La muerte, la soledad y la fragilidad de la vida, en las viñetas de Catalina Bu

"De la fragilidad de la vida, de la vida y la muerte, de aprovechar los momentitos, de la simpleza que significa estar vivo. También de no querer ser insignificantes, aunque lo seamos, y de querer trascender y no lograrlo". De ello habla ‘Nadie como tú’ (Fulgencio Pimentel), resume su autora, la ilustradora chilena Catalina Bu (Concepción, 1989), que una década después de ‘Diario de un solo’ vuelve al cómic de la mano de la editorial Fulgencio Pimentel, que la presentará este fin de semana en el festival GRAF de Barcelona. 

Página de 'Nadie como tú', de Catalina Bu.

‘Nadie como tú’ está dibujado a lápiz, desprovisto de artificios, incluso parece inacabado, improvisado. "A medida que avanzaba, fui dibujando más sencillo. Cuanto más lo simplificaba todo, más funcionaba". Al inicio, la joven protagonista era un personaje alejado de sí misma, iba a titularse ‘¿Quién es ella?’. "Pero me di cuenta de que sin planearlo era yo, fui armando mi identidad intuitivamente, con cosas de la vida, de mi día a día, con recuerdos".  

Como el de quien fue su vecina durante diez años, una anciana enferma que se prepara para morir y que intentó terminar varias veces con su vida. "No tenía hijos y con otra vecina la ayudábamos, la escuchábamos, le llevábamos cosas que le gustaban y le hacíamos compañía. Y estuvimos junto a ella en sus últimos días. Murió junto a nosotras. Fue ver la soledad cara a cara. Ella quería morir y de alguna forma me había pedido que la ayudara a ello, pero yo no podía hacerlo", se sincera.  

Página de 'Nadie como tú', de Catalina Bu.

Bu ha restado dramatismo a esas escenas. "Uno puede sentir lástima, pero mi vecina era una adulta súper independiente y súper capaz. Era su decisión. Estaba enferma y aburridísima de la vida", explica sobre aquella mujer, artista y profesora. "Era muy creativa. Y cuando se fue piensas que todo aquello que hacía para no ser insignificante quedaba en el aire. Me enseñó muchas cosas, como a no alejarme de las personas, algo que ella sí hizo. Quería trascender. Por eso el libro habla de la necesidad de relacionarse con el mundo para lograrlo". 

Página de 'Nadie como tú', de Catalina Bu.

"En Chile hay muchos ancianos que mueren solos, como pasó en la pandemia. Acá en España, en cambio, me encanta: la tercera edad no se esconde, los ves en bares, en las calles, en fiestas. Allí no hay espacios para ellos, es muy triste -lamenta Bu-. Es responsabilidad de la sociedad, la gente no se resta por opción propia".  

En el cómic aparecen algunas de las profundas conversaciones que la autora mantuvo durante seis años con su psicólogo, al que dibuja como el aspecto de la escritora Fran Lebowitz. "Durante la pandemia, como muchos, sufrí momentos de mucha ansiedad y de medio depresión. Y la incertidumbre fue decisiva para hacer este libro, porque exploré partes de mi mente que no entendía. El dibujo me ayudó". En la terapia, como en el cómic, retrata su "identidad" y sus "contradicciones", como el hecho de "sentir asco ante las situaciones de cariño y amor y a la vez necesitarlas".  

Página de 'Nadie como tú', de Catalina Bu.

La soledad, la fragilidad de la vida y la muerte

Otros detalles, como el soñar de niña con ser arrollada por un autobús, los explica por el entorno familiar, ligado a la salud pública. Su madre es enfermera e investigadora, su padre odontólogo. "Tenía curiosidad por ver las cosas durísimas que ellos veían a diario. Fantaseaba con ello. Eso formó mi identidad", asegura Bu.  

Conocer en el festival de cómic de Angulema (Francia) de 2018 a César Sánchez, editor de Fulgencio Pimentel, la impulsó a quitarse el gusanillo de volver a hacer cómic. Pero no pudo ponerse a ello hasta la pandemia, cuando se lo permitió el parón del trabajo y una beca de creación del Ministerio de cultura de Chile. "Sin esas ayudas no podría vivir del cómic".