Los discos de la semana

Marianne Faithfull, un (doble) acto de justicia

La cantante británica da brillo a su torturada leyenda con una amplia antología que reúne clásicos y rarezas desde los días del ‘swinging London’ hasta los años 90

Los nuevos elepés de Tim Burgess, Benjamin Biolay, Arnau Obiols y Feid, también reseñados

MARIANNE

MARIANNE / David Wedgbury

Rafael Tapounet
Jordi Bianciotto
Ignasi Fortuny
Roger Roca
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Demasiadas veces se ha tratado a Marianne Faithfull cual mascota pop, invocando viejos romances ‘stone’ o apelando al malditismo, la heroína, etcétera. Pero la mirada global a su carrera nos muestra a una artista con causa, culta y sensible, capaz de crear álbumes exquisitos, a corazón abierto, pese a no ser, técnicamente, una compositora.

De su talento creador nos habla esta antología cuyo título alude al poemario de William Blake. Doble álbum que nos lleva de la mano a una aventura de vida que arranca en el corazón del ‘swinging London’, en dulces temas a caballo del folk y el pop, y cruzando el jardín de las delicias y sorteando algunos abismos, desemboca en aquella obra de madurez llamada ‘A secret life’ (1995), con producción y músicas de Angelo Badalamenti. Es el período cubierto por la multinacional Universal: se le escapan obras posteriores tan estimables como ‘Easy come, easy go’ (2008), pero el conjunto es representativo del grueso de su carrera.

Una Lucy Jordan distinta

Con todo, ‘Songs of innocence and experience 1965-1995’ pretende ser a la vez un recopilatorio para no iniciados y un volumen de rarezas, misión complicada que consuma a grandes rasgos, aunque deslizando algunas excentricidades: se permite ignorar su tema más conocido, ‘As tears go by’ (de Jagger y Richards), y ofrece un heterodoxo ‘original mix’ de otro ‘highlight’, ‘The ballad of Lucy Jordan’ (popularizado vía ‘Thelma & Louise’), aquí sin sus distintivas capas de sintetizadores. Un detalle este más apreciable por los ‘completistas’.

Pero el recorrido permite apreciar las distintas estaciones de la cantante, empezando por sus citas juveniles a Jackie DeShannon y a Malvina Reynolds (la ecologista ‘What have they done to the rain’), con parada en la recuperada toma original de ‘Sister morphine’, su más turbia conexión ‘stone’. La selección se eleva a partir del ecuador con las aproximaciones a ‘Broken English’ (1979), su Santo Grial post-punk, allí donde la voz de Faithfull se muestra más rota y resabiada. Y en ese espectral ‘Strange weather’ (1987), con Hal Willner a los mandos y la guitarra de Robert Quine.

Para los más conocedores, el álbum ofrece unas cuantas golosinas: purificadoras adaptaciones de ‘Chords of fame’, de Phil Ochs (destinada a un álbum perdido de 1971), y ‘The calm before the storm’, de Lou Reed y Rubén Blades, que grabó para otra obra malograda 20 años después, así como el blues tradicional ‘I’m in love again’. Tomas en directo no incluidas en ‘Blazing away’ (1990), como la del estándar de los años 30 ‘Boulevard of broken dreams’, un ‘Yesterday’ capturado en los estudios de la BBC y ‘Nuit d’éte’, versión en francés de ‘Summer nights’. Raras perlas que aportan nuevos relieves a una obra que no pierde poder de seducción y a la que podemos volver una y otra vez. Jordi Bianciotto

Otros discos de la semana

El sexto disco en solitario del ex-’frontman’ de los Charlatans es un doble elepé de 22 canciones y 88 minutos, derroche que, de entrada, provoca arqueo de cejas y chasqueo de lengua. Pero sería una lástima que su apariencia excesiva disuadiera a los posibles oyentes, porque ‘Typical music’ es un gozoso festín de pop excéntrico de mirada amplia en el que se destilan múltiples géneros e influencias (del pasodoble psicodélico a los Sparks) sin que el conjunto pierda interés ni coherencia. Rafael Tapounet

Después de ‘Grand prix’ (2020), una de las cimas de Biolay, este ‘Saint-Clair’ aguanta la mirada situándose en su estela y dejándose inspirar por el monte que se eleva junto a la mediterránea Sète, donde están sus orígenes familiares. Álbum un poco más despeinado, más rock, si bien vuelve a lucir su don por la melodía distinguida abrazando la balada vaporosa (‘Santa Clara’, con Clara Luciani, ex-La Femme), el cabaret disco (‘Numéros magiques’) o el recogimiento acústico (‘La traversée’). J. B.

Quédate con quien te quiera como Arnau Obiols quiere a su montaña. O con quien te cante como Obiols canta a sus ancestros, a sus raíces y a su entorno. Obiols, cruce entre explorador del sonido y trovador, se empapa una vez más de su tierra. Los Pirineos son paisaje y musa de canciones que podrían ser ancestrales o del futuro. A veces suenan ásperas y otras veces dulces, pero son siempre hipnóticas. Tanto, que es fácil olvidar que a ratos aquí no hay más que voces y percusiones. Un latido propio. Roger Roca

El colombiano Feid explotó y su onda expansiva sigue imparable. Uno de los nombres del momento en el reguetón -en este nuevo trabajo están tótems como Yandel o el productor Sky Rompiendo- ha publicado nuevo álbum, y de manera precipitada. Le piratearon el disco -se lo tomó con humor como indica el título- y lo soltó antes de tiempo ya que estaba previsto para diciembre. Feid, o Ferxxo, ha lanzado 15 canciones pegajosas con la potencia melódica que le caracteriza, un ingrediente infalible para la viralidad. Ignasi Fortuny

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