'The B-Side', la música como escapatoria

Espirituales y canciones de trabajo que integran el folk norteamericano recalan en el Grec con 'The B-Side: Negro folklore from Texas state prisons', espectáculo teatral de la veterana compañía neoyorquina The Wooster Group, que tiene a Willem Dafoe como uno de sus fundadores. El montaje recupera una parte de historia de EEUU a través de canciones 'a capella', creaciones populares de transmisión oral interpretadas por prisioneros negros condenados a trabajos forzados que se aferraban a ellas para sobrevivir entre rejas. 'Negro folklore from Texas state prisons', el disco grabado en 1965 por el folclorista Bruce Jackson es la base del espectáculo junto al libro 'Wake up dead man: hard labor and southern blues', del mismo Jackson, que sirve para poner en contexto las piezas. El teatre Lliure de Montjuïc acoge la propuesta de miércoles a viernes.

El disco cuenta con 14 'tracks' entre los que destaca 'Like the tree planted by the water' que se hizo famoso como himno del movimiento de los Derechos Civiles con otro nombre: 'We shall not be moved'. No solo canciones también historias poéticas aparecen en el disco que los propios actores interpretan mientras lo escuchan con auriculares. Reproducen todo lo que aparece en él, incluso las toses. "No se trata de un mero 'karaoke'", apunta Kate Valk, directora del montaje y miembro fundadora de la prestigiosa compañía donde han trabajado, entre otros, actrices como la oscarizada Frances McDormand que ha participado en varios de sus montajes, entre otros 'Early shaker spirituals: a record album interpretation'.

Los actores no utilizan un vestuario especial, van con ropa actual. Sí utilizan pantallas con imágenes que ayudan a revivir la época de segregación racial. "Vemos a esos hombres sin necesidad de fingir o tratar se representarlos. Su espíritu se hace presente en la sala a través de esta música y los actores. Ellos hacen que aflore el pasado e invitan a reflexionar sobre él", ha destacado la directora que en escena cuenta con Jasper McGruder, Philip Moore y Eric Berryman. Este último es un coleccionista de vinilos, especialmente de blues y jazz a cuya colección pertenece el disco en el que se basa el espectáculo. Lo estrenaron en 2016, "un día después de la elección de Trump" y mucho antes del movimiento Black Lives Matter, recuerda Berryman, un tipo curioso que calza alpargatas. "Son iguales a las que llevaba Dalí", apunta orgulloso.

'The B-Side' no persigue ser una "exhibición del dolor negro", señala la directora. Lo más impresionante para ella es descubrir "la belleza, la riqueza del folclore y la alegría que paradójicamente surge en un contexto difícil".