Transición de género
'Mamá, soy un chico': la transición de género de una adolescente, en viñetas
La francesa Élodie Durand relata en 'Transiciones' el caso real de una madre que aprendió a gestionar la identidad de su hijo, que no coincidía con su sexo biológico
Otros cómics, como 'Us', de Sara Soler, abordan experiencias similares
Anna Abella
Periodista cultural
En esta casa desde 1990. Periodista cultural. Buceando en el mundo de los libros desde 2005.
En ‘El paréntesis’ (Premio Autora Revelación Angulema 2011), Élodie Durand (1976, Tours, Francia) narraba en viñetas cómo afrontó y superó un tumor cerebral, la epilepsia y la pérdida de memoria. Ahora la dibujante francesa, que ya piensa en un próximo cómic sobre la sordera parcial que sufre, vuelve con otra "historia íntima que habla de temas tabú, de identidad y del camino que uno toma cuando se topa con dificultades como estas": ‘Transiciones’ (Andana Gráfica/ Comanegra), basado en la experiencia real de una madre cuando su hija adolescente le dice que se siente chico y que es una persona trans.
La madre, de nombre ficticio Anne Marbot, tuvo que aprender a gestionar la identidad de su hijo, que no coincidía con su sexo biológico y a entender que el modelo binario masculino/femenino que impone la sociedad, que al nacer nos clasifica como niños o niñas, excluye a mucha gente. De toda la familia, que optó por mantener el anonimato, es la que peor llevó el proceso de transición de su hijo Álex. Sintió angustia, temió por cómo sería la vida de su "criatura" como persona trans, qué problemas le surgirían por ello… Fue ella la que contactó con Durand para que contara su historia y esta aceptó.
"En el corazón de este relato está el cuestionamiento de género y para contar el recorrido de aceptación me parecía más fácil hacerlo a través de la madre, que además había escrito un diario. No me sentía legitimada para hablar con la voz de la persona trans, pero la voz de Álex sí está presente, sobre todo con sus ‘e-mails’ al final del libro, y los dos han participado y estado de acuerdo con el resultado final", explica la autora en el patio de la antigua Fábrica Lehmann de Barcelona, donde tiene su sede la editorial Comanegra, que ha inaugurado con este título su nueva colección de cómic en catalán.
En España, el año pasado, fue la dibujante de Barbastro afincada en Barcelona Sara Soler quien contaba también su propia experiencia en el celebrado ‘Us’ (Astiberri), cuando su pareja le reveló que era trans e inició el proceso para convertirse en Diana. No son los únicos cómics que últimamente han tratado el tema: ver el carrusel sobre estas líneas.
Transfobia y suicidios
"La cuestión de género sigue siendo tabú en muchos países -lamenta Durand-, aunque en otros se van adoptando leyes para reconocer los derechos de las personas trans. Hay médicos y psicólogos a favor, que dan seguridad y acompañamiento, pero también los hay en contra, como pasa con el aborto". A la madre le preocupaba la transfobia y las posibles agresiones que se derivan de ella. "Sí. Y también que hay muchos suicidios. Tiene miedo de romper esquemas, de ser diferente, porque ello implica no ser aceptado por la sociedad. Por ello hay que hablar de la defensa de las minorías, de la exclusión", insiste.
Al conocer a Anne, Durand leyó todo lo que pudo sobre identidades trans. "Nos atañe a todos, porque desde que nacemos nos asignan un género, masculino o femenino. No piensas que pueda haber nada más entre esos dos extremos, pero no es tan sencillo: no nos imaginamos el abanico de posibilidades. Aún existen unos condicionamientos sociales, políticos y educativos, y no estamos acostumbrados a cuestionar las normas. Pero no es nada nuevo, existe y ha existido en otras culturas y épocas". Y no es lo mismo sexo biológico, género y sexualidad, recuerda. "Uno debe poder definirse como lo que siente que es sin tener en cuenta los órganos sexuales con los que ha nacido".
Hoy, confirma la autora, "Álex lleva una vida fantástica". "Pero el tema aún es tabú", insiste.
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