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Coldplay en el cine: los macroconciertos ya se ven a miles de kilómetros de distancia

Casi una decena de salas de Barcelona proyectan el tercero de los recitales de Coldplay en Buenos Aires

Coldplay

Coldplay / Zowy Voeten

Ignasi Fortuny

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En Barcelona, créanme, este sábado se ha visto a cuatro turistas coreanos gozando en un cine de un concierto que se había celebrado horas antes en Buenos Aires. Los culpables de esta peregrinación que une a tres continentes son la banda británica Coldplay, que hoy proyectaba en salas de medio mundo uno, el tercero, de sus ¡diez! recitales en la capital argentina, en el estadio Monumental. Y, bien, en el caso de los mencionados turistas coreanos, también debe de haber tenido algo que ver la anunciada aparición en escena de Jin, miembro del grupo de k-pop BTS, que ha llevado al público a otro nivel de fanatismo (decibelios y llantos por doquier en Buenos Aires).

Así pues, los macroconciertos, aquellos espectáculos que se suelen seguir a través de pantallas gigantes colocadas alrededor de un escenario a centenares de metros de tu localidad, ya se pueden seguir desde mucho más lejos: miles de kilómetros de distancia.

Decena de salas

Esto ha sucedido hoy en casi una decena de salas de cine de Barcelona y en unas 3.500 de todo el mundo. En concreto, en 75 países, numerados uno por uno -empezando por la 'a' de Andorra- por el líder de Coldplay, el siempre sonriente Chris Martin, en una de sus primeras charlas. En el cine Bosque de Gràcia (entradas a 15 euros, un precio que bien puede valer un concierto en vivo), el espectáculo musical enlatado -en parte del mundo ha sido en 'streaming', pero aquí no por cuestión horaria- se han reunido más de medio centenar largo de personas a la hora de la siesta. Sí, bastantes más que en otras salas del multicines a las cuatro de la tarde de un sábado en medio de un puente.

La sesión empieza con el curioso 'divertimento' de esperar a que comience un concierto viendo a gente esperando a que, a su vez, empiece un concierto que se celebra al otro lado del mundo. Aunque el 'show' comienza rápido, el sonido duda al inicio pero se recompone y los espectadores carburan a buen ritmo: ya en la quinta canción un buen puñado de personas se levanta para bailar 'Viva la vida'. ¡Qué cosas se ven en el cine!

Dos seguidoras de Coldplay, en el cine Bosque de Barcelona.

Dos seguidoras de Coldplay, en el cine Bosque de Barcelona. / Zowy Voeten

Vídeos y selfis

También se canta, se aplaude y se hacen vídeos y selfis para redes sociales de esos de "yo estuve ahí" (estuve en el cine Bosque, concretamente). Y se habla, claro, algo que en los conciertos en vivo también sucede a menudo. Mientras tanto, en Buenos Aires, en el estadio de River Plate, el público, entregado a Chris Martin y a sus peticiones, aprovecha la mínima pausa para gritar al unísono "Argentina, Argentina". Cada uno, en su papel. Martin, por cierto, aprovecha para pedir que durante una canción la gente deje el teléfono en el bolsillo.

El espectáculo que Coldplay llevará a Barcelona en mayo (cuatro 'shows' en total) es -ojo, un mínimo 'spoiler'- el festival de las lucecitas led (los asistentes llevan pulseras inteligente que se encienden a juego con la canción que toque), los fuegos artificiales, el confeti (en el segundo uno ya hay confeti por todos lados) y los mensajes de amor y buenismo. 'Everybody is an alien somewhere' ("todo el mundo es un extraterrestre en alguna parte"), llevan en la camiseta Martin y el resto de la banda. Todo ello es un conglomerado consistente en pantalla que hace que durante las más de dos horas que dura el concierto, a más de 10.400 kilómetros, uno no piense mucho en que es la hora de tomar otro café.

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