Entrevista a la presidenta del IEC

El catalán tendrá en 2032 un nuevo diccionario "sin ninguna variedad por encima de la otra"

El Institut d'Estudis Catalans, la Acadèmia Valenciana de la Llengua y la Universitat de les Illes Balears trabajan en un diccionario común que sustituya al 'DIEC2' y más inclusivo de la variedad territorial de la lengua común

Teresa Cabré

Teresa Cabré / GEORGINA ROIG

Ernest Alós

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El plenario del Institut d’Estudis Catalans aprobó oficialmente este miércoles el proyecto para iniciar la sustitución del actual diccionario de la lengua catalana, el ‘Diccionari de l’Institut d’Estudis Catalans’, o ‘DIEC2’, por una obra que ya no sea una evolución del diccionario de Pompeu Fabra sino una obra de nueva planta. El nuevo diccionario, únicamente en formato digital y que tendrá versiones personalizadas según la preferencia territorial de cada usuario, hará "un tratamiento equitativo de las cinco variedades territoriales de referencia, balear, central, noroccidental, septentrional y valenciano" y se elaborará de forma "colaborativa" entre la Secció Filològica del IEC, la Acadèmia Valenciana de la Llengua y la Universitat de les Illes balears con el propósito de "reforzar la unidad de la lengua". Hablamos de este proyecto con la presidenta del IEC y miembro del grupo de trabajo del nuevo diccionario de la lengua catalana, la lexicógrafa M. Teresa Cabré.

¿Por qué un nuevo diccionario y no seguir las actualizaciones del ‘DIEC2’ que ya han ido incorporando criterios como una mayor inclusión de las variedades de la lengua?

Hasta ahora el ‘DIEC1’ y el ‘DIEC2’ se basaban en las aportaciones del diccionario de Fabra y otros diccionarios y sus actualizaciones efectivamente anticipaban que trataríamos la variación de forma más intensa, pero nunca se había hecho de una manera sistemática. Un diccionario de nueva planta supone que hasta la nomenclatura incluirá criterios nuevos y se basarán en los materiales recogidos en el ‘Corpus de la Lengua Catalana’ [una exhaustiva base de datos sobre el catalán escrito] y algunas unidades del ‘Corpus del Estàndard Oral’. La segunda razón es que la noción de estándard para nosotros ha cambiado desde la aparición de la gramática de 2016, que es una gramática que es a la vez descriptiva y normativa. El mensaje implícito es hay una serie de usos, ordenados por zonas geográficas y situaciones de comunicación, y el criterio de ‘adecuación’ a estas circunstancias se pone en pie de igualdad o incluso se considera muy relevante. Y en tercer lugar porque han cambiado muchas las cosas y el otro diccionario se hizo de forma unidireccional desde el IEC.

¿Hasta qué punto comparte el IEC ahora su autoridad normativa?

Entonces era único organismo que determinaba sobre la normativa de la lengua catalana. Actualmente sigue siendo el único organismo que determina sobre el conjunto de la lengua en todas sus variedades pero otros organismos como la Acadèmia Valenciana de la Llengua tienen función normativa sobre su propia variedad. Si queremos que la lengua catalana sea unitaria debemos ir de acuerdo en lo que después pondremos en la calle como obra normativa.En 2020 ya firmamos un acuerdo por una normativa unitaria; respetando este pacto este nuevo diccionario ha de satisfacer a los hablantes de todos los territorios y ha de haber un consenso. Será un diccionario colaborativo, que desde el punto de vista técnico será interterritorial, con equipos de cualquiera de los territorios.

Si el diccionario ya no es solo del IEC, deberá cambiar de nombre. ¿Está decidido?

De momento hablamos de nuevo diccionario normativo. Es anticipar mucho las cosas. Lo que sí que sabemos es que si se ha de asumir interterritorialmente le tenemos que buscar un nombre que nos satisfaga a todos.

’Diccionari català-valencià-balear’ ya está…

...sí, ya está 'ocupado'. Y tampoco sería esa denominación, que lo que sí refleja es el punto de vista territorial en el que estamos trabajando. La AVL ha de pasar por su plenario la aprobación del proyecto y la Universitat de les Illes Balears ya ha dicho que se amparará bajo las siglas del IEC. Crearán sus equipos y habrá una coordinación general que también será colaborativa. Pero habrá tiempo para buscar nombre.

¿Para cuándo?

Hemos aprobado los fundamentos y el método de trabajo, y ahora el proyecto técnico, que aún no está consensuado. Este miércoles el presidente de la Secció Filològica [Nicolau Dols] puso como fecha que este diccionario se acabará en 2032.

¿Y su publicación?

Es la fecha en que se acabará. Pero recuerde que será en formato digital, no piense en papel. Será un diccionario dinámico y selectivo. Como ensanchamos la base del estándard esto supone tener que distinguir entre la competencia activa y pasiva: activamente utilizamos una serie de formas que son las más próximas y propias de nuestro territorio pero pasivamente debemos conocer la totalidad de formas del catalán global. Un producto hecho en un formato digital te permite que entres en el diccionario y definas un perfil. Soy valencianohablante, por lo tanto me interesa que me hagas una selección que cuando haya dos variantes me des la más propia de mi territorio. O que priorice una por encima de otra. O no, y yo ya haré mi elección.

Si hablamos de este estándard compuesto…

Ahora la normativa ya lo es. Es moderadamente composicional, Fabra ya lo era, pero aún había zonas del territorio lingüístico que no se sentían representadas. Ahora además de composicional es equitativo, no hay una variedad por encima de las otras.

