Los 5 viajes por el interior de Andalucía que te robarán el corazón

Más allá de su litoral, Andalucía esconde verdaderos tesoros en su interior. Sus pueblos, sus paisajes, la gastronomía y el sinfín de experiencias disponibles le otorgan una personalidad muy propia. Es el momento de levantar la toalla de la playa y adentrarse en el medio rural para desconectar de la rutina.

Un viaje por el interior de Andalucíaes una experiencia difícil de olvidar. Este territorio del sur de España ofrece un montón de opciones. La fusión entre el pasado y el presente es una realidad que se mezcla con parques naturales en los que olvidarse del estrés.  

¿Quieres visitar la esencia del interior andaluz? En este artículo te ofrecemos cinco opciones con las que podrás disfrutarlo en todo su esplendor.

1. Los secretos de Úbeda y Baeza

Úbeda y Baeza son verdaderas joyas que ha sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A una distancia de 15 minutos entre la una y la otra, son una de las visitas obligadas del interior andaluz.

Úbeda es una ciudad señorial y con mucho arte. La Capilla del Salvador, el Oratorio de San Juan de la Cruz o la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares son solo algunos de los rincones por los que merece la pena perderse.

La historia y el arte han ido tejiendo la trayectoria de este municipio. En sus calles silenciosas de piedras doradas los edificios renacentistas llenan cada rincón, mezclándose con otros estilos también presentes en el municipio. Tal es su belleza, que el escritor Antonio Machado encontró la inspiración en sus calles.

En un paseo por Baeza puedes encontrarte con monumentos como la Plaza del Pópulo, la Catedral, el Palacio de Jabalquinto o el Palacio de los Majorada. Sus Casas blancas, portadas, pórticos, torres, plazas y fuentes son una verdadera seña de identidad.

Semana Santa y otoño  son las mejores fechas para visitar estas dos ciudades y vivir una experiencia más completa. En breves, por ejemplo, Úbeda celebrará la feria de San Miguel y Baeza la romería de la Yedra.

2. La magia de Ronda

En Málaga hay un municipio que es de visita obligada. La imponente Ronda, dividida el Tajo de Ronda, es un lugar cargado de leyendas de bandoleros y toreros que te trasladan a otros momentos de la historia. Todo ello con la magia que impregna su paisaje rodeado por las sierras.

La antigua medina, el río Guadelevín, los valles, las gargantas estrechas o las cuevas milenarias donde quedan huellas de la prehistoria como La Pineta y el Gato también merecen una visita.

En la misma Serranía de Ronda se puede disfrutar del parque natural de la Sierra de las Nieves. Un lugar que, además de permitirte descubrir barrancos y tajos increíbles, cuenta con pueblos como El Burgo, Tolox o Yunquera.

3. La Alpujarra de Granada

Las casas blancas y las flores en los balcones son dos elementos muy identificativos de la Alpujarra granadina y sus pueblos situados en las faldas de Sierra Nevada. Un territorio lleno de personalidad y de una naturaleza muy viva.

Sus municipios, rodeados de almendros y viñedos, muestran una imagen muy peculiar que se adapta a la orografía. Las casas se construyen de forma escalonada para adaptarse al desnivel y están orientadas al sur para gozar del clima mediterráneo. Y si el visitante quiere degustar algo típico, el jamón de Trévelez (municipio más alto de España), es uno de los mejores manjares de la región.

Las aguas mineromedicinales de Lanjarón, la conocida como Puerta de la Alpujarra, son tu plan perfecto para relajarte. Cañar, Soportújar, Carataunas forman El Balcón de la Alpujarra, y el Barranco de Poqueira, por otro lado, lo componen Pampaneira, Capileira y Bubión, de visita obligada.

4. La Sierra de Cazorla

El Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas es Reserva de la Biosfera por su belleza paisajística y riqueza biológica. Es un rincón enorme que cuenta con una gran cantidad de patrimonio cultural. ¿Te gusta el verde, el aire puro y la tranquilidad? Este es uno de los paisajes naturales más visitados de España.

La violeta de Cazorla es solo una de las flores que se esconden en sus bosques. En un paseo por sus caminos no es raro encontrarse con la cabra montesa, los ciervos o los jabalíes, parte de su fauna.

La Iruela, Cazorla, Arroyo Frío, Hijonares o Quesada, entre muchos otros, son algunos de los pueblos que se pueden visitar en el lugar. También es de obligada visita el Embalse de Tranco, una belleza absoluta y la tranquilidad de su ambiente te regalará un momento inigualable.

5. La Sierra de Grazalema, en el interior andaluz

En la provincia de Cádiz se encuentra la Sierra de Grazalema, uno de los rincones más bellos del interior de Andalucía. En este lugar se puede disfrutar de la Ruta de los Pueblos Blancos, una ruta que se adentra en el Parque Natural de Grazalema, declarado Reserva de la Biosfera.

Entre los pueblos que merecen una visita se encuentran la localidad de Grazalema o Zahara de la Sierra, uno de los más conocidos y singulares. Con las casas excavadas de Alcalá del Valle y Setenil de las Bodegas también te irías de Cádiz con buen sabor de boca.

Declarado Monumento histórico-artístico, Arcos de la Frontera es uno de los pueblos blancos más célebres, al que le siguen Ubrique, El Bosque y Prado del Rey, conocidos, además de por sus paisajes, por su artesanía. También merecen una visita Benaocaz, Bornos, Espera, Villamartín y Olvera, cada uno con sus fiestas, sus peculiaridades y su fauna: colonias de buitres leonados, cabra montés, ciervo, corzo, meloncillo o águilas.

¿Quieres conocer más rincones del interior de Andalucía? Consulta en este enlace.