8-M

El feminismo hoy, según las mujeres de la cultura: “Todavía hay mucho aliado de boquilla que se pone la camiseta morada del 8-M y cree que ha cumplido”

Multimedia: Guía para reivindicar el 8-M todo el año

Se avecina un nuevo Día Internacional de la Mujer y vuelven las preguntas de siempre: ¿hemos avanzado? Diez mujeres de la cultura se explican

Alauda Ruiz de Azúa, Judit Carrera, Eider Rodríguez y Laura Fernández.

Alauda Ruiz de Azúa, Judit Carrera, Eider Rodríguez y Laura Fernández. / EPC

E. Hevia / A. Abella / M. Cervera / L. Blanco

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La escritora Laura Fernández.

La escritora Laura Fernández. / Matías Campanya

Laura Fernández, escritora

“El ámbito de la sociedad que se tiene que poner más las pilas es el de la educación”, opina la autora de ‘La señora Potter no es exactamente Santa Claus’. “Hay que crear personas que crezcan sintiéndose capaces de todo. Y desde las escuelas creo que aún hay mucho trabajo por hacer, los estereotipos siguen siendo los mismos”, sostiene Fernández, madre de dos hijos y de una niña de 9 años que “ya se empieza a encontrar con los primeros problemas de adaptación por no ser como las demás”. “El sistema se está confabulando para protegerse lanzando mensajes interesados contrarios al feminismo. No me parece mal que las niñas hagan bailes en Tik Tok, sí me parece mal que eso sea lo que más se ve y que lo que acaba siendo viral es un tipo de niña muy concreto: un estereotipo que no deja de ser excluyente y que sigue manteniendo a las mujeres en una presunción de perfección que nunca va a existir”.

La escritora vasca Eider Rodríguez, en su reciente visita a Barcelona.

La escritora vasca Eider Rodríguez, en su reciente visita a Barcelona. / ELISENDA PONS

Eider Rodríguez, escritora

La gente tiende a pensar que tras las iniciales siempre hay hombresla reacción de los hombres que la rodean frente a este tema pocas veces es “satisfactoria”, a menudo “decepcionante” y “casi siempre, mejorable”.
La directora del CCCB Judit Carrera.

La directora del CCCB Judit Carrera. / EPC

Judit Carrera, directora del CCCB

Lleva desde 2018 al frente de unos de los pilares culturales de Barcelona y desde esa posición busca dar ejemplo de que el feminismo es algo cotidiano, con “la determinación diaria de todo el equipo para asegurar la presencia de mujeres en nuestras programaciones”. Carrera recuerda cómo el director del Hospital Clínic denunciaba recientemente que, de media, atienden a una mujer violada al día, y apunta a la necesidad de terminar con esta lacra. “La violencia contra las mujeres sigue siendo estructural, a pesar de los avances del feminismo, o quizás precisamente como reacción a ellos”, lamenta. Respecto a la reacción de los hombres a su alrededor ante el avance del feminismo, afirma lo siguiente: “Con más nivel de responsabilidad y poder, encuentro mayor resistencia a reconocer la autoridad y la legitimidad de la voz pública de las mujeres”.

La directora de cine Alauda Ruiz de Azúa.

La directora de cine Alauda Ruiz de Azúa. / EPC

Alauda Ruiz de Azúa, directora de ‘Cinco lobitos’

“Lo que me parece crucial es que seamos conscientes de que esta es una revolución de todas las personas, no solo de las mujeres”, opina Alauda Ruiz de Azúa sobre la implicación de los hombres en el feminismo. ¿Cómo lo vive a nivel cotidiano? “Intento colaborar en la medida que puedo con CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas. Como gesto reciente, a nivel particular… me quedo con que en las últimas entrevistas a raíz de ‘Cinco lobitos’, después de todo lo vivido este año, comencé a expresar mis sentimientos encontrados acerca del término “mirada femenina”. Nuestra mirada es diversa también. Hablar de “mirada femenina” nos encorseta a las directoras más que ayudarnos a conseguir una igualdad real. También creo que estamos viviendo un proceso vivo y que es legítimo ir adaptando las sensaciones y las ideas según vamos ganando batallas a la desigualdad”.

La escritora Edurne Portela, fotografiada poco después de la entrevista en una cafetería del centro de Madrid

La escritora Edurne Portela, fotografiada poco después de la entrevista en una cafetería del centro de Madrid / ALBA VIGARAY

Edurne Portela, escritora

Para la escritora vasca Edurne Portela, que acaba de publicar su última novela ‘Maddi y las fronteras’, ser feminista exige una continuidad y no se debe interrumpir el comportamiento cotidiano con “un gesto excepcional”, pero puestos a pensar en ello, sugiere que “una decisión más visible podría ser dejar de teñirse el pelo y animar a otras mujeres a que rompan con esa esclavitud”. Ampliando más el foco, la autora considera los ámbitos de la justicia y la política como los más necesitados “de una buena inyección de feminismo” y precisa: “en ambos hay mujeres intentando renovar y cambiar prácticas y perspectivas, pero queda mucho por hacer”. Portela considera que el hombre que tiene más cerca, el también escritor José Ovejero, no reacciona ante el feminismo porque es feminista. Pero es consciente de que “todavía hay mucho aliado de boquilla, que se pone la camiseta morada del 8-M y con eso ha cumplido”.

La activista Laura Bates. 

