Novedad literaria

James Bond desaparece en Barcelona en la primera novela de la saga escrita por una mujer

Kim Sherwood actualiza sus aventuras con una nueva generación de agentes secretos multiculturales y el cambio climático como nueva amenaza mundial

El Bond literario: de Ian Fleming a Kinsley Amis

James Bond

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Natalia Araguás

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Cuenta Kim Sherwood (Londres, 1989), primera mujer continuadora de la saga de novelas de James Bond, que su primer paso antes de sentarse a escribir fue entrar en la web del MI6, el Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido, y ver qué estaban fichando. No eran británicos níveos, con pinta de trasegar Dry Martinis y acabar siempre en el hotel donde un siglo antes durmió Agatha Christie, porque eso limitaría sus misiones. El MI6 buscaba a personas de diferentes procedencias, con capacidad de mimetizarse en entornos variados de todo el mundo. A partir de ahí, Sherwood comenzó a perfilar su elenco de agentes secretos de nuevo cuño: Johanna Harwood, 003, una médica hija de una francoargelina; Sid Bashir, 009, de procedencia musulmana y gran jugador de ajedrez; y Joseph Dryden, 004, negro y homosexual.

El James Bond de Sherwood en 'Doble o nada', que llega a las librerías españolas el 23 de febrero de la mano de Roca Editorial, es el de siempre pero, muerto o en paradero desconocido, forma parte de la intriga saber si en algún momento aparecerá. Sus colegas le añoran y esperan encontrarle, se desenvuelven con menos ardor patriótico en sus misiones pero idéntica eficacia y licencia para matar.

De paso, se enfrentan a una amenaza para el mundo muy actual: el multimillonario tecnológico sir Bertram Paradise asegura que puede revertir la crisis climática y salvar el planeta, pero existen serias dudas de si esa es su intención en verdad o quiere controlar el clima para su lucro personal, su conexión con la nefasta compañía privada militar Rattenfänger le sobrevuela.

Con estos mimbres Sherwood, con 33 años y una sola novela publicada con anterioridad –'Testament', sobre el Holocausto, inspirada en sus abuelos– hace realidad su sueño de escribir novelas de James Bond. También se sitúa en la misma liga de ilustres escritores que sucedieron a Ian Fleming con las aventuras de Bond, como Kingsley Amis, William Boyd, Sebastian Faulks o Anthony Horowitz.

Haciendo desaparecer a James Bond en el primer tomo de lo que será una trilogía, Kim Sherwood cumple con su encargo de adaptar al mundo moderno las novelas de James Bond y crear una nueva tipología de agente secreto británico sin traicionar el espíritu de Ian Fleming. Se ahorra críticas como las que le llovieron a la última película de la saga, 'Sin tiempo para morir', donde Daniel Craig daba vida a James Bond y el nuevo agente 007 llamado a sucederle era una mujer negra. "Anoche vi 'Sin tiempo para morir' y lo lamento -tuiteó por ejemplo Arturo Pérez-Reverte -. Un James Bond tan equilibrado y políticamente correcto, tan familiar, tan enamorado y tan moñas que constituye un insulto a la inteligencia de los espectadores y a la memoria del personaje”.

Fan del personaje

Kim Sherwood ha esquivado este tipo de comentarios declarándose una fan entregada de James Bond desde el primer momento. Londinense del barrio de Camdem, compró su primera novela de la saga, Desde Rusia con amor, en una librería de segunda mano siendo solo una adolescente. Con diez años había tenido un flechazo con el personaje viendo las películas de Pierce Brosnan, le dijo a su madre que quería ser escritora de novelas de espías y ella le recomendó que antes se pusiera a leerlas, ha confesado la autora. Para mayor conexión con el mundo Bond su abuelo, el actor George Baker, tuvo papeles en ‘Solo se vive dos veces’, ‘007 al servicio secreto de su majestad’ y ‘La espía que me amó’.

Podía haber interpretado al mismísimo James Bond, explicó la escritora al ‘The Sunday Post’, tras coincidir con Ian Fleming y el productor de películas Bond, Albert ‘Cubby’ Broccoli, en un restaurante. "Fleming divisó a mi abuelo, que era un hombre joven, alto y guapo, llevó a Broccoli allí y le dijo: 'Ese es mi Bond. Es quien yo quiero para Bond'". Finalmente, su abuelo, que falleció en 2011, realizó personajes secundarios.

La escritora ama a James Bond hasta el punto de haberse mudado a Escocia, donde imparte clases de escritura creativa, para imbuirse del espíritu de Ian Fleming: vive cerca del Fettes College, donde habría estudiado James Bond. Aún así cree que para sobrevivir los mitos deben actualizarse, y Bond sin duda es un mito de Gran Bretaña. "El poder de tu país se basa en los mitos: el mito del imperio, el mito de Churchill, el mito de Scotland Yard y Sherlock Holmes. El mito de James Bond", le espeta a la agente Johanna Harwood uno de los malvados en 'Doble o nada'. A parte de su nueva generación de espías y del ascenso de Moneypenny de secretaria a jefa de la sección de agentes 00, las aventuras de 'Doble o nada' transcurren reconocibles por todo el globo.

Incluida una incursión en Barcelona, donde se pierde la pista de James Bond durante un tórrido verano en el que desarrolla una misión a propósito de una conferencia sobre la reducción de la capa de hielo marino en la Fira de Barcelona. Queda por ver cómo resolverá Kim Sherwood la cuadratura del círculo. Si James Bond seguirá siendo el mismo una vez se materialice y no solo exista en el recuerdo de quienes le amaron.

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