Joan Yago: "No debería costar tanto a una compañía llegar a un teatro público o tener subvención"

Para el dramaturgo Joan Yago (Barcelona, 1987) volver al Lliure es volver a conectar con el resurgir de La Calòrica. Fue en el Lliure de Gràcia donde la aclamada compañía aprovechó para remontar en 2020 su primer espectáculo 'Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I'. Este miércoles regresa al mismo espacio pero en solitario, como autor de 'Tot el que passarà a partir d'ara', un monólogo que interpreta Nil Cardoner a las órdenes de Glòria Balañà i Altimira. Retrata a un adolescente que debe enfrentarse a la muerte de su padre.

"El tema de la muerte y el duelo desde la óptica adolescente no me tocaba directamente pero sí me atravesaba porque todos hemos sufrido pérdidas. Desde este punto de vista, tiene una parte personal", admite Yago. Espera con ella remover al espectador. "Quiero que se enfade, se emocione, se entristezca pero también que ría", dice este fan de Los Simpson que intenta ver al menos un capítulo de la serie de dibujos animados al día. Quiere que el espectador que salga trastocado y con ganas de celebrar la vida a tope. "Es el primer monólogo que escribo y que se representa igual", comenta. El anterior, 'Breve historia del ferrocarril español', estrenado en el Centro Dramático Naional esta temporada fue interpretado a dos voces por sendas actrices.

"Hacer cosas fuera de la compañía forma parte de nuestro ADN"

El funcionamiento en La Calòrica, compañía donde ejerce como autor de cabecera, permite compatibilizar su compromiso con el grupo con proyectos al margen. "Hacer cosas fuera de la compañía forma parte de nuestro ADN aunque a veces es complicado cuadrarlo todo", confiesa. Actualmente él está en el Lliure; Israel Solà, director de La Calòrica, acaba de estrenar 'Contracciones' en el Teatro Pavón de Madrid que vendrá al Borràs. Además dirigió a estudiantes de Eòlia en 'He llegit i accepto les condicions d'ús' que hace poco se vio en el Borràs. La actriz Júlia Truyol está a punto de estrenar 'El temps i els Conway' en el TNC. Y Xavi Francès, Marc Rius, Aitor Galisteo-Rocher y Esther López ofrecen siguen con la farsa 'Els Ocells', de lunes a miércoles en el Poliorama con gran éxito de público y los fines de semana van de gira por España con la obra en castellano.

Travesía del desierto

Cuesta creer que hace diez años estuvieran a punto de tirar la toalla. Pero la perseverancia, los premios Max a 'Fairfly' y el apoyo de teatros privados como La Villarroel y de los públicos después les permitieron desarrollar su potencial.

"No debería costar tanto a una compañía llegar a un teatro público o tener una línea de subvención"

Yago considera que "desde la Administración se puede hacer más para que otras compañías lleguen a dónde hemos llegado nosotros". Y añade: "No debería costar tanto a una compañía llegar a un teatro público o tener una línea de subvención".

Son de las pocas compañías que han pasado de las salas de proximidad a grandes teatros comerciales. "Hace 10 años estaba a punto de estrenar 'La nau dels bojos' con La Calòrica en lo que antes era La Seca". Y estas Navidades, 'De què parlem...', su primera y por ahora única obra estrenada el TNC llenó el Borràs. "Todas las lógicas que el mercado aplica a la hora de decidir qué se programa y cómo parten de premisas reales: la gente quiere actores famosos, textos clásicos, cosas conocidas... Pero existe un público no tan mayoritario que quiere ver caras desconocidas, compañías con las que ha crecido o que tiene curiosidad por ver a aquellos locos que hace años vio en una sala pequeña y ahora están en un teatro grande". Hay público para todo.

"Existe un público no tan mayoritario que quiere ver caras desconocidas, que tiene curiosidad"

Lo ocurrido en los últimos dos años ha generado una gran reflexión interna en esta compañía. "Tras llenar el Borràs y el Poliorama ¿ahora qué? ¿Hemos de seguir creciendo para subsistir? Hemos hecho mucha reflexión interna y pensamos lo más honesto y anticapitalista es no tener un plan. Esto no es una curva ascendente y hemos de seguir hacia arriba. Probablemente lo próximo que estrenemos será en salas drásticamente más pequeñas. Volveremos a las salas independientes, a los teatros públicos y quizás a las grandes salas privadas porque haremos diferente proyectos para diferentes teatros".

Considera que debería potenciarse más la curiosidad. El dramaturgo establece un paralelismo entre el teatro y el mundo de la música. "En un festival tienes a cuatro grandes cabeza de cartel pero el resto es una gran cantidad de bandas desconocidas. Tengo la sensación que en los festivales de teatro la proporción no es la misma porque se busca el prestigio. Siempre hay algún grupo que esté empezando pero pocos". Ampliar el panorama es imprescindible. Pone como ejemplo Els Malnascuts, laboratorio teatral abierto en la Beckett a personas de 16 a 30 años sean o no profesionales de las artes escénicas que ya va por la 14ª edición. "Esta gente que nadie conocía ha generado compañías y creadores nuevos. Y ha llenado la sala. Demuestra que no hay que hacerlo porque toca sino porque es bueno para los teatros porque construyes público".