Nueva vida en solitario

Sergi Carbonell: “Sé que Txarango éramos unos privilegiados; ahora habrá que picar mucha piedra"

El que fuera teclista del popular grupo de mestizaje verbenero debuta como cantautor en ‘Refugi’, un álbum de corte intimista que propone “un abrazo” como respuesta a “la intemperie que nos impone el capitalismo”

Sergi Carbonell, ex componente de Txarango.

Sergi Carbonell, ex componente de Txarango. / Xevi Abril

Jordi Bianciotto

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Con Txarango abarrotó plazas mayores y toda clase de fiestas populares a lomos de una agitadora música mestiza, con algarabía y fondo político, pero, ahora, Sergi Carbonell, uno de los artífices de aquel grupo, ya disuelto, desea cambiar de tono. Así lo manifiesta en ‘Refugi’, un álbum cuyo título lo dice todo: sus canciones quieren ser una madriguera contra el ruido y las inclemencias atmosféricas. “Un abrazo en esta sociedad tan acelerada, loca, dura y, a veces, inhóspita”, explica el músico. “Y una respuesta a la intemperie que nos impone el capitalismo”.

‘Refugi’ no es su primer disco en solitario, pero sí que representa un punto y aparte, puesto que los anteriores (cuatro) eran de piezas instrumentales al piano. Este lo ve Carbonell como “un acercamiento a la canción de autor” y un reflejo de sus inquietudes. “Lo otro ya está hecho. Me gusta sentir que intento hacer cosas nuevas. Y estas canciones me han ido saliendo más tranquilas”, argumenta el músico, que ha producido el disco en tándem con dos cómplices de la ‘troupe’ de Stay Homas, Arnau Figueres y Joan Palà (este, expercusionista de Txarango), así como Dani López y Joan Borràs (coproductor de Oques Grasses).

Solo ante el peligro

De todo ello sale una obra de talante intimista, en la que Carbonell aparca pianos y teclados para centrarse en la guitarra (“aunque no soy un virtuoso”) y que comporta un ejercicio de “empoderamiento personal”, desliza. “Yo era uno más de un colectivo y ahora me expongo, para bien y para mal. Ponerme al frente de mi proyecto después de Txarango me da un poco de miedo, pero ahí está la gracia”, argumenta este músico nacido hace 36 años en Ribes de Freser.

Fluye un cancionero con confort anímico, añoranza e historias de amor: ‘Al mar’, dueto con la menorquina Anna Ferrer. ‘Desaprenent’ habla de “romper patrones e inercias” y ‘L’hidra’ resulta ser la más política del paquete. Surgió a raíz del contacto con amigos zapatistas, venidos de Chiapas. “La hidra capitalista, que tiene muchas cabezas no pone en el centro a las personas sino a los mercados y el beneficio”, observa. “El amor, el apoyo mutuo y la red de personas es lo único que puede suavizar todo eso”.

Homenaje a la pandilla

Esta canción es una de las que desliza ecos sonoros latinoamericanos, absorbidos ahora de un modo más sereno que en los días de Txarango. “Son cosas que tengo muy incorporadas desde siempre: los cantautores que trabajan a través de la raíz, con un punto de world music, como un Jorge Drexler”, explica Sergi Carbonell, que creció entre los álbumes de Serrat y Luis Pastor que corrían en el hogar familiar.

Y no falta el homenaje a Txarango en uno de los temas, ‘El viatge’, donde hace memoria de las correrías compartidas, guardadas “com un tresor”. Una canción de agradecimiento “por todo lo vivido” con un grupo que dejó una impronta en el canon sonoro de la fiesta mayor en Catalunya. “Pero yo no sé si soy consciente de eso”, reflexiona. “Solo sé que lo hicimos todo del modo más coherente que sentimos, desde la verdad y el amor”.

Sergi Carbonell, ex componente de Txarango.

Sergi Carbonell, ex componente de Txarango. / Xevi Abril

La despedida que no fue

¿Por qué decidieron suspender la gira de despedida, en plena pandemia, en lugar de irla posponiendo como hacían casi todos? “Nos suponía mucha angustia tener el dinero de las entradas pagadas por 120.000 personas. Sentimos mucha presión, y optamos por la devolución”, revela. En la web de Txarango se puede leer que “ha quedat pendent un comiat als escenaris”. ¿Se producirá? “Emocionalmente estaría bien. Nos hemos dado un espacio y si algún día cuadra y nos apetece, sería bonito hacerlo, aunque ahora mismo es un capítulo cerrado”.

Ahora, para Carbonell, es tiempo de contar los días para el debut en vivo, el 18 de marzo en el Auditori de Girona. Otro Auditori, el de Barcelona, lo acogerá el 31. Actuará arropado por tres músicos y con una puesta en escena diseñada por Joan Arqué. Punto de partida de un nuevo viaje que requerirá de esfuerzos extra. “Sé que Txarango éramos unos privilegiados. Ahora habrá que picar mucha piedra. Será un camino largo, pero bonito”.

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