Crítica de música

Dudamel emociona en el Liceu con la Orquesta de la Opéra de París

El director venezolano ofreció una intensa lectura de la ‘Novena Sinfonía’ de Gustav Mahler en la víspera de la inauguración de la temporada liceísta

Gustavo Dudamel, en el Liceu, al frente de la Orquesta de la Opéra de París

Gustavo Dudamel, en el Liceu, al frente de la Orquesta de la Opéra de París / A. Bofill

Pablo Meléndez-Haddad

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La víspera de la inauguración de la temporada liceísta, el Gran Teatre barcelonés se apuntó un gran éxito con la visita de la Orquesta de la Ópera de París liderada por su titular, el mediático Gustavo Dudamel. Una verdadera lástima, en todo caso, que el intercambio del Liceu con la Opéra parisina no se haya desplegado en igualdad de condiciones. Parece ser que la institución francesa debía sí o sí sacar rédito de la visita insertando la actuación en el Liceu dentro de una gira, y con una obra sinfónica, nada que ver con la presencia de la Simfònica liceísta en la Opéra, que solo tenía que actuar en París y con una ópera. Una pena, porque si se hubiese venido con una obra lírica los liceístas hubiesen podido disfrutar de este conjunto extraordinario en su elemento natural.

Por otra parte, que el teatro lírico barcelonés haga competencia directa a las otras salas de concierto de la ciudad –en plena crisis de público– tampoco es muy alentador. Pero el mercado manda, y al final el Liceu sumó un nuevo triunfo con este concierto extraordinario que agotó las localidades. El resultado artístico sacudió a los asistentes por la profundidad y belleza conseguidas; el conjunto parisino demostró una ductilidad impresionante ante un Gustavo Dudamel pletórico en una obra inmensa y difícil como es la 'Novena Sinfonía' de Mahler.

El laborioso trabajo de Dudamel, reflejado en mil detalles de agógica y dinámicas, construyó un discurso apoteósico, transparente y aterciopelado, con todo en su sitio. Sin partitura –‘of course’–, el maestro venezolano sacó brillo a las espectaculares posibilidades de fraseo de la orquesta esculpiendo un monumento a la Humanidad, a la Naturaleza, reproduciendo de manera sublime el adiós a la vida y a la música del compositor bohemio y, de paso, dejando al conjunto en el ‘top’ de las sinfónicas mahlerianas.

El público ovacionó el trabajo de los artistas que fue retransmitido en directo por la plataforma Liceu+ y por Canal Mezzo TV. Sí, el Gran Teatre al menos aprovechó la oportunidad para divulgar su nombre más allá de agotar el papel, aunque quienes vieron el espectáculo desde otras ciudades habrán alucinado al comprobar cómo parte del público insistía una y otra vez en aplaudir entre cada movimiento como si de arias de ópera se tratasen.

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