luz determinada para esa escena. Es el tiempo que tarda el sol en caer, y ella quería luz de atardecer. Así que teníamos 40 minutos para hacer un plano secuencia y tenía que salir perfecto. Hicimos tres tomas, nada más. Pensé: me adaptaré a la cámara, a la luz y a lo que Elena tenga pensado narrativamente, e intentaré no perder frescura. 

Después de 'Victoria' (2015), debe estar familiarizada con el plano secuencia...

No creas, siempre había relacionado el plano secuencia con la espontaneidad máxima, con abordar al personaje desde la libertad. Y aquí me di cuenta de que con Elena no iba así. En 'Els encantats', aunque hay planos secuencia muy largos, estaba todo marcado. Era yo quien tenía que adaptarme a la cámara sin perder la frescura. Y ese reto me gustó mucho.

Suele implicarse en proyectos muy de personaje.

Sí, me atraen mucho los proyectos en los que hay un estudio psicológico a fondo de un personaje, más que los de trama. Cuando me llega una propuesta así, de forma automática la estudio.

Maternidad, conciliación, deseo. Ha protagonizado en poco tiempo tres películas que suman todos esos temas: 'Cinco lobitos', 'Els encantats' y 'Un amor'. ¿Cómo ha llevado a nivel personal meterse en esos temas desde la ficción?

Estos temas me encanta vivirlos a través de la profesión porque los habito desde la perspectiva de las directoras, Elena, Alauda [Ruiz de Azúa; 'Cinco lobitos'] o Isabel [Coixet; 'Un amor'], y eso automáticamente me hace sentir menos sola. Vivirlos desde el punto de vista de otras mujeres me libera, me acompaña y aprendo. También me da confianza y valor. Y me doy cuenta de que son temas que en colectivo son mucho más interesantes. Qué bien el diálogo entre nosotras. Por eso, cuando hago promoción, no hablo de esos temas desde mi experiencia porque los estoy habitando desde la perspectiva de otras mujeres. 

Aun así, no debe ser fácil escapar a eso.

Para nada. Durante la promoción de 'Cinco lobitos' me preguntaban mucho por mi maternidad. Y me costaba responder porque no quería hablar de eso. Me da pudor y es un tema tan grande y tan complejo que sentía que al concretar en mi experiencia lo limitaba. Yo sólo soy una mujer hablando de eso. Por eso siempre estoy un poco a la defensiva e insisto en dar mis opiniones en base al contexto de la película. De todos modos, eso no hizo que me librara de que un periodista me dijera que ya traía el trabajo hecho de casa porque acababa de ser madre.