'Noir'

Camilla Läckberg se adentra en el mundo de las sociedades secretas con ‘La secta’

La reina de la novela negra sueca regresa con su segundo libro escrito a cuatro manos junto al mentalista Henrik Fexeus

La escritora Camilla Läckberg, en una imagen de archivo.

La escritora Camilla Läckberg, en una imagen de archivo. / Jose Luis Roca

Leticia Blanco

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Hace un año, la reina de la novela negra Camilla Läckberg sorprendía a sus lectores con un libro escrito a cuatro manos con el desconocido Henrik Fexeus, ilusionista de profesión y amigo íntimo de la autora sueca. ‘El mentalista’ aunaba el talento de Läckberg para la investigación criminal con los conocimientos de Fexeus sobre el funcionamiento de la psique humana, y lo cierto es que el resultado convenció: las andanzas de la agente Mina Dabir, sus compañeros del departamento de homicidios de Estocolmo y el mentalista Vincent Walder han vendido en 12 meses la friolera de un millón de ejemplares -una cifra nada desdeñable para el inicio de saga con personajes nuevos- y ahora llega la segunda parte, ‘La secta’ (Planeta/Columna). 

El tenebroso mundo de las sociedades secretas, los cultos y sus sofisticados mecanismos de captación son parte esencial de ‘La secta’, que tiene un escenario escalofriantemente cercano (una empresa que ofrece cursos para sobrellevar el duelo, gestionar el estrés y otros tipos de autoayuda dirigida a ejecutivos) y empieza con una escena terrorífica por lo cotidiana que es: un padre acude a buscar a su hijo a la guardería y el niño no está, ha desaparecido.

“Empecé a escribir hace 20 años, cuando fui madre por primera vez, y en todos mis libros aparecen niños. Que le pase algo malo a tus hijos es la peor pesadilla de cualquier padre”, reconoce Läckberg, madre de cuatro, “así que coincido en que la novela es una tortura para los padres; Fexeus y yo hemos sacado nuestro lado sádico”, bromea.  

Además de una obsesión desmesurada por los detalles forenses (Läckberg, que estuvo siete años casada con un policía, presume de saber con exactitud cuánto tiempo tarda una mosca en penetrar un cadáver), ambos autores han volcado en la novela un vibrante entusiasmo hacia el mundo de las sectas.

“Creo que he visto todos los documentales que existen sobre el tema, es un mundo que me fascina”, afirma la escritora. Para Fexeus, cuyo trabajo consiste precisamente en jugar con la mente de las personas, las sectas suponen la perfección “nivel diamante” de esos mecanismos psicológicos. ¿Podrían acabar alguno de los dos metidos en una? “Supongo que la respuesta automática es decir que no, y que eso te convierte en vulnerable”, reflexiona Fexeus. “¡Yo sería la jefa, haría que me adoraran!”, bromea Läckberg, “¿quizá deberíamos fundar una los dos?”. 

Ni Läckberg ni Fexeus afirman tener una “agenda política”, pero la xenofobia de la sociedad sueca es uno de los temas que atraviesan ‘La secta’. Läckberg confiesa estar muy preocupada por el auge de la extrema derecha en su país y en toda Europa. “Hoy se dicen cosas que eran impensables hace diez años, es un horror. Y al mismo tiempo es algo muy humano, el buscar un culpable, cuando las cosas van mal, para echarle la culpa. Da miedo. Los extremismos nunca me han gustado porque siempre excluyen a alguien”. 

La autora de ‘La princesa de hielo’ lleva vendidos 30 millones de ejemplares de sus libros en 60 países, pero el éxito no ha ralentizado su capacidad de producción, sino todo lo contrario. En seis días tiene que entregar el manuscrito del tercer volumen de la saga, del que adelanta que estará ambientado en el metro de Estocolmo, donde aparecerán huesos de víctimas anónimas.

En Suecia, por cierto, ‘La secta’ llegó hace una semanas a las librerías y ya va por los 100.000 ejemplares vendidos. “Nunca ganaré el Nobel”, confiesa Läckberg, “pero me alegro que así sea. Creo que es un galardón que premia al tipo de libros que cambian el mundo y el modo en cómo se escriben las novelas, y mis libros no hacen eso. Yo entretengo al lector. Y estoy muy feliz de poder hacerlo”.