Crítica musical

Michel Camilo y Tomatito, viaje a los orígenes

El pianista dominicano y el tocaor de Almería estrenaron en el Palau su versión del Concierto de Aranjuez

cultura Michel Camilo & Tomatito - Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona/Jordi Calvera

cultura Michel Camilo & Tomatito - Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona/Jordi Calvera / JORDI CALVERA

Roger Roca

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Quizás la vuelta de Tomatito y Michel Camilo al Palau de la Música Catalana en el Voll-Damm Festival de Jazz de Barcelona no hará historia, pero la tiene. En el Palau, tocaor y pianista actuaron por primera vez juntos hace 25 años. Fue un “tuya-mía” improvisado -solo se habían preparado tres números, recuerda a menudo Tomatito- que cristalizó en una carrera juntos. En el Palau se estrenó, en noviembre de 1940, el Concierto de Aranjuez del maestro Joaquín Rodrigo. Y el viernes, en ese mismo escenario y de la mano del festival que les reunió por primera vez, Camilo y Tomatito presentaban su lectura del Concierto de Aranjuez, escrito originalmente para guitarra y orquesta. 

La partitura de Rodrigo les ha acompañado siempre. Con las notas del célebre adagio de Aranjuez abrieron su primer disco juntos, 'Spain'. Pero una cosa es la cita libre y otra el rigor de la obra completa. La idea de tocarla íntegramente nació en los camerinos de sus giras a dúo. Tomatito, que en 2019 grabó una versión con orquesta, la estudiaba en sus ratos muertos, y Camilo le propuso adaptarla a cuatro manos. Una versión insólita y autorizada por la hija del compositor, Cecilia Rodrigo. “La escuchó la otra noche”, dijo Camilo en referencia a su estreno en Madrid, “y le gustó: no le puso multa a Tomatito”.  

Adaptación solo para directos

En este “espacio tan sagrado” que en palabras del pianista, es la obra de Rodrigo, Camilo hace las veces de orquesta y Tomatito se ciñe con precisión a la partitura para guitarra. Las notas son las que dictó Rodrigo, pero el tono, los melismas, son suyos. El tocaor de Almería sonó forzado en el primer allegro, aunque cuando llegó el adagio ya eran el dúo de siempre. Firme y preciso Camilo, que hizo una traducción muy sobria de la orquesta a las teclas, y expresivo Tomatito, cómodo en una tesitura más dramática. El allegro final, luminoso y ligero, dejó buen sabor de boca, pero quien quiera escuchar su Concierto de Aranjuez cómo suena tendrá que buscarles en gira. La adaptación tiene autorización para los directos, pero de momento, no para una grabación

Tras el reto de recrear una partitura tan exigente ,el resto de la noche fue un paseo. Tienen repertorio de sobras y lo saben administrar. Combinando lo exuberante con lo recogido, lo flamenco y lo caribeño, Camilo y Tomatito recorrieron el cancionero que han construido en estos años juntos. Sonó el tango impetuoso de Piazzola, la música con misterio del brasileño Egberto Gismonti, la melancólica 'Spanish love song' de Charlie Haden y la bulería que Tomatito dedicó a su hijo hace 25 años -”ya tengo 15 nietos y un bisnieto”, contó con gracia en tocaor-. Y tras la pausa que impone una pieza de Satie acabaron, cómo no, donde empezó todo: con 'Spain', el éxito de Chick Corea que arranca precisamente con las notas del Concierto de Aranjuez. Porque sin la alegría contagiosa de 'Spain', esto no sería un concierto de Michel Camilo y Tomatito.