Estrenos de cine

Crítica de 'El extraño': los ojos del miedo

El filme funciona a modo de metáfora sobre cómo la violencia sexual contra las mujeres sigue siendo ignorada, minimizada y cuestionada

Escena de 'El extraño', de Chloe Okuno

Escena de 'El extraño', de Chloe Okuno

Nando Salvà

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Que estés paranoica no significa que no te persiguen, y este impecable ejercicio de creación e incremento sostenido de la tensión dramática se construye sobre esa afirmación. Su protagonista lleva solo unas horas en su nuevo país de residencia cuando siente por primera vez la presencia de un acosador y, desde entonces, la película se toma su tiempo contemplando cómo crecen los temores de la joven, y manteniéndonos a nosotros de su lado e incapaces de discernir si la amenaza es real o no. Y cuanto más fundado demuestra ser su miedo, más escepticismo recibe de la policía sus vecinos e incluso su pareja.

‘El extraño’, pues, funciona a modo de metáfora sobre cómo la violencia sexual contra las mujeres sigue siendo ignorada, minimizada y cuestionada, pero la directora Chloe Okuno no deja que el mensaje diluya el suspense. Cierto que la película ocasionalmente recurre a trampas algo obvias para confundirnos, pero las compensa gracias a su extraordinaria habilidad en el manejo del punto de vista y el paisaje urbano para hacer que lo mundano resulte inquietante, y a su capacidad para exhibir una identidad distintiva pese a evocar referentes como ‘La ventana indiscreta’, ‘La semilla del diablo’ y el ‘giallo’. Y, aunque en varios momentos resulta predecible, de eso se trata; en última instancia, habla sobre la importancia de ver las señales de alarma, y reaccionar ante ellas aunque el resto del mundo mire a otro lado.

TEMAS