Los trabajadores de la Escola d'Escriptura se reunirán el viernes con Passola

Los socios del Ateneu Barcelonès han podido por fin enterarse de primera mano sobre lo que está ocurriendo en el seno de la histórica asociación cultural en una reunión informativa convocada el pasado jueves. Las obras en el histórico edificio de la calle de Canuda número 6 y los actos previstos para conmemorar el 150º aniversario de su construcción figuraban en el orden del día, pero no se han abordado en esta reunión donde han predominado dos temas, el déficit de más 200.000 euros de la institución y la tirante situación entre la Junta Directiva que preside Isona Passola y la Escola d'Escriptura. El viernes, ambas partes tienen prevista una reunión.

"Aunque ha veces ha existido tensión y aspereza, cada uno ha podido explicar su versión. Ha quedado claro que debe haber más diálogo entre ambos porque la escuela es un bien incalculable", señalaba a la salida uno de los socios. "Ha quedado claro que la Escola y el Ateneu están demasiado distanciados. El tono ha sido tenso pero veo voluntad de diálogo", destacaba una mujer. "Me apena que haya este choque entre dos pilares del Ateneu", decía una socia al salir.

"Había cierto olor a naftalina, se nota que hay problemas enquistados. Y no he acabado de entender lo del despido del director de la Biblioteca, no era muy claro. La gerente me ha parecido prepotente", explicaba una de las primeras en abandonar la reunión . "Yo espero que esto se arregle pronto porque la situación es lamentable. Lo que está pasando pone en cuestión el Ateneu", añadía una veterana que no había acudido porque está esperando a que convoquen una asamblea general.

Este septiembre los socios se han enterado por redes sociales y por la prensa de los últimos acontecimientos: el inesperado despido del director de la Biblioteca -que llevará a juicio a la entidad- y que conllevó la dimisión de dos miembros de la Junta Directiva; y el enfrentamiento con la Escola d'Escriptura, una empresa que hasta ahora se ha autogestionado y no tiene problemas económicos. Eso sí, las cuotas de socio que pagaban sus alumnos han disminuido considerablemente desde que las clases virtuales -puestas en marcha a raíz de la pandemia- se hayan convertido en una opción viable para estudiar a distancia.

Para Passola es imprescindible que la Escola, "que ocupa 400 metros cuadrados y no paga ni la luz" ayude a compensar el déficit de este año en el que "los costes de la energía han subido a 120.000 euros generando un déficit no previsto", ha explicado a EL PERIÓDICO. Pau Pérez, codirector de la Escola junto a Lluis Martí López, ha dejado claro en la reunión su postura: no se puede hacer pagar cuota de socio a quien no acude al edificio. Como no ha habido tiempo para hablar de otros temas, la Junta ha decidido organizar otras reuniones para hablar de los actos del 150º aniversario y las obras en el edificio.

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