Crítica de libros

'Lilinne i les bombolles de sabó', de Jordi Estrada: la sobrina liberada de Flaubert

El traductor y escritor recupera una anécdota real para vestir una intriga de época con cadáveres incluidos

Jordi Estrada Carbonell, autor de Lilinne i les bombolles de sabó

Jordi Estrada Carbonell, autor de Lilinne i les bombolles de sabó / EDUARD VEGA

Valèria Gaillard

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La novelista norteamericana Willa Cather (1873-1947), autora de títulos como 'Uno de los nuestros' o 'Pioneros', dedicó un volumen de memorias a Caroline Franklin Grout, a quien conoció en un hotel de Aix-les-Bains en los años 30 del siglo pasado. Franklin Grout no es otra que la sobrina de Gustave Flaubert, y Cather hizo su retrato ('La nièce de Flaubert') revelando que aquella viejecita con quien tuvo la suerte de coincidir era una mujer sorprendente y fascinante. 

Criada por su tío escritor después de que su madre falleciera en el parto y su padre perdiera la razón, Caroline escribió dos volúmenes de recuerdos de su ilustre pariente —'Souvenirs intimes' (1886) y 'Heures d’autrefois' (1926)—, publicados por primera vez en 1999. La cuestión es que los biógrafos están de acuerdo en que Flaubert la quería como a una hija y que sufrió por su matrimonio con Ernest Commanville, marcado por los problemas financieros. 

Jerarquía de clases

El escritor i traductor del italiano Jordi Estrada (Manresa, 1958), Premio Amat-Piniella el 2012 con 'Rius paral•lels', y autor de varios relatos recogidos en 'De tot cor' (2012) y 'Tot és posible' (2014), toma a Caroline como la protagonista de la novela 'Lilinne i les bombolles de sabó' (Edicions de 1984). Se basa en la estancia de Flaubert con su sobrina en Bagnères de Luchon durante el verano de 1872. Pero este dato es solo el punto de partida de una historia que recrea el ambiente 'fin-de-siècle' en un balneario francés de los Pirineos, y una sociedad con una jerarquía de clases bien definida, así como el lugar que ocupa en ella la mujer.

Estrada recupera esta anécdota para vestir una intriga con cadáveres incluidos (detrás de la fachada de la aristocrática localidad hierven las pasiones) que sirve de excusa para explorar el personaje de Caroline, Lilinne para Flaubert. No estamos ante una novela histórica, pues, sino una ficción que orbita alrededor de un tema flaubertiano -los amores prohibidos y su marco de posibilidad- y que incluye de paso una reflexión sobre la relación de los literatos con la realidad

Infidelidad y culpabilidad

Lilinne es una mujer liberada al estilo George Sand, amiga de Flaubert, con talento artístico como pintora, desgraciada en su matrimonio con Ernest Commanville, y que encuentra la felicidad en los brazos de otra mujer. En este sentido, la novela hace hincapié en temas como la infidelidad y la culpabilidad, enfocados desde un punto de vista muy actual. En las relaciones que mantiene con su tío -un solterón cargado de manías que no ha superado la muerte de su madre-, Lilinnese se muestra maliciosa y perspicaz, y será ella quien finalmente desenmarañe un misterio que sacude la localidad.

Amantes de Flaubert

A pesar de algunos anacronismos evidentes -¿a finales del siglo XIX se comía mézclum y se llevaban gafas de sol?-, Jordi Estrada ha desplegado con una prosa ingeniosa y fecunda el mundo cerrado de un balneario, con personajes que se cruzan en un hotel durante el periodo vacacional, un momento propicio para salir de la cotidianidad y vivir experiencias distintas. Una lectura fresca también de verano que apreciarán los amantes de Flaubert, puesto que hay varios guiños relacionados con su obra, siempre que no busquen en ella una biografía. 


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