Hito del 'rock català'

Sopa de Cabra celebra los 30 años de ‘Ben endins’ con “nostalgia cero”

La banda cierra en el Palau Sant Jordi la gira de aniversario de su disco más popular con un concierto lleno de invitados, como Alfred García, Els Amics de les Arts, David Carabén (Mishima), Suu o Judit Neddermann

Gerard Quintana y Josep Thió, fotografiados esta semana en Barcelona

Gerard Quintana y Josep Thió, fotografiados esta semana en Barcelona / Elisenda Pons

Jordi Bianciotto

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Han pasado 30 años (más uno), pero a Gerard Quintana y Josep Thió, revivir el cancionero de su clásico ‘Ben endins’ (1991) no les causa vértigo ni les activa la melancolía. “Nostalgia cero”, subrayan. “Sensación de que el tiempo no existe”. Así será, confían, este sábado en su reencuentro con el Palau Sant Jordi, cierre de una gira con la que han rendido honores al álbum más vendido del pop-rock en catalán, merecedor de un triple Disco de Platino por sus 130.000 ejemplares despachados.

Hace casi dos años que el grupo puso en marcha esta gira de ‘revival’, cuando se percató de que la pandemia se llevaba por delante los planes de presentar su álbum ‘La gran onada’, lanzado el 28 de febrero de 2020. “A mí me daba un poco de pereza recuperar todo ese repertorio, era como decir que seguíamos clavados ahí, pero se me pasó rápido al ver cómo la gente lo disfrutaba”, medita Thió, guitarrista y pilar compositivo de la banda de Girona. Lo más asombroso fue “ver a público más joven que el disco cantando esos temas como si explicasen su vida”, observa Quintana. “Pero haces las canciones por eso, para que duren y para que muchos años después las cante la gente, aunque no recuerde quién las ha hecho”.

El rock del garaje

Ahí están ‘El boig de la ciutat’, ‘Mai trobaràs’ o la más prodigada de todas, ‘L’Empordà’, piezas que constituyen un ‘grandes éxitos’ de la primera edad de Sopa. En su día, aunque solo disponían de dos álbumes, se decidieron a lanzar un directo porque sus seguidores les decían que las tomas de estudio no les hacían justicia. “En disco perdíamos todo el punto de garaje que teníamos”, estima Thió. “Y por eso con los años hemos acabado lanzando seis álbumes en directo”, hace notar Quintana. “Que no es muy habitual”.

‘Ben endins’ se grabó el 21 y 22 de febrero de 1991 en Zeleste (hoy Razzmatazz) y supuso su primer intento de acceder al conjunto del mercado español con ‘Si et quedes amb mi’, ‘disco rojo’ en Los 40 Principales. Dadas las expectativas, anunciaron que su siguiente álbum sería en castellano (‘Mundo infierno’, 1993). Sopa ya había grabado temas en esa lengua (en ‘Ben endins’ están ‘El sexo’ y ‘Cardíaco y acabado’), pero la noticia generó anticuerpos en “un sector del público” que procedió a “reventar” sus conciertos. “Fue una gira accidentada. Venían a boicotearnos. Y mientras, en Madrid, éramos ‘el grupo de la Generalitat’”, apunta Quintana, que observa cómo han cambiado algunas cosas. “Hoy, Rosalía, Sílvia Pérez Cruz o Rita Payés cantan en castellano y la gente las siente igualmente como artistas de aquí”.

Ajenos a la modernidad

En ‘Ben endins’ se observa la querencia por un canon rock que ya en su día resultaba algo extemporáneo, lo cual hace más llamativo su impacto social. En 1991 corría el ‘sonido Manchester’, asomaban el ‘indie rock’ y el grunge… Pero Sopa parecía estar en su mundo un poco filo-hippie, con vistas a los 60 y 70. “La modernidad nunca nos ha condicionado”, reflexiona Quintana. “Yo no veo las películas cuando se estrenan, sino al cabo de diez años”. Sí que había en la banda simpatías hacia el hard rock californiano de la época, apunta Thió, “de Guns n’Roses”, o hacia “la vuelta al ruido que representó Nirvana”.

En el Sant Jordi, han querido rodearse de un pelotón de invitados más jóvenes que ellos: ahí estarán Alfred García, Búhos, David Carabén (Mishima), Els Amics de les Arts, Els Catarres, Ginestà, Intana, Joan Dausà, Judit Neddermann, Ramon Mirabet, Suu, The Tyets y Xarim Aresté. Con algunos han grabado este año versiones renovadas de tres clásicos, ‘El boig de la ciutat’, ‘Si et quedes amb mi’ y ‘Mai trobaràs’. “Todos nos pueden enseñar muchas cosas, y nosotros a ellos”, indica Quintana, que hace notar la “promiscuidad” de las nuevas generaciones. “Suu actúa también el sábado con Dorian, y vendrá volando, como Judit, que tiene bolo con la Orquestra Àrab de Barcelona”. En el Sant Jordi, el reto es que, con tanto invitado, el minutaje no se desmadre. “Queremos que sea un concierto con ritmo. A ver si lo conseguimos”.