Hornada cinematográfica

Nuevas voces para el terror más alucinante y experimental, por Desirée de Fez

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Una nueva generación de cineastas, muy conectados con internet, están sacudiendo el cine de terror con películas como 'Skinamarink', 'The Outwaters' y 'Háblame'

The Outwaters

The Outwaters

Desirée de Fez

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No es ninguna noticia que el cine de terror es uno de los géneros más abiertos a la innovación y la experimentación. Sin embargo, en cuestión de dos años, esa apertura ha cristalizado de manera especial. Coinciden Skinamarink (2022), The Outwaters (2022), We’re All Going to the World’s Fair (2021), Háblame (2022) y el proyecto The Backrooms. Todas estas películas de terror se distinguen por su experimentación (narrativa y estilística) y tienen cosas en común.

La primera: están dirigidas por una nueva generación de cineastas muy jóvenes y conectados con internet. Muchos vienen de YouTube y debutan en el cine tras una larga experiencia haciendo vídeos para canales que, en algunos casos, tienen millones de seguidores. Todos han incorporado a sus películas el lenguaje de internet. Y todos han visto cómo sus filmes se alimentaban y crecían gracias al ruido en foros (con Reddit a la cabeza) y redes sociales.

Lenguaje visual y sonoro

El segundo punto de unión es el más importante. Todos estos directores están experimentando en sus películas con el lenguaje visual y sonoro, en muchos casos coincidiendo en cosas como una actualización conceptual y estilística del found footage (metraje encontrado), una atracción por lo onírico y por los espacios liminales, por la extrañeza y lo aterrador de los lugares abandonados, y una incorporación orgánica de la textura de ciertas imágenes de internet (las más weird). Su forma de cruzar en sus películas terror y cine experimental es inesperada e irresistible.

El tercer punto no opera con todas las películas de este artículo pero sí con la mayoría. Muchos de los directores de estos filmes son queer y, de maneras distintas, también lo son sus filmes. En una entrevista para Rogerebert.com, Kyle Edward Ball, director de Skinamarink, punta de lanza de este nuevo cine de terror experimental, afirma: “Con la aparición de filmes como We’re All Going to the World’s Fair y The Outwaters parece que hay otros cineastas queer de terror que, como yo, están haciendo películas extrañas. Es como si estuviéramos en un nuevo movimiento de cine de género queer”. El último nexo de unión entre estos cineastas es una proyección de futuro: estos directores tomarán el mando del cine de terror los próximos años. Tras películas pequeñas, algunos están ya al frente de nuevos proyectos con padrinos como A24 y James Wan.

Skinamarink, punta de lanza

Skinamarink crowdfundingKyle Edward BallSkinamarinkrecrea en vídeos las pesadillas de sus suscriptoresSkinamarinkstreamingSkinamarink

Internet en el centro

Como Kyle Edward Ball, los directores de Háblame y de The Backrooms también vienen de YouTube. De hecho, sus canales son más exitosos que el suyo. Los directores de Háblame, los youtubers australianos Danny y Michael Philippou, tienen casi siete millones de suscriptores en su canal @Therackaracka, donde experimentan con el humor, los efectos visuales y el horror. Háblame, sobre un grupo de chavales que invocan a un espíritu, se estrenó en Sundance. La expectación es inmensa, y, sin ser tan experimental como Skinamarink, las críticas ponen el foco en la habilidad de sus autores para contar una historia típica del género con los códigos visuales del presente. La web de Sundance se refería así a ella: “Combina sin esfuerzo lo espeluznante de un cuento de fantasmas con la sensibilidad moderna de un thriller de terror para la generación Insta”.

El salto de Kane Parsons de YouTube al cine es aún más espectacular, entre otras cosas porque tiene 17 años. Su serie The Backrooms, alojada en su canal @kanepixels (más de dos millones de suscriptores), es un fenómeno. Se trata de cortos en los que abre la puerta a otra dimensión y experimenta de una forma tan alucinante como aterradora con los espacios liminales. Algo tan viral y potente no podía pasarle desapercibido a James Wan, que se ha unido a A24 para producir la versión cinematográfica de la serie con Parsons de director.

Viralidad y contagio

The Outwaters y We’re All Going to the World’s Fair también responden a esa necesidad de experimentar con el terror. Son dos películas muy pequeñas que, haciendo circuitos distintos, han generado expectación en redes. El éxito de la primera, un found footage con imágenes muy rotas, viene un poco por contagio de Skinamarink: la leyenda de la película pequeña que da mucho miedo. We’re All Going to the World’s Fair, estrenada en el festival de Sundance, es la película más compleja de este artículo. El experimento formal va acompañado de una mayor ambición temática y carga emocional. En el proceso de investigación para hacer su película, Jane Schoenbrum, cineasta de género no binario, encontró en YouTube testimonios en primera persona que le ayudaron a definir a la protagonista de We’re All Going to the World’s Fair, donde aborda un tema tan complejo como la disforia a partir de la experiencia de una adolescente que participa en un juego de rol online. Schoenbrum acaba de rodar para A24 I Saw the TV Glow, ya con un presupuesto generoso. El futuro es de ellos (aunque en España solo se va a estrenar en salas Háblame).

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