La trastienda del maestro

Richard Avedon, delante de la cámara

FotoNostrum acoge una exposición de imágenes del genio neoyorquino captadas entre bastidores por su colaborador Gideon Lewin

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First Portrait.1965�GideonLewin.jpg / Gideon Lewin

Rafael Tapounet

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Richard Avedon (1923-2004), el estadounidense que elevó la fotografía de moda a la categoría de arte mayor y que definió las bases del retrato contemporáneo con sus célebres imágenes en blanco y negro sobre fondo neutro, es el protagonista absoluto de la exposición que desde el 21 de julio hasta el 2 de octubre, en estreno mundial, ocupará las dos plantas del espacio FotoNostrum de Barcelona. Con una singularidad: en esta ocasión, Avedon no está detrás de la cámara sino delante de ella. Porque el autor de las 130 fotografías que componen la muestra ‘Avedon. Behind the secenes: 1964-1980’ es Gideon Lewin (Jerusalén, 1939), que durante 16 años trabajó como jefe de estudio y asistente del legendario fotógrafo neoyorquino.

Comisariada por la diseñadora y coleccionista (y esposa de Lewin) Joanna Mastroianni, la exposición brinda una fascinante inmersión en la trastienda del trabajo de Avedon, un perfeccionista obsesivo cuyos métodos aparecen aquí documentados con una equilibrada mezcla de respeto profesional y ambición artística. “Richard era un genio, una mente creativa infatigable capaz de mirar a la vida y trasladar lo mejor de ella a sus fotografías –relata Gideon Lewin-. En ese proceso, yo era el facilitador que le ayudaba a llevar a la práctica sus visiones”. Un facilitador en el que Avedon reconoció no solo una gran habilidad técnica sino también un talento visual poco frecuente, y de ahí que le animara a tomar la cámara para recoger todo lo que sucedía alrededor cuando él mismo se embarcaba en algunas de sus producciones más importantes.

Deslumbrado por sí mismo

La muestra se abre con un retrato de 1965 tomado durante la preparación de una exposición en la agencia de publicidad McCann-Erickson (la misma que en la serie ‘Mad Men’ acaba comprando la compañía en la que trabaja Don Draper). Joanna Mastroianni confiesa sentir “una especial debilidad” por esta foto, en la que Avedon contempla con un gesto de admiración y sorpresa su propia obra colgada en las paredes, “como si acabara de descubrir su valía como fotógrafo”.

Una valía que lo había llevado a convertirse en el fotógrafo principal de la revista ‘Harper’s Bazaar’, publicación que abandonó ese mismo año para unirse a ‘Vogue’, en cuyas páginas publicó durante más de dos décadas algunos de sus reportajes más destacados. Ninguno de ellos superó en ambición a la sesión de fotos que en octubre de 1966 protagonizaron la supermodelo alemana Veruschka y un gigantesco luchador de sumo en la isla japonesa de Hokkaido. Fueron cinco semanas de trabajo en un paisaje nevado que requirieron la presencia de hasta 26 camiones cargados de material. Gideon Lewin se ocupó de documentar aquella odisea que ha pasado a los anales como la producción de moda más épica de todos los tiempos. “Y la más cara en la historia de la editorial Condé Nast”, apunta Mastroianni.

Richard Avedon y el luchador de sumo, bajo la nieve en Hokkaido en 1966.

Richard Avedon y el luchador de sumo, bajo la nieve en Hokkaido en 1966. / Gideon Lewin

Otro episodio de gran importancia histórica al que la exposición reserva un espacio considerable es la ‘Master Class’ que en 1967 reunió en el estudio que Avedon tenía en el Upper East Side a un grupo de jóvenes fotógrafos cuyo trabajo era valorado por invitados tan acreditados como Diane Arbus, Hiro, Lee Friedlander, Lucas Samaras y Bruce Davidson, entre otros. Gideon Lewin, que no había sido invitado a participar en las jornadas, acabó siendo el autor del proyecto más interesante gracias a su idea de colgar una cámara en el techo, justo encima de la mesa de trabajo, para captar imágenes de aquel simposio que, en palabras de Mastroianni, “sentó las bases de lo que fueron los años posteriores de la fotografía en Norteamérica”.

Máscaras y Beatles

Merecen también especial atención los últimos retratos que Lewin hizo de Richard Avedon. En uno de ellos, el genio neoyorquino aparece con aspecto inusualmente sombrío ante una imagen de su padre, que había muerto de cáncer en fecha muy reciente. En otro, oculta su rostro detrás de una máscara de sí mismo. “En 1970, para celebrar el éxito de una exposición en el Minneapolis Institute of Art, se me ocurrió hacer 75 máscaras de papel con la cara de Richard y repartirlas entre los invitados a la fiesta –explica Lewin-. Cuando él entró en la sala y vio aquello, se puso furioso. “Sabes que no me gustan las sorpresas. No vuelvas a hacer algo así jamás”, me dijo. Llegué a pensar que iba a perder mi trabajo. Algunos años después, fue él mismo quien me sugirió que le hiciera un retrato con la máscara”.

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Avedon, ante un retrato de su padre. / Gideon Lewin

Además de todo ese ‘making of’ del trabajo de Avedon captado por Gideon Lewin entre bastidores, la exposición de FotoNostrum incluye 13 fotografías originales del maestro procedentes de la colección privada de Joanna Mastroianni. Entre ellas, destacan por su altísimo valor icónico los cuatro retratos individuales de los Beatles que Richard Avedon hizo en agosto de 1967 para la revista ‘Look’ y que Lewin se encargó de solarizar en color a fin de darles un aire inequívocamente psicodélico. “En aquella época, en la que no existía Photoshop ni los ordenadores, un trabajo como ese había que hacerlo a ciegas, confiando en la intuición –relata-. Yo invertí en ello unos tres meses antes de conseguir un resultado aceptable”. El resultado fue algo más que aceptable y alcanzó la validación definitiva cuando en el año 2000 las imágenes fueron incorporadas al diseño del disco ‘1’, una recopilación de éxitos de los Beatles que fue el álbum más vendido en todo el mundo en la primera década del milenio.