Entrevista

Adrian Tchaikovsky: el zoólogo que palpa la mente de los alien

Tras un alcanzar el éxito por la vía lenta, el escritor británico se está situando en primera línea de la ciencia ficción: en poco tiempo se han traducido al castellano y catalán cinco de sus obras más destacadas

Adrian Tchaikovsky, en el festival Celsius de Avilés.

Adrian Tchaikovsky, en el festival Celsius de Avilés. / María Fuentes / La Nueva España

Ernest Alós

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El premio Arthur C. Clarke para su novela 'Herederos del tiempo' puso en primera fila a Adrian Tchaikovsky (Woodhal Spa, Lincolnshire, 1972) después de unos inicios difíciles: después de no conseguir publicar hasta 2008, y dedicado a tienpo completo a la escritura solo desde 2018, lleva publicados 40 libros ("y creo que en 2024 ya llevaré 50”, añade) saltando de la ciencia ficción a la fantasía. Zoólogo de formación, fue capaz de ponerse en la mente de una raza de arañas inteligentes sin que piensen como hombres con ocho patas, o tantear cómo interactuarían con los humanos una raza de alien del tamaño de una Luna en el reciente 'Huérfanos de la Tierra' (Alamut). Y en sus novelas cortas (tres de ellas traducidas, solo al catalán, por la editorial Chronos) amplía su abanico hasta el infinito (el cambio climático en 'Trescafocs', los viajes en el tiempo, con guerras y alosaurios, en 'Un dia tot això serà teu' o los remanentes de una sociedad tecnológica tras un colapso planetario en 'Antic Llinatge'. Hablamos con él en el Festival Celsius de Avilés.

¿Cómo lo hace para ser tan prolífico?

Lo que hago es planificar mucho y escribir rápido. Pocas veces tengo que volver atrás y reescribir secciones enteras de mis libros, cuando acabo la primera versión es bastante similar al libro que enviaré al editor. Se trata de tener un proceso efectivo.

En muy poco tiempo cinco de sus obras han llegado al publico lector en castellano y catalán. Diría que las editoriales de aquí han elegido los títulos más maduros de su producción.

La selección de libros en español y catalán es muy interesante y muy diferente de la que se ha hecho en otras lenguas. Y creo que es la mejor selección. Tenéis el que considero mi gran libro, ‘Herederos del tiempo’, tenéis el inicio de mi nueva serie, ‘Huérfanos de la tierra’, que también será grande, y una selección muy interesante de mis mucho menos conocidas novelas cortas traducidas al catalán, además de ‘Spiderlight’ (Alethé).

¿Cuál faltaría en esta 'shortlist'?

‘Dogs of war’ [escrito desde el punto de vista de un sicario producido por bioingeniería]. Es mi libro preferido, creo que es en el que equilibro mejor la ciencia ficción y las voces de los personajes.

¿Cómo aplica su formación como zoólogo en sus libros?

El estudio del comportamiento animal es un área que está explotando en estos momentos, hay un gran número de investigaciones realmente interesantes. Las teorías generales previas, cuando yo estudiaba en los años 90, no eran realmente útiles, trataban a los animales como robots, no como seres vivientes, y recientemente esto está cambiando. Se entiende cada vez más cómo los animales pueden pensar, sentir como una criatura viva, lo que para mí resulta bastante obvio pero era un punto de vista que no se apoyaba precisamente desde el campo de la ciencia durante mucho tiempo. Por ejemplo, ‘Herederos del tiempo’ está basado en un estudio sobre el comportamiento de las arañas. Y estoy muy atento a las últimas investigaciones y utilizándolas como inspiración.

"Ponerme en el lugar de arañas, pulpos o mentes aún más ajenas a nosotros es un reto que me estimula"

Su principal reto es imaginar formas distintas de percibir y pensar, no antropomórficas.

Sí. Lo más importante para mí es que es algo que disfruto, es un reto que me estimula, ponerme en el lugar de arañas, pulpos o mentes aún más ajenas a nosotros.

Solo hay un paso entre imaginar cómo peinsa un invertebrado y cómo pensaría un alien, ¿no?

