Estreno en Barcelona

Tiago Rodrigues planta cara al auge de la ultraderecha en el Lliure

El autor y director portugués presenta su aclamada obra 'Catarina e a beleza de matar fascistas' solo este miércoles y jueves en el teatro de Barcelona

CATARINA

CATARINA

Marta Cervera

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El dramaturgo y director portugués Tiago Rodrigues llega por fin al Lliure con su obra 'Catarina e a beleza de matar fascistas', una fábula sobre algo muy real: el auge global de los movimientos de ultraderecha. La aclamada obra de Rodrigues, actualmente al frente del Festival de Aviñón, tenía que haberse montado en Barcelona la temporada 2020-2021 pero las restricciones de la pandemia obligaron a buscar nuevas fechas y solo se representará dos días: este miércoles y jueves.

La obra muestra a una familia que tiene una tradición: matar un fascista al año. Esta vez celebran "esta absurda reunión", dice Rodrigues, para acabar con un juez que tienen secuestrado, un hombre denunciado por el movimiento feminista que quiere cambiar la Constitución para acabar con la democracia. Su ejecución debe ir a cargo de una de las jóvenes mujeres de la casa, Catarina, que se inicia en la tradición familiar. Ella nunca se ha manchado las manos de sangre y tiene serias dudas respecto a qué debe hacer. Su actitud plantea un debate filosófico, humano y político en su familia respecto al uso de la violencia en un mundo cada vez menos dialogante y más polarizado.

¿Puede ser legítima la violencia para luchar por un mundo mejor? ¿Qué diferencia la violencia del fascismo histórico contra las mujeres del machismo actual? Estas y otras preguntas alimentan este aplaudido montaje con el que Rodrigues cuestiona cómo combatir desde la democracia a el auge de la ultraderecha.

Polémico final

La obra, interpretada por ocho intérpretes, ha creado polémica no solo por el planteamiento de la trama sino por su resolución final. Hasta produjo un cisma en la compañía pues los propios actores se oponían a él. El discurso final -del que no desvelaremos nada para no hacer spoiler- ha provocado todo tipo de reacciones: desde gritos a lanzamiento de objetos y cánticos. La obra no deja indiferente y provoca debate. A sí que, si el monólogo final les interpela o les provoca, no se corten. La compañía ya está curada de espanto.

Rodrigues empezó a escribir la obra en 2018 con ganas de conectar la historia del antifascismo, la dictadura portuguesa y las luchas feministas. Quiso confrontar ese "residuo institucional del fascismo en la justicia con una dualidad de criterios respecto a la violencia sobre la mujer".

Política y emoción

Catarina, el nombre de la protagonista se inspira en la figura de Catarina Eufémia, una campesina asesinada en 1954 porque reclamar sus derechos laborales. Un caso nunca juzgado que es símbolo de la resistencia antifascista y de la emancipación de la mujer. "La obra habla de política pero también de envidia, de traición, de elementos emocionales", afirma el autor. Sin emoción, no hay teatro.

La acción se sitúa en 2028 después de que la ultraderecha ha llegado al poder a Portugal, un temor muy real en un país que actualmente tiene a 11 diputados en el Parlamento, muchos más del representante único que tenía el país cuando Rodrigues empezó a escribir 'Catarina e a beleza de matar fascistas'. El montaje, por cierto, despertó los recelos del partido de Giorgia Meloni en Italia que intentó impedir su estreno sin éxito. Consiguió todo lo contrario: el público llenó los teatros y la obra ganó el Premio Ubú como Mejor espectáculo extranjero.