Festival Grec

'The B-Side': el folklore de la represión

La compañía Wooster Group vuelve a Barcelona con una lectura musical que reflexiona sobre las raíces del racismo en los Estados Unidos.

the b-side

the b-side / Bruce Jackson

Manuel Pérez i Muñoz

Manuel Pérez i Muñoz

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Estados Unidos cuenta con la tasa de encarcelamiento más alta del mundo (2 millones de personas) y se calcula que cerca del 40% de la población reclusa es afroamericana, cuando esta minoría supone un 13% de los habitantes totales del país. El dato presente es importante para poder trazar la multiplicidad de líneas paralelas que plantea la nueva visita del Wooster Group al Festival Grec. La fórmula no es nueva en su trayectoria: utilizar un disco antiguo en una lectura escénica en directo. Teatro verbatim musical en que los intérpretes se transforman en cantantes-médiums de una ceremonia de reconstrucción. El actor Eric Berryman, fascinado por el mecanismo, propuso un nuevo espectáculo a la fundadora de la emblemática compañía, Kate Valk, y esta aceptó dirigirlo. Así lo explica al inicio del espectáculo.

'The B-Side' pivota sobre 'Negro folklore from Texas State Prisons', una grabación de 1965 en la que escuchamos a los reclusos afroamericanos de una prisión texana. Una época en que los trabajos forzados aún eran moneda corriente en las cárceles segregadas. El disco se compone fundamentalmente de canciones de trabajo con una escalofriante continuidad con los ritmos de la época esclavista, contexto tal vez no tan diferente al siglo XX. Berryman recrea a capela los temas con penetrante acierto y técnica, acompañado por dos cantantes más que dan la réplica y el contrapunto. Para describir mejor esa realidad, la lección se acompaña de citas del libro 'Wake Up Dead Man: Hard Labor and Southern Blues', de Bruce Jackson, el folclorista que coordinó la grabación original. Un artefacto escénico en realidad muy sencillo, mitad concierto, mitad conferencia performativa, pero en la simpleza de la combinación está el acierto.

Nos adentran poco a poco en un universo de letras que reflejan la pobreza extrema de una sociedad que se expresa a través del blues. La melancolía de la música negra dibuja paisajes del hambre, de un racismo extremo. Composiciones como 'T.B. Bees' recuerdan la presencia amenazadora de la tuberculosis en los presidios. La brutalidad de la carga de trabajo y los malos tratos se llevaban a muchos por delante. Con 'Rattler' aparecen las imágenes aún presentes de la caza del hombre huido. O las raíces de rebeldía y resistencia de 'Just Like a Tree Planted by the Water' que aquí nos llegó como la melodía del Barco de Chanquete. Un ritual de escucha y homenaje, un contexto quizás no tan lejano al presente estadounidense que se puede completar en casa con la escucha del álbum original.

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