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La Perla 29 revalida en el Teatre Grec su pasión italiana con '28 i mig'

El montaje recala dos días en el anfiteatro de Montjuïc después de haber pasado por el Théâtre National La Colline de París

28 i mig

28 i mig / David Ruano

Elena Hevia

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La querencia italiana de la compañía La Perla 29 es incontestable. Sea por el apellido de su director, Oriol Broggi (el origen es lombardo) o por mero amor al arte, La Biblioteca , su cuartel general, ha albergado a lo largo de sus 20 años de existencia algunas de las mejores obras de Eduardo de Filippo o Ettore Scola y ha traslucido en muchos de sus montajes un declarado amor a la escena italiana  más popular. Así que no es raro que hace una década, cuando La Perla 29 cumplía 10 años, decidieran abordar un autohomenaje utilizando los mimbres de la película ‘Ocho y medio’, en la que Federico Fellini hacía un balance personal y profesional de su trayectoria con su habitual imagineria cargada de circo, magia, erotismo grotesco, recuerdos, imágenes exuberantes y, claro, la música festiva y evocadora de Nino Rota.

Lo que hizo La Perla con ‘28 i mig’ (un guiño felliniano a la obra maestra) en el 2013 fue trasladar los momentos estelares de su historia a esa  estructura en un espectáculo de creación propia que se convirtió en uno de los ‘highlights’ de su trayectoria. Que el espectáculo recuperado y puesto al día llegue ahora al Teatre Grec este lunes y martes es fruto de su estreno la pasada primavera en el Théâtre National La Colline de París, que dirige Wajdi Mouawad, donde estuvo durante un mes en la programación. “Es una excusa para hablar de lo que somos”, explica Broggi, al tiempo que establece las diferencias entre el espectáculo original y el actual: “En aquel había mucho circo y ahora no tenemos aquellos artistas y hemos optado por presentar más música en directo”. Del reparto original solo se mantienen Xavier Boada, Màrcia Cisterio, Clara Segura y Montse Vellvehí, a los que ahora se añaden Laura Aubert, Guillem Balart, Blai Juanet. La interpretación musical corre a cargo de Joan Garriga, Marià Roch y Marc Serra mientras que el verdadero estrellato se lo lleva un caballo que ya es un veterano intérprete de La Perla, porque ha aparecido en otros montajes.

Como Mastroianni

Otro de los signos distintivos es el protagonismo (si se puede decir así en un montaje tan coral) del actor italiano Enrico Ianniello, que aquí encarna a un sosias de Marcello Mastroianni, en este caso un director de escena: “Paradójicamente me formé como actor con Vittorio Gassman y ha tenido que ser en Barcelona donde me he acercado a Mastroianni y a Eduardo de Filippo, que no pueden estar más alejados como intérpretes de Gassman”, explica.

Lo que verá el espectador es una explosión colorista  de imágenes fellinianas que según Broggi pueden definirse como “una gran fiesta muy profunda”, con un sustrato intelectual por debajo de la fanfarria. “Básicamente, esta es una obra sobre la inquietud del artista y sus fantasmas que se concreta en una obra de arte”, define Ianiello que durante el espectáculo utilizará tanto el italiano como el catalán. La banda sonora firmada por Joan Garriga, “una mezcla de ritmos italianos con flamencos”, no podrá prescindir de algunas notas de Nino Rota que rápidamente trasladan al espectador al universo del director de 'Amarcord'.

La complicación de este nuevo ‘28 i mig’ es su adaptación al escenario del Teatre Grec, ese espacio difícil tan querido como temido. “La obra se estrenó en La Biblioteca que es lugar magnífico al que tenemos tomadas muy bien las medidas –dice el director-, llevarlo al aire libre supone estudiar muy bien qué es lo que debemos hacer. Decía Peter Brook, que se nos acaba de ir, que poner elementos en un escenario es fácil pero sacarlos ya no tanto y en este montaje no paran de entrar cosas a escena”. El recuerdo de Brook, todo un referente generacional para Broggi, se une en la conversación con uno de esos momentos fundamentales en su vocación: el verano de 1984 que sus padres le llevaron ver el legendario ‘Una noche con Vittorio Gassman' en el mismo espacio al que regresa su particular ‘Viva l’Italia’: el anfiteatro de Montjuïc.