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Assumpta Serna y Scott Cleverdon, 'coaches' de cine y guardianes de la intimidad

Assumpta Serna y Scott Cleverdon

Assumpta Serna y Scott Cleverdon / André Paduano

Anna R. Alós

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Hace casi 30 años que son pareja, se hablan en inglés y discuten en español. Así lo cuentan Assumpta Serna y Scott Cleverdon, actores, guionistas, productores y docentes de la interpretación, que estos días trabajan de coordinadores de la intimidad en el rodaje de la serie de A3player Premium 'La pasión turca'.

En 2017 comenzó una campaña viral en las redes sociales con un 'hashtag' ya famoso: #metoo, #yotambién. Denunciaba el acoso sexual, también en las filas del cine. Nadie quedaba fuera: productores, directores, actores, actrices, asistentes, guionistas… Diez años antes, Assumpta Serna y Scott Cleverdon habían elaborado su Código Ético, una guía para la ética audiovisual asesorada por un equipo de juristas y consensuada con gente del cine. “Al estar frente a una cámara ves la diferencia de comportamiento entre países”, comenta Assumpta. Entre países y entre los mismos actores. Como ejemplos, lo extraño que resulta en una producción turca ver una escena sexual explícita, pues todo lo resuelven con miradas, o tener claro que Barbra Streissand siempre hace el amor con la expresión y con la ropa puesta. “Hay que ser muy sensible a lo que el actor pide. Una actriz puede exigir que no se le vean los pezones, o el culo, y tiene todo el derecho, hay que negociar”, interviene Scott.

El tándem Serna-Scott, a la vez que elaboró el Código, organizó una comunidad de profesionales que se llama Familia de Cine y en la que colaboran, entre otros, Leonor Watling y Carlos Bardem, y más tarde una fundación: “Contamos con una comisión de ética que se encarga de revisar las aportaciones de otros profesionales sobre problemas y conflictos en el audiovisual. Ahora mismo estamos con la revisión que se presentará en abril de 2023 en Madrid, y queremos publicar el Código como libro técnico, que sea una guía para profesionales”. 

En lo que respecta a las escenas íntimas y sexuales que están dentro del hilo narrativo, el comportamiento es complejo por lo que supone la interpretación de más de una voluntad: el productor busca impacto y el actor aporta la creatividad. “Una misma escena es diferente dependiendo de quién la interprete, la credibilidad del actor depende de él mismo y hay escenas muy incómodas”. Es, por ejemplo, la complejidad de fingir amor, pasión, incluso odio, entre personas que apenas se conocen. La lucha escénica se pone en marcha y todo está en la confianza de equipo, en este trabajo colectivo que esta pareja asesora y controla.

'Sprays' y 'moleskin'

Hay recursos y barreras para que quienes interpretan escenas íntimas se sientan a gusto. “Hay que intentar reducir el equipo técnico para que haya menos personas viéndolo, para el aliento hay 'sprays' y para los genitales está el 'moleskin', un protector que garantiza el aislamiento y que se llama así porque su textura es parecida a la de la piel de un topo”, cuenta Scott. Aseguran que con los años la percepción de los cuerpos ha cambiado y hay que garantizar los límites a cada persona. Assumpta, una actriz que ha rodado escenas íntimas y ha sabido establecer los límites, afirma que el cuerpo es un recurso y el pudor no es un buen consejero a la hora de actuar, que el actor debe provocar una sensación y “eso va más allá del pudor”. A lo que Scott añade: “Nuestra imaginación es flexible, hay que estar pendientes de todo, una parte del cerebro se ocupa de la técnica y la otra de transmitir autenticidad en la escena”. 

La falta de comunicación se establece como el principal enemigo de la ética en el comportamiento durante los rodajes, y es que el tema va mucho más allá de las escenas íntimas: ajuste en las horas de rodaje, presupuestos, condiciones de trabajo, la capacidad de equilibrar las voluntades de las personas porque cada cual tiene su visión de la escena, el trato con los intérpretes infantiles. Compartir las inquietudes es el secreto para que todo funcione.

Ellos dos son un eslabón en la cadena que se establece desde el día cero hasta el fin del rodaje: “Los actores son los últimos en llegar, y al hacerlo todo está resuelto porque ha habido un proceso previo, por tanto están excluidos del proceso creativo. El Código les otorga herramientas para navegar por los conflictos en una sociedad en la que se escucha poco y en la que el ego pasa por encima de todo”. Lejos de competir con lo que pueda establecer el Sindicato de Actores, su propuesta es previa a cualquier intervención de la ley

Canal de Youtube propio

Assumpta Serna se prepara para el estreno previsto en marzo de su última película, 'La sirvienta', con el director Pablo Moreno: “Es mi cuarta película con él. Cada día, al llegar al set, se acerca a todos los trabajadores a saludar, eso es liderazgo, porque es amor, y el amor es lo más importante para ser un buen líder”. 

Assumpta y Scott creen que hemos de ser más amables, relacionarnos mejor, abandonar el cinismo y actuar con más dignidad y transparencia. Quizás por eso cuentan con su propio canal de Youtube en el que intervienen en directo y titulan una sección 'Pregúntame lo que quieras'. Pueden preguntar, ellos contestan siempre.

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