Datos de 2021

Solo un tercio de los intérpretes de clásica en Catalunya son mujeres

El primer estudio sobre la situación de la música clásica en Catalunya evidencia la brecha de género en intérpretes y compositores

Palau

Palau / May Zyrcus

Marta Cervera

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La brecha de género entre hombres y mujeres en el mundo de la música clásica en Catalunya salta a la vista en un estudio encargado por la Associació catalana d'intèrprets de música clàssica (acimc), realizado por dos especialistas de la Universitat de Barcelona, las doctoras Magda Polo Pujades y Arlinda Garcia Coll. "Hay un déficit histórico de datos en este sector. La idea es tener un mapa con una mirada integral", ha dicho Lluís Rodríguez Salvà, presidente de la acimc. 

El primer estudio de estas característica se centra en 2021 en el que se hicieron 1.112 conciertos y se programaron 4.351 obras. Revela que solo un tercio de instrumentistas femeninas. En cuanto a su especialidad, no hay ninguna en percusión. Tampoco abundan en clarinete, guitarra, trompeta, oboe y trompa. Se concentran en instrumentos de cuerda y teclado y solo logran equipararse a ellos en un instrumento: el clave. "Hay que desestigmatizar los instrumentos ligados a un determinado género", señalan las autoras.

Del total de obras programadas solo el 8,6% fueron de compositoras, cuyas obras representaron un 3,9% del total. Entre las más programadas figuran Clara Wieck con 12 obras y Sofia Gubaidulina, con 5 en undécima posición. La situación de las compositoras catalanas es peor. Representan sólo un 1,7% del total con un 0,5% de obras programadas, y de la mayoría solo se interpretó una pieza a lo largo del año. Las únicas excepciones son Mariona Vila, con 4 piezas, y Núria Jiménez Comas, Maria Rosa Ribas y Gloria Villanueva, todas ellas con 3. Todas de contemporánea. "Queda mucho trabajo por hacer. La brecha de género es algo a corregir y no solo desde el ámbito de la política cultural sino desde el ámbito de la programación de los equipamientos", señala Polo. El "rotundo cero" en compositoras de música antigua programadas también sorprende. "La paridad es casi imposible en determinados repertorios", aseguró Rodríguez. "Pero no se entiende que haya tan pocas compositoras actuales en la programación".

Compositores catalanes top

Albert Guinovart, con 17 obras programadas, Bernat Vivancos con 13 y Joan Magrané con 9 figuran en el top de los 10 compositores contemporáneos más programados donde destacan hasta cinco creadores catalanes. Las únicas dos mujeres de la lista son Kaija Saariaho, con 8 y Cassandra Miller, con 6.

Según el estudio la mitad de los músicos actúan solo una vez al año y solo el 3% hace más de 10 conciertos. Los conjuntos de música de cámara y las orquestas sinfónicas predominan en la programación con 436 y 315 conciertos respectivamente, seguidos de la ópera con 144, actuaciones de solistas,124; de música coral, 47 y de banda 43.

Equipamientos y festivales

El informe señala la dificultad de la música clásica para llegar a un amplio espectro de público cuando solo 50 de los 947 equipamientos de titularidad pública han acogido algún tipo de concierto de clásica. Las provincias de Lleida y Tarragona, las que cuentan con menos equipamientos y la mayoría se concentran en Barcelona. En cuanto festivales, estos sí están más repartidos por el territorio. De los 137 realizados el 40% se situó en las comarcas de Lleida; 30% en Barcelona; 25% en Girona y solo el 5% en Tarragona. "Se debería abrir a la clásica otro tipo de salas y equipamientos para llegar a más público", señaló Rodríguez.

En cuanto a subvenciones, la clásica también tiene cancha para mejorar pues en el 2021 recibió del Institut Català d'Empreses Culturals (ICEC ) 3,7 millones de euros: un 38% de todo lo que destina a música. "Se podría aumentar al 50% gradualmente", sugieren las autoras del estudio. El destino de ese dinero fue a parar principalmente a orquestas (26%), festivales de música (22%) y formaciones estables (11%). En estudio que no incluye datos económicos del Liceu, el Auditori y el Palau de la Música, resalta que el 20% de las subvenciones de clásica del ICEC es para la Orquestra Simfònica del Vallès responsable, entre otros, del ciclo Òpera a Catalunya.

Las otras cuatro empresas que reciben más subvenciones son la Orquestra Franz Schubert -la antigua Camara Musicae-, los festivales de Peralada y Torroella de Montgrí y el ciclo Ibercamera. Un 5% de las entidades reciben más del 44% del dinero y un 65% menos del 15%. "Debería existir mayor abanico de subvenciones y acceso a ellas" . Para Rodríguez "los festivales son una manifestación de centralización estacional y representan un 26% de todas las ayudas mientras que la programación estable en pequeñas poblaciones supone solo el 6%".

El Programa.Cat también tiene margen para mejorar. De las 886 ayudas totales otorgadas a la música, 121 solo han ido destinadas a la clásica, un 32,8% para 62 actividades o formaciones. "Más de un 50% se destinan a las orquestas". Este programa deberían servir para hacer giras pero la mayoría ha hecho solo una actuación, un solo bolo. Y pide más control sobre las ayudas otrogadas "porque no hemos encontrado datos en este aspecto que estudien el retorno de la subvención, cómo se ha contratado a los músicos y si cumplen condiciones laborales dignas." "Así no se puede favorecer las carreras concertísticas", apunta Rodríguez. Sobre todo cuando de 600 interpretes y formaciones, el 60% ha tocado solo una vez al año. El 88% ha hecho menos de 5 y solo el 3% ha realizado más de 10.

Examen anual

La idea es presentar el estudio sobre el panorama clásico en Catalunya cada año. El de 2022 saldrá a finales de este año y estará ampliado. "No se trata de poner el dedo en la llaga sino de ofrecer datos para sumar y buscar soluciones; manifestar desigualdades existentes en cuestiones de territorio, de género y reparto de ayudas", señaló el presidente de la acim. La idea es contribuir a orientar la toma de decisiones políticas y estratégicas de cara a optimizar los recursos públicos. Es un proyecto piloto "exportable" a otros sectores musicales o artísticos.

Lamentó, eso sí, la dificultad para encontrar información de datos económicos y de asistencia pero también del repertorio programado.