Reparación histórica

El Museo Horniman de Londres devuelve a Nigeria obras expoliadas en 1897

La iniciativa supone el mayor compromiso concreto a gran escala de un museo británico de cara a la descolonización de su colección

Colección de Nigeria expoliada por el museo Horniman

Colección de Nigeria expoliada por el museo Horniman / Maja Smiejkowska

EFE

EFE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Museo Horniman del sureste de Londres ha iniciado el proceso de devolución a Nigeria de 72 piezas sobre todo de bronce del antiguo reino africano de Benín expoliadas por el Ejército británico en 1897.

La ceremonia oficial de transferencia de los objetos, realizada el lunes, supone el mayor compromiso concreto a gran escala de un museo británico de cara a la descolonización de su colección.

Nick Merriman, director de la institución fundada por el comerciante de té inglés Frederick Horniman, dijo durante el acto que considera "apropiado" y un "deber moral" retornar los llamados "bronces de Benín", después de que en enero pasado los pidiera oficialmente la Comisión Nacional de Museos y Monumentos de Nigeria (NCMM, en inglés).

¿Y el British Museum?

El British Museum tiene unas 900 piezas de la misma colección arqueológica y de momento no ha especificado si las devolverá -como sí han hecho otras instituciones del Reino Unido y el mundo-, si bien, a diferencia del Horniman, está sometido a ciertas restricciones legales.

Al margen de las seis icónicas obras entregadas ayer al director de la NCMM, Abba Tijani, las dos partes han llegado a un acuerdo por el cuál el Horniman conservará por ahora las piezas restantes a modo de préstamo.

Tijani dijo que hay repartidos por el globo unos 5.000 objetos artísticos producidos desde el siglo XIII por la sociedad beninesa, actualmente integrada en Nigeria, y señaló que está en conversaciones con distintas instituciones para lograr su devolución.

El académico agradeció que el Museo Horniman "haya hecho lo correcto" y subrayó que ahora "el pueblo de Benín y África tienen la oportunidad de ver e interactuar con estos objetos, lo que no han podido hacer durante décadas".