La caja de resonancia

El Rock Fest se aleja este año de Can Zam

El festival metalero, plaza fuerte a escala europea, estudia nuevas ubicaciones para salvar la edición de este verano, dado que las obras de reforma del parque complican extremadamente su encaje. Como telón de fondo, el rechazo que genera la muestra a una plataforma de vecinos, acaso un punto sensible en este año electoral.

SANTA COLOMA DE GRAMENET. 02.07.2022 Ambiente y publico en Can Zam durante el festival Rock Fest Barcelona. FOTO FERRAN SENDRA

SANTA COLOMA DE GRAMENET. 02.07.2022 Ambiente y publico en Can Zam durante el festival Rock Fest Barcelona. FOTO FERRAN SENDRA / Ferran Sendra

Jordi Bianciotto

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El heavy no es violencia, como decía aquel lema de los 80, pero sigue viéndose a veces con apuros para disfrutar de una vida civil apacible. Ahí está el Barcelona Rock Fest, alta cita del ramo a escala europea, cuya edición 2023, en lugar de disfrutar de la suspirada normalidad pos-covid 19, debe afrontar nuevos y creativos escollos.

Tenemos la reforma del parque de Can Zam, complicando el 8º Rock Fest, a celebrar del 29 de junio al 1 de julio. Este recinto arbolado forma parte de la identidad del festival, pero muy difícilmente podrá estar operativo este verano y la muestra lleva tiempo estudiando, ahora contrarreloj, otros posibles escenarios (del conjunto del área metropolitana). Y, como telón de fondo, las protestas de la Plataforma en Defensa de la Serra Marina i Can Zam, contraria al baile de vatios de los hijos del metal.

La clientela ‘heavy’ se impacienta mientras el festival trabaja para hacer realidad su edición 2023, en un lugar u otro, y negocia con cabezas de cartel en un momento en que las otras citas de la competencia (Resurrection Fest, Leyendas del Rock, Rock Imperium) tienen ya sus programas cerrados. Pero el Rock Fest s experto en contratiempos y soluciones ‘in estremis’.

Es difícil dilucidar si la cierta aversión vecinal (de incierta cuantificación) puede haber estimulado la prudencia consistorial ante la inminencia del 28-M. Los argumentos contrarios al Rock Fest son, en cualquier caso, rebatibles. La Plataforma recela de la ‘clariana polivalent’ prevista en el nuevo parque, presagio de la actividad rockera. La tal ‘clariana’ me recuerda otras muchas sitas en parques urbanos, abiertas en verano a toda clase de conciertos: en Hyde Park, Londres, donde esté año actuarán, entre otros, los bastante estridentes Guns n’Roses, a una distancia de las viviendas (y hoteles) de Mayfair parecida a la observada en Can Zam respecto a las edificaciones más cercanas, entre cien y doscientos metros. En el Reino Unido saben que el rock representa no solo un hecho cultural, sino una parte significativa del PIB. Es cierto que en Hyde Park las actuaciones no terminan tan tarde como en Can Zam, pero el Rock Fest solo dura tres días.

Claro que tener un festival ‘heavy’ delante de tu casa puede resultar un fastidio, pero al otro lado de la balanza hay beneficios colectivos de diversos órdenes, incluida la proyección de Santa Coloma. Aunque, pase lo que pase, el Rock Fest sabe que, el día que anuncie sus planes, ahí estará su público metalero natural, sufrido y fiel por definición.

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