Es un solo paso, pero es un paso enorme, porque incluso una araña estará más cerca de nosotros que un alien, porque tenemos los mismos orígenes en el mismo mundo. Intento darle vueltas a cómo pensaría una criatura realmente alien y es un ejercicio totalmente distinto. Incluye pensar qué áreas en común podríamos tener con alguien que viene de una biología y evolución completamente distintas. En ciencia ficción sueles partir de la asunción de que algunas cosas en la Tierra han de ser iguales en todas las partes donde surja la vida, pero intento revisarla, porque no está necesariamente justificada. Por ejemplo, sueles encontrarte con que la gente se enfrenta a los alien a través del ADN. Pero un alien puede tener otro mecanismo para transmitir información a otras generaciones, si es que tienen generaciones, algo que tiene sus raíces en la tierra. Donde incluso hay seres que utilizan el RNA y no el ADN.

Tuvo que trabajar como secretario judicial en el departamento de disputas comerciales de su condado. En ‘Huérfanos de la tierra’ proyecta también este trabajo alimenticio en un particular personaje de 'Huérfanos de la Tierra'.

Sí, y me he divertido a mí mismo creando a una abogada espacial. En la ciencia ficción si existe la ley es la ley criminal, resolviendo crímenes, con juicios dramáticos, pero el tipo de ley con el que traté no es nada dramático, y es el 90% de lo que implica la ley. La mayoría de veces tratamos de dinero, contratos… si tenemos un abogado en el espacio será de lo que debería tratar.

La tripulación de ese libro, como en los libros de Becky Chambers, podría definirse como 'Friends' en el espacio.

Es muy habitual en la ciencia ficción centrarse en esos pequeños grupos que son una tripulación en medio del espacio. Becky Chambers lo hace extraordinariamente bien, me gusta muchísimo, lo que aparece en sus obras es el modelo perfecto de lo que es una familia de elección.

Y mezcla ciencia ficción de altos vuelos, con implicaciones casi místicas, con mucho combate espacial.

Cuando estaba escribiendo la novela que se titulará en España 'Herederos del caos', la secuela de 'Herederos del tiempo', me encontré a mí mismo frustrado intentando ser muy realista en lo que respecta a la física y los efectos de viajes larguísimos en el espacio, así que escribí otro libro con combates espaciales y viajes más rápidos que la luz y enormes monstruos de la medida de una Luna destruyendo planetas, sí, pero sin volverme totalmente loco. Alguna lógica debía mantener. Cuando intentas hacer algo a gran escala, puedes hacer como en 'Star Treck', que por extraños que sean los alien siempre son capaces de hacerse entender por los humanos, e interactuar con la tripulación de la 'Enterprise', o puedes asumir que una entidad inconmensurable puede sencillamente no entender qué son los humanos ni interactuar de una manera comprensible; si son tan diferentes y grandes, quizás no pueden rebajarse a nuestras dimensiones.

"La ciencia ficción debe incluir el cambio climático en cualquier cosa que escribamos sobre un futuro próximo. Si lo que hacemos es hablar de potenciales futuros, no hay ningún futuro potencial que no esté afectado por el cambio climático"

Con el Reino Unido fundiéndose este verano, su novela corta sobre una Tierra desértica, ‘Firewalkers’, es más oportuna. ¿Escribirá más ficción climatica?

Efectivamente. Seguramente en 2024 publicaré ‘Saturation point’, otro libro sobre el cambio climático. Planteo qué pasaría si no faltase agua sino si hubiese demasiada agua. No en el sentido de las inundaciones sino partiendo del concepto de la ‘wet bulb temperature’, un punto en el que con mucha humedad en el aire y una alta temperatura ya no puedes refrescar tu cuerpo a través del sudor y, en resumen, te cueces. En la última novela de Kim Stanley Robinson sucede brevemente pero, ¿y si la cosa fuese a más? Busco la manera de escribir sobre el cambio climático de manera que le diga a la gente ‘eh, que esto es una amenaza real’. Para un lector británico hablar de desiertos es como decirle que ese es el problema de otra gente, para evitar esto les hablo de agua, a ver si en Inglaterra lo pillan.

¿Cuál debería ser el papel de la ciencia ficción ante el cambio climático?

La ciencia ficción debe incluir el cambio climático en cualquier cosa que escribamos sobre un futuro próximo, aunque no sea el tema principal. Si lo que hacemos es hablar de potenciales futuros, no hay ningún futuro potencial que no esté afectado por el cambio climático, por supuesto no en los próximos 10, 20, 30, 40, 50 años. 

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