'La salsa' bucea con humor en relaciones madre-hijo

¿Qué pasaría si dos mujeres de 80 años recuperaran la juventud, fueran a una discoteca de salsa y ligarán sus hijos? De esta disparatada propuesta con tintes freudianos surge 'La salsa', la nueva comedia de enredos Nico&Sunset, especialistas en conectar con un público diverso como ya demostraron con 'Oh!, mami!' y 'Paradise'. 'La salsa', que se estrena este sábado en el Aquitania, retrata con humor las luces y sombras la educación, el amor, la vida y la muerte.

Agnès Busquets, Alba Florejachs, Francesc Ferrer y Xavier Serrano protagonizan esta obra escrita por Oriol Vila, codirigida por él y Raquel Salvador. A sus 44 años, Vila se inspira en esas madres que se volcaron en sus hijos y que les hicieron sentir que eran especiales. "La educación consiste en acompañar a los hijos hasta dejarles volar libres", dice el autor. Pero los personajes masculinos de su obra no han podido o no han sabido volar a tiempo. Siguen bajo la alargada sombra de sus respectivas madres, pilar de sus familias monoparentales. Martí (Xavi Serrano) pese a conseguir realizarse como cirujano plástico está marcado por una madre controladora y perfeccionista, Àngela (Alba Florejachs), una mujer exigente y dinámica, que ha envejecido bien y no aparenta la edad que tiene. "Martí está desvitalizado. No puede ser como realmente es. Delante de su madre se comporta de una manera pero en la discoteca se transforma", destaca el autor.

"Nosotras crecimos a toque de pito y con amenazas. Mi personaje me hace estar más en paz con cómo me educaron"

— Alba Florejachs

La comedia es compleja tanto a nivel interpretativo como escénico. "Es uno de los espectáculos más difíciles que he hecho porque nos movemos al filo del abismo. No puedes evitar pensar ¿me estoy pasando o me quedo corto?", reconoce Serrano.

Ser especial

Jordi (Francesc Ferrer) es un coach y mentalista, marcado por ser el hijo de una gran actriz catalana, Conxita Vilardell (Agnès Busquets). "Ya sabemos qué pasa con los hijos de la gente conocida pero es que además a mi personaje le han hecho creer desde pequeño que era especial", señala el actor. Para Busquets el reto en esta obra es "conseguir que el público se crea la transformación de esa mujer que está en la residencia con taca-taca y después aparece en la disco de salsa", con 40 años menos para volver a sentirse joven pero con toda la experiencia de vida.

"Las dos madres se equilibran mutuamente pero a la vez están muy desequilibradas", apunta Florejachs. Descubrir otra faceta de sus hijos y cómo son de verdad cuando no están con ellas las llevará a replantearse muchas cosas. "Empiezan como todo el mundo en la vida si no haces mucha terapia: reafirmadas con lo que son y lo que han hecho, cada una con su conflicto", comenta la actriz. Esa generación de madres que hoy sobrepasan los 80 no se cuestionaron tanto la crianza como las de hoy. "Ahora los niños viven en una burbuja, nos preguntamos dónde están los límites y cómo les educamos. Antes no era así. Nosotras crecimos a toque de pito y con amenazas. De alguna manera mi personaje me hace estar más en paz con cómo me educaron", confiesa la actriz.