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Enrique López Lavigne

Enrique López Lavigne

Productor de cine

'Je vous salue, God-art'

El cineasta francés Jean-Luc Godard

El cineasta francés Jean-Luc Godard / Ar

Ha muerto Godard o eso decía la portada de 'Libération' esta mañana, pero no me lo creo mucho porque Godard ha muerto mil veces y se ha reinventado otras mil. Quizás esa sea la característica principal de Godard el cineasta, el crítico, el ensayista, el político, el tenista, el iconoclasta provocador e impertinente, creador de la Nouvelle Vague, pedante y contundente en su argumentario: su enorme talento en ir por delante de todos, para mutar conceptos inalterables, para reinventar el cine y el personaje, una y mil veces. Ese don, del que solo disponen los eternos como Welles o Bresson. Quizás hoy no era el mejor día para que escribiera estas líneas porque me dejo arrastrar por la emoción, el Vent d’Est y comprendo que mucho de lo que soy se lo debo a esa mirada retadora, la de alguien que nunca da las cosas por sentadas. La del guerrillero individualista que hace su propia guerra, como cuando abandonó su época dorada y rompió con sus amigos por Jean-Pierre Gorin y los trotskistas. 

Se lo debo a Javier de Garcillán, para el que trabajé y que trajo sus películas a su templo madrileño del cine Alphaville, un fortín de la cinefilia que sufrió el asedio de los católicos en el estreno de 'Je vous salue, Marie' en 1985 y que tenia colgada su foto en ese precioso bar de madera, decorado por Pirro, donde tuve ocasión de conocerle y balbucear algunas palabras con el. Hoy no somos conscientes de la importancia de estos iconos que permiten que el arte avance. El cine mayúsculo del Godard de la última época, el de los ensayos sobre el cine y la imagen en 'Histoire(s) du cinéma', el que recorría las hazañas del Barça y la Republicana Barcelona en 'Film socialisme', el de 'Le livre d'image' para el que se inventó el mismo Festival de Cannes una Palma de Oro especial y el de la deconstrucción de la imagen en 3D en su elegiatico y extraordinario testamento 'Adieu au langage'... ese ya pertenece a los museos y de hecho se estrenaron en el MOMA, como un avance de lo que se avecinaría…como en 'Alphaville'. 

En ese último disfraz, me lo volví a encontrar de la mano de mi amigo y amigo suyo, productor y distribuidor Vincent Maravall. Solo hablaba de fútbol y tenis (su gran pasión) y seguía pensando en su próxima reinvención mientras fumaba puros enormes que le ocultaban bajo una nube tóxica de humo negro. 

Hoy solo pienso en su siguiente reencarnación. 

Ese que firmaba "Un film de Jean-Luc Godard" y que luego se hizo llamar JLG. Ese que se levanta de un salto, después de recibir un disparo por la espalda una vez que los créditos funden a negro 'Al final de la escapada'. 

Ese que hoy no ha muerto