La activista Laura Bates.  / EPC

Laura Bates, fundadora del proyecto Sexismo cotidiano

Hace una década, Laura Bates fundó Everyday Sexism, un lugar en el que las mujeres pudieran denunciar sus experiencias de sexismo cotidiano. Ahora publica ‘Los hombres que odian a las mujeres’, sobre incels y trolls. Para Bates, el machismo sigue atravesando toda la sociedad. “En Inglaterra, si denuncias una violación sólo tienes un 1,4% de posibilidades de que el sospechoso sea llevado ante los tribunales. El 10% de los representantes políticos y más de 2.000 policías están investigados por conducta sexual inapropiada. Y uno de nuestros periódicos más importantes publicó hace poco un artículo que sugería que una de nuestras políticas más destacadas abrió las piernas para distraer al primer ministro. En todos los ámbitos hay una misoginia estructural”. Bates destaca como hombres clave para el feminismo a Barack Obama, Andy Murray o Héctor Bellerín, uno de sus muchos entregados lectores.

La escritora Gemma Ruiz Palà.

La escritora Gemma Ruiz Palà. / Joan Cortadellas

Gemma Ruiz Palà, redactora jefe de informativos de TV3 y escritora

“Los que más tienen que ponerse las pilas son los medios de comunicación, porque la responsabilidad social que tenemos es ineludible, y si no nos conjuramos por dejar de difundir estereotipos, ni por dejar de prestigiar unos temas considerados centrales -siempre androcéntricos- y dejar de desconsiderar los considerados nicho -los que afectan a las mujeres-, ni apostamos por explicar todas las noticias con perspectiva de género, el cambio irá mucho más lento”, sostiene Ruiz Palà, que opina que los hombres, incluso los autodenominados progresistas, se oponen al cambio real. “Se resisten a perder privilegios y sobre todo la impunidad. Ante los últimos y mediáticos casos de agresión sexual se ha visto claramente: muchos hombres que conocemos han reaccionado dudando, prejuzgando y criminalizando a las denunciantes en lugar de abrir un proceso interno de revisión en ellos y su entorno cercano”. 

Rocío Molina. 

Rocío Molina.  / EPC

Rocío Molina, bailaora

A la atrevida Rocío Molina, que el próximo fin de semana presentará en el TNC su impresionante 'Trilogía de la guitarra', la maternidad le ha dado un motivo más para fijarse en el feminismo a pequeña escala. "Hace poco enseñé a mi hija que cuando pide algo no ha de pedir perdón porque no ha hecho nada malo. Es una actitud de sumisión innecesaria", resalta. Considera que queda mucho por hacer "en la educación la de las propias mujeres, en sus familias y en sus casas, en el colegio pero también en la política y la justicia". La cultura es para ella un ámbito sagrado "salvaguardado de todo tipo de discriminación, sea económica, política, racial o social". Y constata que, pese a una mayor toma de conciencia, "el micromachismo aparece cuando menos te lo esperas". Algunos hombres se analizan pero muchos pasan "porque es incómodo que te arrebaten la manera como has vivido siempre".

anna rosa cisquella

anna rosa cisquella / TVE

Anna Rosa Cisquella, productora teatral


"Más que con actitudes puntuales, el feminismo se demuestra defendiendo lo que eres, defendiendo tu lugar y lo que haces con dignidad. El empoderamiento cuesta", reflexiona Anna Rosa Cisquella, la única socia de la compañía Dagoll Dagom en activo como productora que este lunes estrena 'L' alegria que passa' en el Poliorama. La clave, dice, es concienciar a las propias mujeres. "En el teatro muy pocas se lanzan a liderar una empresa. Debería haber más productoras", apunta. Pesan los siglos de patriarcado y aunque parece que las cosas empiezan a cambiar, cuesta. "Queda mucho por mejorar porque es muy difícil arrancar el machismo. Muchos hombres presumen de feministas pero la actitud les delata". Ahí están los "peajes sociales" que siguen asumiendo las mujeres como cuidar a la familia, al padre o la madre. "Espero que las nuevas generaciones lo tengan todo mejor repartido", concluye.

La ilustradora Ana Galvañ.

La ilustradora Ana Galvañ. / EPC

Ana Galvañ, ilustradora y dibujante de cómic

Ana Galvañ, autora de ‘Tarde en McBurger’s’, cree que solo el hecho de cuestionar ciertos comportamientos y situaciones ayuda mucho, porque en ocasiones normalizamos cosas que no deberíamos. "Otras veces son hechos muy claros, como que en el colegio de mis sobrinas disfracen a los niños de astronauta y a las niñas de estrella. O más grave, amigas a las que han echado droga en la bebida o han sido acosadas en espacios de ocio con total impunidad. Son comportamientos inaceptables contra los que hay luchar". Para Galvañ, una de las autoras de la muestra del CCCB ‘Constelación gráfica’, “todos los ámbitos de la sociedad tienen muchas carencias en igualdad. La educación de nuestros menores, tanto en la escuela como en el hogar, es clave”. “Los hombres deberían querer la igualdad por solidaridad y por valores -opina-. Para ellos también es beneficioso el poder liberarse de constructos sociales que les oprimen y los condenan a ser y a actuar de determinadas maneras. Muchos hombres de mi entorno pertenecen a la comunidad LGTBI+ y algunos están comprometidos con la causa feminista y creen que tiene sentido luchar contra cualquier tipo de discriminación social y unir fuerzas entre todes”.

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