La gran diferencia con el criterio para definir las formas estándard de Fabra sería que…

Él selecciona una forma y el resto se consideran complementarias, en ese momento la gran mayoría de los materiales utilizados venían del catalán central. Si queremos trabajar por una normativa unitaria y queremos que todos los hablantes se sientan representados en ella hemos de ensanchar las costuras. No pueden considerarse ya estándar las variedades que comparten dos de las variedades de la misma lengua sino que también han de serlo las que en una sola comunidad los hablantes se sientan muy representados. Aunque haya solo un dialecto que use esa palabra, pero es emblemática y representativa, o bien que sea la solución única en esa comunidad: eso también se considera estándard. Hemos pasado a una noción de estándard ampliado.

En aquel momento, en un contexto de lengua no normativizada, la prioridad sería crear un modelo seguro, y de referencia.

Era un modelo más monolítico, más de referencia, con menos variación.

¿En la situación actual de la lengua esa necesidad de un modelo al que agarrarse no ha dejado de ser necesaria ante una multitud de dudas, aunque sean por otras razones? ¿Un modelo menos rígido no puede crear inseguridad en el hablante?

La variación no debe confundirse con el caos. No se acepta lo que se dice, sino que hay una variación ordenada y orientada. A veces se ha dicho que la gramática no es suficientemente orientativa. Pero en la gramática básica y la enseñanza la orientación ha de ser mucho más explícita. En el diccionario ya hay una selección. Si una palabra no es de prestigio en una variedad de la lengua o no está documentada por escrito, o los hablantes cultos de la lengua la consideran un localismo, eso no estará en el diccionario.

Si aterrizamos al impacto que pueda tener sobre la comunidad hablante, ¿el efecto buscado es ampliar la identificación, pero el precio puede ser aumentar la inseguridad sobre el modelo?

Contábamos que con la formación escolar el grado de competencia lingüística seguramente tendría menos vacilaciones y había más seguridad lingüística en el modelo que se seguiría.Y la situación es la que es. Pero que favorecerá la representatividad que haya más hablantes que digan ‘este es mi diccionario’ es evidente. Lo que sería terrible para la lengua catalana es que hablantes de determinados territorios dijeran que no es el suyo. Eso a la larga pasaría por la escisión. Es bueno para la lengua catalana si queremos conservar su unidad es que haya un modelo de referencia que sea totalmente inclusivo, porque si no llevamos las de perder.

¿Los cuestionamientos explícitos a la unidad de la lengua han ido a la baja?

Porque ha habido una coyuntura política que ha ayudado a ello.

¿Utilizar también una denominación compuesta de la lengua en algunos casos ayudaría a visibilizar la unidad del catalán? Un ejemplo: en la web del Ministerio de Cultura se puede descargar esta semana un cartel del dia del libro en catalán, que solo dice ‘Dia del Llibre’ y otro distinto en valenciano que dice exactamente lo mismo. ¿Una fórmula única como 'catalán/valenciano' ayudaría a que en esas instancias estatales se visibilizase más la unidad de la lengua?

Para eso ha de haber las condiciones políticas adecuadas para que no cree rechazo. Se tendrá que hacer un pacto para todo lo que son actuaciones fuera del territorio, el aprendizaje por parte de los extranjeros, para usos supraterritoriales… Se tendrá que trabajar en ello. ‘Valenciano’ es el nombre de la lengua en València pero también el nombre de la variedad, y eso crea una ambigüedad.

El estado de la lengua

¿Cuál es su diagnóstico sobre la incorporación o no de las nuevas generaciones llegadas a Catalunya, o el grado de militancia en el uso del catalán por parte de sus hablantes?

Mi preocupación es muy alta sobre el grado de incorporación de nuevos hablantes y la seguridad por parte del hablante de automatizar el mantenimiento del uso de su propia lengua. Ya no estamos en esa época en que las familias no catalanohablantes se incorporaban al catalán porque era una lengua de prestigio y un signo de promoción social para sus hijos y aceptaron de buen grado el modelo de inmersión lingüística. No conseguimos incorporar nuevos hablantes. Son necesarias actuaciones de política lingüística, que no corresponden al IEC, pero que parece la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, las diputaciones, el mundo de la justicia están empezando a hacer a través de planes de refuerzo de la lengua catalana. Con estos dos aspectos como los fundamentales. Hay otros, como la pérdida de prestigio del catalán. Que desde el punto laboral no sea un plus que te permita encontrar un empleo. Que te dé puntos para la promoción social y laboral. En este punto hemos ido hacia atrás. En el terreno de la ciencia, hemos dejado que nos invada otra lengua. Debemos mantener el catalán en situaciones de prestigio, porque eso crea ejemplaridad.

En ámbitos juveniles el prestigio lo marcan otros usos. O además del prestigio cuentan elementos emocionales.

La política lingüística aún se definía en el análisis de necesidades que se hizo en los años 80. Pero un replanteamiento de la política lingüística solo se está haciendo ahora. Para que compres una cosa te efectivamente ha de resultar atractiva o has de obtener beneficios.

¿Tenemos un problema de identificación afectiva respecto al catalán?

Fue importante poner los datos negativos del modelo de inmersión lingüística sobre la mesa, porque ese era el secreto que sabíamos todos pero nadie decía. Solo poniendo sobre la mesa el problema lo puedes solucionar, y eso se ha hecho. Aunque ahora parece que se esté hablando menos de ello.

¿Identificar el catalán con la autoridad escolar, o con una opción política, no puede haber creado desafección?

Pensar que el ‘procés’ tiene la culpa de todo... no. Tenemos derecho a decidir cómo regulamos nuestro futuro y actuar sobre la base del respeto. Primero de todo, respecto, pero para que haya respeto a las lenguas de España el discurso sobre de respeto a la pluralidad lingüística y cultural en España ha de cambiar. Y hace falta una gran reagrupación civil y asociativa. Y no seguir repitiendo las mismas políticas.