El camino a Liverpool

Benidorm Fest: Blanca Paloma clamará por venganza en Eurovisión

La cantante de Elche se impuso al favorito en las apuestas, el canario Agoney, con un tema, ‘EaEa’, de impactante poderío vocal y mezcla de bulería y electrónica, y acudirá así al eurofestival con la apuesta más ‘jonda’ desde el descalabro techno-flamenco de Remedios Amaya, hace 40 años

Jordi Bianciotto

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Compararte con alguien que fracasó no parece la estrategia más genial, pero Blanca Paloma tuvo el arrojo de mencionar a Remedios Amaya, este sábado en el Benidorm Fest, como precedente lejano de su flamenco modernizado y un poco techno, que, tras imponerse este sábado en el Benidorm Fest, representará a España en Eurovisión, el 13 de mayo en Liverpool. Su nana con formas de bulería, trabada por palmas y ‘beats’ electrónicos, en la que lució un poderío vocal algo aturdidor, se impuso con rotundidad entre los ocho finalistas.

Entre ellos, el tinerfeño Agoney, que estos días era el mejor situado en las apuestas, aunque sintiendo cada día, y cada hora, un poco más cerca en el cogote el aliento de Blanca Paloma Ramos. Al final, ambos intercambiaron posiciones en la cumbre y Agoney quedó segundo, con lo cual Eurovisión se verá privado de su atormentado y cibernético ‘Quiero arder’, con sus llamaradas y su gancho marcial, ese ‘¡arde!’ seco e imperativo, que habría hecho feliz a Tomás de Torquemada.

Con Blanca Paloma, TVE se presentará en Eurovisión con un flamenco maridado con la electrónica, en la estela de una figura internacional como es la ‘star’ Rosalía. Como la propia cantante ilicitana comentó, es la apuesta ‘jonda’ más clara en el festival desde la “barca” de Remedios Amaya, que se quedó trágicamente con el marcador a cero en 1983. Ya vemos que es una mujer valiente y que no le tiembla el pulso al mentar la bicha. Si a su antecesora le tocó defender un número arabesco con base de synth-pop, excéntrico en la Eurovisión de entonces (el gran Terry Wogan lo calificó lacónicamente en la BBC de “muy étnico”, augurando lo peor), Blanca Paloma lo tiene mejor: el imaginario del festival se ha abierto de modo radical desde hace años, y ‘EaEa’ (una pieza de coautoría suya), podría, y debería, tener mejor suerte (que no es muy difícil). A ella le corresponderá invocar el honor de una cantaora, Amaya, cuya carrera resultó muy perjudicada por el fiasco eurovisivo y que tardó muchos años en remontar.

Así que es la hora de Blanca Paloma, una cantante que ya en 2022 pasó por el Benidorm Fest con aquel ‘Secreto de agua’ un poco místico y esteticista, que se hundió en la quinta plaza. ‘EaEa’, pieza al parecer inspirada por su “yaya Carmen”, tiene mucha más fibra, quizá incluso demasiada en ese estribillo ‘in crescendo’, bastante gritón, cuyo clímax evoca un poco el new age a lo Tanxugueiras. La canción viene a ser, en teoría, una nana, aunque su tono es más épico que apaciguador.

A diferencia del año pasado, cuando el cacareado duelo Rigoberta-Tanxugueiras se saldó con la victoria inesperada de una tercera en discordia, Chanel, esta vez no podemos hacernos los sorprendidos. Tras Blanca Paloma y Agoney, el podio lo completó Vicco con el disco-pop poco revolucionario pero simpático de ‘Nochentera’, más eurovisivo de 2003 que de 2023. Y hay que saludar el acceso a la cuarta plaza de Megara con la inyección metalera de ‘Arcadia’. Aún a riesgo de excitar la tradicional susceptibilidad de la clientela ‘heavy’, que suele ver enemigos por todas partes (a veces con razón), hagamos notar que a la banda madrileña la votó más el pueblo llano que el jurado. ¡Afrenta!

Otra vez será para Alice Wonder, Karmento, José Otero y Fusa Nocta, aunque pinchar en el Benidorm Fest no puede ser una catástrofe irreparable para nadie. Incluso podría llegar a darse el caso, según como vayan las cosas en Liverpool y cómo juegue cada uno sus cartas, de que no ganarlo haya sido una bendición.

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