Adiós a Angela Lansbury, la Jessica Fletcher televisiva

Era bastante habitual, hace décadas, ver a buenos intérpretes cinematográficos que no acababan de despegar en el medio y, sin embargo, triunfaban con un personaje televisivo por el que, a la postre, serían recordados. Angela Lansbury, fallecida este miércoles a los 96 años en Los Ángeles, es uno de estos casos. Como le ocurrió a un buen secundario, Raymond Burr, que se hizo grande en la televisión con dos series, ‘Perry Mason’ e ‘Ironside’, o a Peter Falk, que al margen de sus trabajos en filmes de su amigo John Cassavetes no obtuvo el respecto cinematográfico, pero si el televisivo con su eterno teniente Colombo, Lansbury alcanzó el mayor de los reconocimientos con otra serie detectivesca, ‘Se ha escrito un crimen’, que estuvo en antena entre 1984 y 1996.

Lansbury tenía 60 años cuando comenzó la serie, así que el éxito definitivo le llegó tarde, pero demostró que la televisión no era solo el refugio de las actrices y los actores del Hollywood clásico, sino un medio en el que se podía empezar de nuevo y alcanzar el reconocimiento. Más vale tarde que nunca, debió pensar la actriz nacida en Londres en 1925. Durante esos 12 años hizo pocas cosas más, siempre en el medio televisivo: cinco telefilmes y una aparición en otra serie ochentera de éxito, ‘Magnum’.

En ‘Se ha escrito un crimen’ dio vida a Jessica Fletcher, una profesora de inglés que se jubila y pierde a su esposo al mismo tiempo. Lejos de deprimirse, empieza a escribir novelas de misterio que tendrán tanto éxito como la propia serie. Fletcher vive en un bonito pueblo imaginario de Maine y no se limita a la ficción literaria: si está en un lugar donde se ha cometido un crimen, Fletcher no duda en convertirse en improvisada investigadora y resuelve el caso.

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Era lógico que Lansbury fuera la escogida para encarnar a Jessica Fletcher, ya que el personaje estaba inspirado en la Miss Marple de Agatha Christie y la actriz había interpretado a esta en ‘El espejo roto’ (1980). Al igual que hizo Falk con el desgarbado teniente Colombo, Lansbury proporcionó la necesaria dosis de humanidad e ironía a Jessica Fletcher. Conviene recordar que tanto ‘Colombo’ como ‘Se ha escrito un crimen’ –y antes ‘Mannix’– fueron creadas por la misma pareja de guionistas, Richard Levison y William Link, demiurgos de la televisión popular de intriga de los años 70 y 80.

Después de ‘Se ha escrito un crimen’ hubo poca notoriedad en la carrera de Lansbury, con varios telefilmes protagonizados por la misma Fletcher y alguna comedia de éxito como ‘La niñera mágica’ (2005). Pero antes del triunfo catódico, Lansbury había intervenido en un buen número de estupendas películas, caso de, en sus inicios, ‘Luz que agoniza’ (1944) y ‘El retrato de Dorian Gray’ (1945). Fue después la reina Ana en la danzarina versión de ‘Los tres mosqueteros’ (1948) con Gene Kelly, y compareció en papeles secundarios en ‘Sansón y Dalila’ (1949), ‘Mamá nos complica la vida’ (1957), ‘El largo y cálido verano’ (1958) o ‘Amor en Hawái’ (1961), donde encarnó a la madre de Elvis Presley. En 1962 realizó dos de sus mejores trabajos en un par de películas muy perturbadoras, ‘Su propio infierno’ y ‘El mensajero del miedo’, ambas dirigidas por John Frankenheimer.  Y en 1984 intervinó en el filme de Neil Jordan ‘En compañía de lobos’, magnífica variación fantástica del cuento de Caperucita Roja en la que interpretó a la abuela.

Nominada al Oscar en tres ocasiones como mejor actriz secundaria, solo obtuvo el premio honorífico en 2014. También fue nominada –sin recompensa– al premio Emmy por todas y cada una de las temporadas de ‘Se ha escrito un crimen’. Si que obtuvo un Tony por su trabajo en el musical de Broadway ‘Mame’, en 1966.

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