La caja de resonancia

¿Es tan malo el nuevo disco de U2?

¿Y tan bueno el de Depeche Mode? La necesidad de acontecimientos históricos, para bien o para mal, y el reinado de los titulares estridentes en la jungla de las redes sociales nos abocan a un no parar de afirmaciones lapidarias donde el matiz es un objeto aguafiestas

U2

U2 / U2

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los mayores de la clase se acordarán: durante muchos años, cada álbum de David Bowie era saludado como “el mejor desde ‘Scary monsters’”, en alusión al disco de 1980 que representó el fin de su era dorada y ‘avantgarde’, antes de que ‘Let’s dance’ (1983) lo precipitara a la arena comercial. Una cantinela entre promocional y desesperada que se aplicó, por ejemplo, a ‘Black tie white noise’ (1993), pero también a ‘Outside’ (1995), y acto seguido a ‘Earthling’ (1997), y por supuesto a ‘Heathen’ (2002), y faltaría más, al crepuscular ‘Blackstar’ (2016).

Con lo cual, esa sentencia, que se anulaba a sí misma cada cierto tiempo, decía más de nuestra ansiedad por percibir una obra maestra de Bowie, y participar del estado de gracia del genio a tiempo real, que de una certificable bonanza creativa del artista. Aunque tales discos eran todos de notables para arriba, hay que decir.

El nuevo de Depeche Mode, ‘Memento mori’, ha despertado pulsiones parecidas. Se habla de su “mejor álbum desde ‘Ultra’” (1997), o “del siglo XXI”, o, forzando un poco más las costuras, “de este milenio”. Encendidos panegíricos corren por las redes: “discazo”. Y aunque es posible que, en efecto, este trabajo se alce por encima de la media de su era reciente, da un poco de apuro compararlo con un ‘Music for the masses’ (1987) o un ‘Violator’ (1990). Veremos cuántas de sus canciones aguantarán en el repertorio del grupo dentro de tres o cuatro años.

Estos días, otra banda de la misma generación, U2, se ha encontrado con una acogida igual de unánime, y de parecido furor léxico, solo que en un sentido inverso. Desde luego, ‘Songs of surrender’, con su minuciosa recreación de temas pretéritos, cae mal de entrada, ¿pero, es tan calamitoso como se llega a decir? En Metacritic, donde el álbum de Depeche Mode luce 85 puntos sobre 100, U2 se queda en 66, que no es ningún suspenso, sino un aprobado alto.  

Lo que más nos cuesta es convenir que un disco tiene aspectos atractivos, aun sin ser una obra maestra, o que resulta flojo comparado con los anteriores, pero que es escuchable al menos para quienes simpatizan con el registro histórico del artista. Las reglas de las redes sociales premian los titulares expeditivos: “genialidad” o “descalabro”, “el mejor desde…” o “el peor”. Y ‘Songs of surrender’, un disco de ‘remakes’ desmitificadores, seguramente pensado por el grupo sabiendo que es una obra menor, tiene tantas cosas en contra que ha sido inevitable verlo tocado y hundido, incluso antes del día de su edición. 

Suscríbete para seguir leyendo