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Un manifiesto con dudas, creencias y deseos despide el Congreso de Espectadores

La cita pionera impulsada por Àfora-Focus cierra con éxito y tendrá una segunda edición en 2024

Espectadores

Espectadores / ÁLVARO MONGE

Marta Cervera

Marta Cervera

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Un manifiesto con más dudas y deseos que creencias elaborado leído algunos de los participantes en el Congreso Internacional de Espectadores de Teatro ha despedido la histórica cita en el Teatre Romea. La versión 1.0, todavía sin refinar y que acabarán de pulir en los próximos días. Los protagonistas de estos tres días de Congreso tomaron la palabra para leerlo. Entre sus preguntas, lanzaron: ¿El teatro es realmente accesible?¿Qué une a los espectadores?. Entre las certezas señalaron: Ser público es ser parte de una comunidad, no solo es pagar para ver algo. Los espectadores no hemos de ser educados, nos hacen falta espacios donde sociabilizar, encontrarnos con otros y con nosotros mismos para compartir preocupaciones personales y sociales. El teatro no está en peligro, aún existe y seguirá existiendo. Y entre los deseos: El teatro comercial debería ser tan accesible como el subvencionado. El teatro debería incluir minorías periféricas y tener entradas con precios accesibles. Hace falta invertir más en producciones, experiencias y servicios y menos en edificios.   

"El Congreso ha superado todas las expectativas"

— Daniel Martínez de Obregón

Daniel Martínez de Obregón, presidente del Grup Focus, anunció ayer que el Congreso contará con una segunda edición, también en Barcelona, en otoño de 2024. La cita, con 625 inscritos, tanto presencialmente en el Teatre Romea como a través del metaverso, ha sido un éxito. Así lo han reconocido los representantes de las principales administraciones como el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura que felicitaron a los organizadores. "El Congreso ha superado todas las expectativas. Hemos tenido un congreso excelente. Nos habéis hecho partícipes de pensamientos, deseos, pautas y praxis que compilados en este Manifiesto marcan un hito histórico en esa búsqueda permanente de la óptima relación entre la escena y el público", destacó Martínez el discurso final.

Otra perspectiva

Más de uno tenía sus dudas acerca del evento porque no se había hecho nada igual. El propio Jordi Martí, responsable de Cultura del Ayuntamiento, reconoció su escepticismo inicial. "Cuando recibes una invitación para acudir a un Congreso de Espectadores organizada por el principal empresa privada del país, lo primero que piensas es que será un tema de marketing o una manera de ver cómo vender más entradas", confesó, provocando la risa de muchos en la platea. Pero no, el Congreso impulsado por el hub de pensamiento y creatividad Àfora-Focus ha servido para "romper esquemas", admitió. También para analizar el teatro desde otro ángulo y con otra perspectiva para repensarlo en toda su dimensión.

Los participantes del Congreso de Espectadores durante la lectura del Manifiesto de Barcelona sobre los espectadores de teatro.

Los participantes del Congreso de Espectadores durante la lectura del Manifiesto de Barcelona sobre los espectadores de teatro en el Romea. / ÁLVARO MONGE

"Focus tiene un proyecto cultural que produce espectáculos pero, sobre todo, lo obliga a reflexionar sobre el presente y el futuro de las artes escénicas". Y recordó que todos somos actores y espectadores, como explicó muy bien la australiana Katya Johanson en la conferencia inaugural, algo que quedó patente hace poco en el Liceu, no muy lejos del Romea, con la ópera comunitaria 'La gata perduda' cocreada con los vecinos del Raval.

"Hay que hacer un esfuerzo adicional para ofrecer experiencias pensando en los destinatarios del proceso cultural"

— Pepe Zapata

A Pepe Zapata, comisario del congreso, le han quedado claras tres cosas. La primera: "No tenemos público, sino públicos, pluralidades, formas diferentes de tomar posición como espectador". La segunda: “La cultura nos ayuda a formar parte de la comunidad”. Y la tercera: "Hay que hacer un esfuerzo adicional para ofrecer experiencias pensando en los destinatarios del proceso cultural".

Junto a él Miquel Valls, coordinador del precongreso que puso en sintonía a 50 amantes del teatro de 28 países y cinco continentes, ha considerado que las charlas, mesas de debate y talleres de estos tres días han servido para mostrar que tan válido es "el espectador que quiere dialogar con artistas de manera creativa como aquel que solo va al teatro una vez al año, ve el espectáculo, no dice nada y vuelve a casa". 

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