Crítica de cine

'Tadeo Jones 3. La tabla esmeralda': La aventura se expande y no cesa

La saga de Tadeo Jones se completa con una aventura definitiva en la que mejora la tecnología y también el arco narrativo de los personajes

Fotograma de 'Tadeo Jones 3. La tabla esmeralda'.

Fotograma de 'Tadeo Jones 3. La tabla esmeralda'. / El Periódico

Beatriz Martínez

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Vuelve Tadeo Jones, o lo que es lo mismo, la franquicia de animación más rentable del cine español. Desde que se convirtiera en un fenómeno inesperado en 2012, la saga no ha parado de crecer y de mejorar en cuanto a calidad técnica. Pero en esta tercera parte da un salto exponencial y además de alcanzar un mayor grado de virtuosismo, su trama se encuentra mejor articulada, su estructura resulta más ágil, es más aventurera, más divertida y tiene mejores ideas. 

Desde el principio Tadeo Jones se convirtió en una especie de españolito medio, a la medida, digamos, de José Luis López Vázquez en sus comedias, pero ahora, el 'leit motiv' es que quiere ser reconocido por sus logros, y eso le frustra, un mensaje más dirigido a los adultos que a los pequeños cuyo mayor interés sigue siendo la momia inca que se ha convertido en todo un icono de la saga. Por supuesto, su protagonismo cobra una mayor relevancia, así como la de un nuevo personaje arrebatador, otra momia, en este caso egipcia, que acaparará buena parte de la función. 

'Tadeo Jones 3. La tabla esmeralda' es un divertimento libérrimo en el que el espíritu de India Jones está más presente que nunca. Pero más allá de similitudes, se agradece la capacidad de inventiva, de ir más allá de los espacios explorados, de arriesgar y mejorar. Todo un logro.  

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