Obituario

Muere James Caan, legendario Sonny Corleone de 'El padrino'

Cinco películas fundamentales de James Caan

El actor, fallecido a los 82 años, representó a la perfección el modelo del nuevo cine hollywoodiense de los 70 y 80.

James Caan

James Caan / Age FotoStock

Quim Casas

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Sonny Corleone, el hijo mayor de Don Vito, en ‘El padrino’ (1972). Mississippi, el joven con chistera que maneja como nadie el cuchillo en ‘El Dorado’ (1966), wéstern entre cómico y crepuscular de Howard Hawks. Axel Freed, el personaje vagamente inspirado en la novela de Dostoyevski en ‘El jugador’ (1974), obra maestra del Nuevo Hollywood dirigida por Karel Reisz y escrita por James Toback. Jonathan E., uno de los que practican en un futuro distópico el juego hiper-violento que da título a ‘Rollerball’ (1975). Mike Loden, el espía traicionado por su mejor amigo en ‘Aristócratas del crimen’ (1975) de Sam Peckinpah. Frank, un tipo capaz de reventar cualquier caja fuerte en ‘Ladrón’ (1980), el primer largometraje de Michael Mann. Paul Sheldon, el novelista secuestrado por su mayor fan en ‘Misery’ (1990), adaptación del libro de Stephen King.

Hay bastantes personajes más, pero estos definenbien el estilo –y la importancia en el cine estadounidense de los años 70, 80 y 90– de James Caan, actor fallecido este jueves a los 82 años. No hay quien defina mejor esa época junto a Al Pacino –su hermano en ‘El padrino’–, Robert de Niro y Robert Duvall. Con este fraguó una gran y olvidada sociedad. No solo fue el amigo íntimo que le traicionaba y le disparaba en ambos codos y rodillas en ‘Aristócratas del crimen’, sino que juntos protagonizaron la primera película importante de Francis Ford Coppola, ‘Llueve sobre mi corazón’ (1969), Caan como un chico con problemas mentales y Duvall en la piel de un policía motorizado. Coppola lo tuvo meridianamente claro cuando se puso al timón de la saga de los Corleone: impuso a Caan como el expeditivo y expansivo Sonny, masacrado a balazos en un peaje de la autopista, y a Duvall en el papel del ‘consigliere’ Tom Hagen, el hombre de las finanzas de la la familia Corleone.

Interpretaciones expansivas

Con alguna que otra excepción, las interpretaciones de Caan fueron igual de expansivas a lo largo de su dilatada carrera, una trayectoria quizá menos reconocida de lo que deberíamos. Nacido en 1940 en el Bronx neoyorquino, de familia judía, Caan voló rápido hacia otras latitudes culturales y artísticas. Tras pasar por los escenarios teatrales independientes, consiguió al despuntar la década de los 60 en pequeños papeles en series televisivas como ‘La ciudad desnuda’, ‘Los intocables’, ‘Hazañas bélica’', ‘Alfred Hitchcock presenta’ y ‘Caravana’.

Aparecería fugazmente en ‘Irma la dulce’ (1963), de Billy Wilder, pero su principal valedor, cuando no descubridor cinematográfico, sería Howard Hawks, habituado a buscar intérpretes jóvenes para colocarlos al lado de veteranos como John Wayne. Así fue en ‘El Dorado’, wéstern en el que, a aparte de manejar el cuchillo con pericia, Caanrecitaba poemas de Edgar Allan Poe. Pero ya antes, Hawks le había dado su primer papel importante en ‘¡Peligro… línea 7000! (1965), en el que interpretó a un piloto de coches de carreras.

Con Lars von Trier

Coppola fue su siguiente valedor, y con él encarriló Caan definitivamente su trayectoria en aquel Nuevo Hollywood que socavaba los cimientos del Hollywood anterior. A pesar de su vehemencia y querencia por personajes físicos, instintivos, a veces primarios, Caan era muy dúctil. Podía protagonizar dramas como ‘Permiso para amar hasta medianoche’ (1973), en el que asumió el papel de un marinero enamorado de una prostituta alcoholizada y con un hijo mulato, o ‘Una extraña pareja de polis’ (1974), una ‘buddy movie’ mano a mano con Alan Arkin (habrían sido perfectos en una versión ochentera para el cine de ‘Starsky y Hutch’).

Llegó a interpretarse a sí mismo en ‘La última locura’ (1976), el tributo cómico de Mel Brooks al cine mudo. Formó pareja con Elliot Gould en ‘Harry y Walter van a Nueva York’ (1976), sobre dos artistas de vodevil, y engrosó el multi-reparto internacional del filme bélico ‘Un puente muy lejano’ (1977). Encarnó a un cowboy indómito en ‘Llega un jinete libre y salvaje’ (1978), junto a Jane Fonda, y repitió con Coppola en ‘Jardines de piedra’ (1987). Abogado estrambótico en ‘Dick Tracy’ (1990) y líder mafioso en ‘La otra cara del crimen’ (2000). Lars von Trier se lo ganó para la causa experimental de ‘Dogville’ (2003). Apareció en un episodio de la nueva versión de ‘Hawai 5-0’ (2019-2020), pero era un guiño familiar: uno de los protagonistas de esta serie es su hijo, Scott Caan. En 1980 dirigió ‘Por justicia propia’.Había terminado ‘Gun monkeys’, en fase de posproducción. Solo lo nominaron al Oscar por ‘El padrino’, sin recompensa. Un pedazo de actor ‘oldschool’.

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