Cita en el Auditori

Rita Payés: “Entiendo que todavía parezca raro que una mujer toque el trombón”

La cantante y trombonista cierra la campaña de ‘Como la piel’, en tándem con su madre, la guitarrista Elisabeth Roma, tras un año triunfal marcado por sus giras por España y Europa, y sus colaboraciones con C. Tangana

La trombonista y cantante catalana Rita Payés

La trombonista y cantante catalana Rita Payés / Andreu Dalmau / EFE

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Su voz cálida, su trombón y sus canciones llenas de ecos de otra era (boleros, bossa novas, fados) han cruzado fronteras, arquean cejas allá donde van y capturan a artistas como C. Tangana, que contó con ella en su última gira. Es Rita Payés y, en feliz tándem con su madre, la guitarrista Elisabeth Roma, acaba de regresar de una gira de 15 bolos por Europa (de Francia a Letonia), y se dispone a cerrar este año de gracia de 2022 con una tanda de conciertos que arranca este sábado en el Auditori, dentro del Cruïlla de Tardor.

Ella se lo toma con suma serenidad, se diría que dando las gracias a las estrellas y evitando que las ovaciones sacudan su equilibrio interior. “Hace tiempo que hago esto, y aunque este año haya sido más de ‘boom’, mi tónica es la de siempre: coger los bolos que salgan y hacer las cosas lo mejor que pueda”, razona sin darse demasiada importancia. Atribuye su éxito entre las audiencias europeas “al punto exótico, que siempre gusta”, y a que lo suyo es “una cosa un poco ecléctica”, aventura. Mezcla del fondo clásico de su madre, profesora de música, y de su bagaje en el jazz: sus voces favoritas van de Billie Holiday a la contemporánea Cécile McLorin Salvant (con desvíos hacia los maestros de la bossa, como el sigiloso João Gilberto).

Música contra la vorágine

De Vilassar de Mar, donde nació hace 23 años, crecida en la Sant Andreu Jazz Band (como Andrea Motis, cuatro años mayor), en su primer disco con su madre, ‘Imagina’ (2019), cantó a Bola de Nieve, Ariel Ramírez y António Carlos Jobim, y en su relevo, ‘Como la piel’ (2021), abrió el encuadre con composiciones propias. Como la turbia ‘Loca mente’, que escapa a los cánones genéricos y que compuso un día que se acercó al mar buscando paz. “Estaba rayada con el mundo, cogí la guitarra y al llegar a la playa me la encontré repleta de gente, sin la calma que yo buscaba”. De ahí salió una pieza reflejo de “la vorágine en que vivimos todos, que estamos un poco locos”, observa. “Son cosas que me angustian y que a veces se transforman en cancioncitas”, añade. Ahí, cuando crea su música, no piensa en el estilo musical. “Algunas no sabría cómo carajo clasificarlas. Es música, experiencias sonoras… Yo qué sé en qué casilla van”.

El título de ese segundo álbum, ‘Como la piel’, apunta “a las entrañas, la raíz y la naturaleza” que representa el vínculo maternofilial. “Me gusta como suena la palabra ‘piel’. Porque lo que dices es importante, pero casi lo es más cómo suena”, hace notar Rita Payés, que a su vez es madre de una hija, Juna, de catorce meses. De Elisabeth Roma ha tomado cierto equilibrio entre el rigor ejecutivo y la libertad de la impronta personal. “Es muy abierta, y aunque ella venga del clásico, si te sales de la raya no pasa nada”. Carga con el trombón desde los ocho años, así que para ella es “lo más normal”, desliza. “Pero entiendo que desde fuera todavía parezca raro que una mujer lo toque”.

Un libro abierto

A ojos del público, Payés es también, o quizá, sobre todo, la cantante que robó foco a C. Tangana en ‘Te venero’ en la gala de los Goya, y que se sumó a la ‘troupe’ de ‘El madrileño’ en la ruta por España. ¿Cree que Tangana “ni canta ni afina” tanto como presume? “No lo hace mal”, bromea. “Que lleve de gira una banda de treinta músicos es para quitarse el sombrero. Solo por eso ya lo admiro. Nos hace bien a todos”. ¿Le inspira su modo de fundir géneros populares con pulsiones electrónicas y urbanas? “No sé si ese es el camino que seguiré, pero creo que es una opción inevitable”, reflexiona. “Es natural querer darle ese punto de modernidad a la música. Pero yo no tengo nada claro. Sigo mi búsqueda”.

Ve el futuro como un folio en blanco. “Ahora, la idea es bajar revoluciones y tener tiempo para componer”, medita en vísperas de estos conciertos de fin de gira (tras el Auditori, le esperan Girona, este domingo; Falset, el día 9, y Madrid, 11), donde contará con su trío (Pol Batlle, Horacio Fumero y Juan Rodríguez Berbín) más un cuarteto de cuerda. ¿Y después? “Me encerraré un poco. No quiero agobiarme”.