Testimonios

Els Surfing Sirles según tres camaradas

Marçal Lladó, del sello Bankrobber; Iru Moner, vecino de Vallcarca, y Miqui Otero, que los llevó al festival Primera Persona, dibujan el perfil del grupo

ss

ss / Francesc Casals

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Poco dados a explicarse a sí mismos fueron y son a toro pasado Els Surfing Sirles. Como si no fueran suficientes la obra y la actitud, alegan. De todas maneras preguntamos a tres personas sobre ellos.

Marçal Lladó, del sello Bankrobber

"Los conocimos de la manera más clásica: nos mandaron una maqueta con dos canciones y nos gustaron. Después fuimos a verlos en directo, en una actuación en la calle de la Perla [en Gràcia], y descubrimos la verdadera dimensión de la historia: eran energía desbordada, algo físico, todo el mundo se sentía partícipe. En una edición del PopArb pedimos que actuaran al final, de madrugada, y no en el escenario del festival sino en un garito del pueblo, sin tarima. Fue bestial. Podían ser un desastre para algunas cosas, pero las importantes se las tomaban muy en serio: canciones y discos. Ahí está una obra con letras únicas, 'hits' e intensidad".

Iru Moner, vecino de Vallcarca

"Uri Caballero se llevaba bien con todo el mundo, del 'punki' más estropeado al marxista del ateneo. Era muy querido. Se convirtió en un símbolo de la Vallcarca resistente. Representaba la actitud de: 'Vecinos, somos los okupas que no os gustan, pero también somos artistas, filósofos... '. Sabíamos que la placa dedicada a él traería problemas y por eso hicimos dos; en efecto, la primera la sacaron, pero estábamos preparados. Ahí sigue. Los primeros conciertos de Els Surfing Sirles eran un desfase. Después se convirtieron en un grupazo. Molaba el contraste entre su estética normal y su adrenalina punk".

Miqui Otero, codirector del festival Primera Persona

"En los conciertos de los Sirles también tocaba el público. Su peor concierto era más excitante que el mejor concierto de grupos más técnicos y proficientes. No dialogaban con ninguna banda de su momento, sino con el pasado contracultural de Barcelona. Eran una cosa extraña que destacaba a la primera. Kiko Amat y yo les pedimos que cerraran la edición fundacional del Primera Persona [2012] con un 'set' de versiones de L'Odi Social, Kangrena, Subterranean Kids... Imagino que también tocarían temas suyos. Fueron un grupo de culto desde el primer momento".

Suscríbete para seguir leyendo