Obituario

Muere Just Jaeckin, director de 'Emmanuelle' y rey del 'softcore'

El cineasta francés, fallecido este martes a los 82 años, dirigió en los 70 las exitosas y escandalosas ‘Emmanuelle’ e ‘Historia de O’

El director Just Jaeckin, en compañía de las actrices Sylvia Kristel (izquierda) y Corinne Cléry, en el estreno de 'Historia de O' en 1975

El director Just Jaeckin, en compañía de las actrices Sylvia Kristel (izquierda) y Corinne Cléry, en el estreno de 'Historia de O' en 1975 / Archivo

Quim Casas

Quim Casas

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"Luchan corazón y muerte dentro de Emmanuelle, que amor busca de verdad", cantaba José Guardiola en la versión con letra en castellano del tema principal del filme ‘Emmanuelle’, lanzado en 1974. Ese es también el año de estreno en Francia de la película realizada por Just Jaeckin que se convirtió en el gran éxito del cine ‘softcore’. El filme que alborotó a medio mundo –hoy no escandalizaría a nadie– y que motivó en España miles de excursiones más allá de los Pirineos para ver una cinta tan prohibida por la censura franquista como ‘El último tango en París’. No se estrenó en salas españolas hasta enero de 1978.

El director fue Just Jaeckin, quien quedó estigmatizado por el éxito y escándalo de aquella cinta fotografiada con filtros ‘flou’ que narraba los deseos de la joven esposa de un diplomático francés en Bangkok, iniciada en el sexo por una adolescente –la celebrada secuencia del avión– y por un hombre maduro que le abre infinitas posibilidades en los misterios de la carne.

Jaeckin hizo muy pocos filmes más, y siempre los rodó bajo el paraguas de este estilo de cine erótico burgués y de estética vaporosa, que se quedaba a medio camino de lo sugerido y lo explícito. La estrella de ‘Emmanuelle’, Sylvia Kristel, falleció en 2012, y ayer se fue su director, a los 82 años. Pudieron criticarlo duramente, pero lo cierto es que ‘Emmanuelle’ estuvo 13 años proyectándose en París ininterrumpidamente.

Paladares burgueses

En el fondo, Jaeckin prolongó lo que había hecho Roger Vadim con sus películas de similar erotismo escandaloso de los años 60–‘Y Dios creó a la mujer’, ‘Las relaciones peligrosas’, ‘Barbarella’–, solo que con momentos un poco más subidos de tono y substituyendo a Brigitte Bardot, Annette Vadim y Jane Fonda por Kristel y Corinne Cléry, las dos actrices que mejor representan aquella línea de erotismo cinematográfico para paladares burgueses.

Jaeckin orientó sus primeros pasos hacia la pintura, la escultura y la fotografía, trabajando para ‘Paris Match’, ‘Vogue’ y ‘Elle’, pero en 1973 recibió el encargo de realizar la adaptación de una novela de considerable éxito escrita por Emmanuelle Arsan. La repercusión de ‘Emmanuelle’ hizo que Jaeckin intentara repetir la fórmula al año siguiente con ‘Historia de O’, en la que Corinne Cléry encarna a una joven dispuesta a convertirse en esclava sexual. El filme vulgarizaba algunas consideraciones sobre sexo y sadismo del Marqués de Sade, pero fue el escándalo esperado.

‘Madame Claude’ (1977) no dejó de lado el erotismo de salón, pero introdujo una trama de intriga, contó con la madura François Fabian y Serge Gainsbourg compuso la música. Como siempre dijo que sus filmes eran románticos, hizo la estrambótica ‘Hombre objeto’ (1978), sobre la búsqueda del último gran amante romántico masculino. No pudo faltar en la antología ‘Colecciones privadas’ (1979), codirigida con otros dos expertos en la materia, Shuji Terayama y Walerian Borowczyk. En su episodio, ‘La isla de las sirenas’, sobre un náufrago que llega a una isla donde le espera una atractiva mujer, contó con Laura Gemser, la actriz indonesia que había protagonizado ‘Emmanuelle negra’ y media docena más de derivaciones de ‘Emmanuelle’.

Jaeckin y Kristel se reencontraron en 1981 en una versión edulcorada de ‘El amante de Lady Chatterley’, de D. H. Lawrence, y el director volvió al redil del erotismo sado maso, mezclado con aventuras exóticas, en su último filme, ‘Gwendoline’. Realizó después anuncios publicitarios y un videoclip de Elton John.

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