Crítica de teatro

'Next to normal immersive', un musical de otra dimensión

La norteamericana Alice Ripley brilla como Diana Goodman en la estimulante versión envolvente con proyecciones digitales de este premiado musical de Broadway con el que ganó el Tony como mejor actriz

Immersive Next to normal

Immersive Next to normal / Sergi Panizo

Marta Cervera

Marta Cervera

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Descubrir terrenos nuevos en el mundo del espectáculo no es tarea sencilla. Los productores de 'Next to normal immersive' lo han logrado a través de un musical que en su día ya dejó huella, 'Next to normal', premiada obra de Brian Yorkey (libreto) y Tom Kitt (música), el 'Casi normales' que Nina hizo en Barcelona. Su propuesta en un espacio diferente a un teatro con una escenografía digital envolvente en 360 grados atrapa al público. Desde el primer momento uno siente que forma parte del espectáculo con los artistas muy cerca paseando entre los espectadores con naturalidad. Increíble el trabajo de los actores, especialmente el de Alice Ripley que triunfó en Broadway -en 2009 se llevó el premio Tony por su interpretación de Diana Goodman- con este exigente rol, el de una mujer con trastorno bipolar a quien los diferentes tratamientos psiquiátricos casi destrozan. Ripley y el personaje que representa a un ser querido que solo ella ve y que borda el joven Lewis Edgar, ofrecen algunos de los momentos más potentes de esta nueva versión de una hora de duración aproximadamente dirigida por Simon Pittman.

No brillan igual aunque ofrecen solventes interpretaciones tanto Andy Señor Jr. como abnegado esposo que siempre intenta ver el lado positivo de todo y apoya a su mujer; Jade Lauren, como la hija adolescente que se siente invisible en casa, y Eloi Gómez, que encarna a su novio, el único intérprete catalán.

Las escenas con el psiquiatra, interpretado por Adam Pascal, otro potente actor de Broadway, que aparece proyectado -deformado a veces con unos efectos muy logrados que reflejan las alucinaciones de la protagonista- es uno de los aciertos del montaje cuyas creaciones digitales son obra de Desilence (Tatiana Halbach y Søren Christensen). A veces evocan estados de ánimo, otras sitúan al espectador en un lugar y espacio determinados.

El musical impacta sobre todo cuando las proyecciones envolventes, que ocupan las cuatro paredes y el suelo del Ideal, se animan con símbolos e imágenes que permiten bucear en la mente alterada de la protagonista.

El montaje es más breve que la obra original quizá porque el público no soportaría más de una hora en unos taburetes bajos repartidos por la sala. Esta nueva versión concentrada de 'Next to normal', creada por los mismos autores del musical, funciona y engancha. Lo malo es que la música que acompaña a los cantantes está grabada. Pese a ello, hay que aplaudir esta nueva fórmula que ha seducido al público -el montaje ha prorrogado hasta el día 14- y ha despertado el interés internacional.

'Next to normal immersive', una coprodución entre la empresa argentina Del Campo Global, la productora catalana Layers of Reality y Festival Grec, se verá entre otros en espacios similares al Ideal en ciudades como Madrid, Chile y Nueva York.

Suscríbete para seguir leyendo