Inauguración

El nuevo Jamboree 3 de la plaza Reial acogerá una 'jam session' todos los domingos

Las salas Jamboree y Tarantos amplían su oferta con un tercer espacio

La inauguración del Jamboree 3, el jueves por la noche.

La inauguración del Jamboree 3, el jueves por la noche. / Marta Vilardell

Roger Roca

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Hay un nuevo espacio para la música en directo en Barcelona. Durante décadas, en este sótano de la Plaça Reial que da pared con pared con el Jamboree, se despacharon hierbas medicinales. A partir de ahora aquí habrá baile, cabaret, cócteles, exposiciones de fotografía y por supuesto, conciertos. Con el nuevo Jamboree 3, con capacidad para ciento veinte personas, se amplía la oferta del Jamboree y los Tarantos, los locales que desde hace décadas gestiona la empresa Mas i Mas.

El jueves, en la presentación de la sala, el incombustible Joan Mas se felicitaba por la apertura de un nuevo espacio para la música en Barcelona. Una ciudad, aseguró, con gran cantidad de músicos pero con una legislación que hace muy difícil abrir locales donde puedan trabajar. El nuevo Jamboree ha tardado años en ser una realidad, a pesar de que el espacio estaba desde hace tiempo en manos de Mas i Mas. La sala operará bajo la categoría de Espai Cultura Viva, que el Ajuntament de Barcelona puso en marcha en 2019 para proteger la música de pequeño formato en la ciudad. Eso significa que a diferencia de lo que ocurre con Jamboree y Tarantos, su actividad está limitada de las 5 de la tarde hasta la medianoche. “Parece que escuchar música a partir de las 12 de la noche sea malo para la salud”, dijo Mas con ironía, aunque también se lanzó a imaginar posibilidades de futuro para la ciudad. “¡Barcelona podría convertirse en la capital mundial de la música!”.

El pianista Ignasi Terraza, uno de los históricos del Jamboree, estrenó con autoridad el escenario junto a su trío y un par de voces invitadas. El joven cantante barcelonés Lucas Bun, le acompañó en el bolero “Contigo aprendí” con una voz que se intuyó sobrecogedora -ya ha llegado a oídos de Rosalía-. Y Johanna Kergroach subió para cantar un estándar antes de que su grupo, el colectivo Soul Lab, tomara el relevo de Terraza y cambiara jazz por hip hop, r’n’b y sonidos urbanos, ingredientes que también formarán parte de la oferta del nuevo Jamboree 3.

No fueron las únicas colaboraciones de la noche. Los intérpretes de lengua de signos del proyecto enCantados, que promueve las experiencias inclusivas a través de la música, hicieron que los conciertos de Terraza y Soul Lab fueran también accesibles a las personas sordas que asistieron a la inauguración.

Por ahora, el nuevo Jamboree 3, abierto los siete días de la semana, ha anunciado una jam session semanal los domingos. Y a la espera de generar su propia mitología, acoge una exposición con una veintena de fotos tomadas durante los últimos años por Antonio Narváez en el Jamboree original.