El Premio Velázquez reivindica el trabajo experimental de la artista Elda Cerrato

El Premio Velázquez de las Artes Plásticas, el más importante del sector en el ámbito hispanoamericano, dotado con 100.000 euros, ha reconocido a la veterana artista visual argentina Elda Cerrato, de 92 años (nacida en 1930 en Asti, Italia), valorando su "amplio y sostenido trabajo artístico experimental, hasta fechas recientes poco reconocido".

En la obra de Cerrato "se entrecruzan territorios aparentemente inconexos: búsquedas espirituales, indagaciones esotéricas, politización radical, capacidad anticipatoria del arte, y una especial llamada de atención sobre la fragilidad de la institucionalidad democrática en América Latina”, ha señalado el jurado del galardón que concede el Ministerio de Cultura.

'Algunos segmentos' (1970), obra de Elda Cerrato, en el Reina Sofía de Madrid.

Fundación Museo Reina Sofía

La memoria individual y colectiva

En sus trabajos, la artista, docente e investigadora, que vive y trabaja en Buenos Aires, siempre ha estado presente el tema de la memoria personal y colectiva, un tema en el que ella misma señala que América Latina y España cuentan con "muchas similitudes". De hecho, el jurado del Premio Velázquez ha reconocido que hable "de la memoria en los bordes para dar cuenta de una trayectoria que se ilumina desde los márgenes de movimientos, instituciones y tendencias artísticas hegemónicas".

Comenzó estudiando bioquímica. Desde muy pequeña se preguntaba "sobre el misterio de la vida" y quería respuestas, pero pronto se dio cuenta de que allí "no iba a recibirlas" y cambió la ciencia, primero por el dibujo y luego por la pintura, explica en una entrevista a Efe. "Siempre he tenido cierta facilidad, empatía, con las artes visuales, sobre todo con la pintura. Soy bastante antigua", añade con ironía.

Dictadura militar

Junto a su pareja, el músico experimental Luis Zubillaga, Cerrato integró desde los años 50 los primeros grupos del maestro místico Gurdjeff en América Latina y otras búsquedas espirituales y filosóficas alternativas. En los años 60 estuvo muy cercana a Aldo Pellegrini, Juan Carlos Paz, Oscar Masotta, vinculada al Instituto Di Tella y más tarde al CAYC. Formó también parte, junto a Juan Carlos Romero, de la fundación del SUAP (Sindicato Único de Artistas Plásticos).

Durante la dictadura militar argentina y en los 60 vivió en Venezuela, donde estuvo activamente integrada en el medio cultural de Caracas y, en particular, en el grupo El Techo de la Ballena. Tras la dictadura, su trabajo hace una llamada de atención a las amenazas que se ciernen sobre la vida democrática, en el continuo contexto de crisis económica política y social que vive Argentina.

Muestra antológica

En 2015, la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde impartía clases, publicó ‘La memoria en los bordes’, que reúne sus archivos, junto con textos de distintas autoras e investigadoras. En 2021, el Museo de Arte Moderno de la capital argentina organizó una exposición antológica de su obra bajo el título ‘El día maravilloso de los pueblos’.

En la actualidad, trabaja junto a su hijo Luciano Zubillaga, en el proyecto audiovisual ‘Family Reunion’, que se presentará en el Museo de Arte Moderno de Shanghai y para el que está empleando imágenes de su propia familia.

En la edición del año pasado, fue la reivindicativa 'performer' cubana Tania Bruguera la ganadora del Premio Velázquez. Antes, el reconocimiento ha recaído en artistas como Antoni Tàpies, Luis Gordillo, Antoni Muntadas, Jaume Plensa y Antoni Miralda.