Entrevista

Bernard Minier: "La humanidad padece una pulsión autodestructiva que no se arreglará"

El autor francés de novela negra presenta 'Hermanas', nueva entrega del policía Martin Servaz, al tiempo que en Francia estrena serie ambientada en España

Bernard Minier, en una imagen de archivo.

Bernard Minier, en una imagen de archivo. / BRUNO LEVY

Anna Abella

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Aparece el rostro de Bernard Minier (Béziers, 1960) en la pantalla. Tras él, sobre un estante de su estudio de Montfort-l'Amaury, una calavera. ¿Real? "Está prohibido tener calaveras en las casas…", dice en perfecto castellano y con sonrisa traviesa este francés de madre española, criada hasta los ocho años en el Alto Aragón, que admite que su casa es como "un gabinete de curiosidades" donde no faltan coleópteros de Filipinas y libros antiguos.

De joven fue estudiante de Medicina y, durante 25 años, trabajó como inspector de aduanas en el Pirineo. Debutó en el 'noir' con 50, en 2011, con ‘Bajo el hielo’, creando una serie ambientada en la zona de Toulouse y protagonizada por el culto policía Martin Servaz, lector y melómano amante de Mahler. Acaba de llegar a librerías la quinta entrega, ‘Hermanas’ (Salamandra), que transcurre en dos tiempos, en 2018 y en los 90, revelando los inicios de su personaje como inspector novato, su matrimonio fracasado y el suicidio de su padre. "Decía Camus que solo hay una cuestión importante: ¿vale la vida la pena de ser vivida?", cita.  

Las hermanas del título, Ambre y Alice, son halladas asesinadas y vestidas de primera comunión. Eran universitarias, fans obsesivas de Erik Lang, un famoso autor de escabrosas novelas negras subidas de tono. Es el primer caso de Servaz, quien 25 años después, ya veterano, investiga la muerte de la esposa del escritor.

La obsesión del fan

Leyéndole es imposible no pensar que Minier ha sufrido el acoso de algún que otro lector a lo ‘Misery’ de Stephen King. "La mayoría de los míos son personas normales, aunque hay quien vuelve festival a festival y ves que se interesa quizá demasiado por ti. Pero hablando con otros escritores sí que algunos han tenido experiencias traumáticas con fans violentos, como uno que fue amenazado por el marido de una mujer que se había enamorado de él. Se explica porque con nuestras novelas entramos en los hogares de la gente y la lectura crea un vínculo único. El lector rellena los huecos que el autor deja en la novela y se la hace suya. Es el poder de las palabras, ya lo decía Napoleón: ‘La pluma es más potente que la espada’. Hay maridos que me dicen: ‘Mi mujer pasa la noche con usted conmigo al lado’…”, leyendo, claro… 

El escritor francés Bernard Minier.

El escritor francés Bernard Minier. / EMANUELE SCORCELLETTI

Suelta Minier otra anécdota. "Yo ahora vivo al lado de un bosque y escribí ‘Hermanas’ antes de saber que mi vecina era fan mía, que tiene dos hijas que se parecen mucho a las de la novela y que una también se llama Ambre, un nombre poco común en Francia. Se llevó un buen susto", asume. "Quería hablar de la adolescencia, una edad muy frágil, de la atracción irresistible de las jóvenes por la oscuridad, las tinieblas, la maldad, el morbo o la perversión, que son como la luz para las mariposas, que acaban quemándose. Tiene que ver con la transgresión de los dogmas de los padres, con la superación de sus miedos y la necesidad de ser reconocidas". En la ficción se topan con "un escritor brillante e inteligente, pero arrogante, cínico y retorcido, que las manipula", y que es el perfecto "antagonista" de Servaz. 

Ambos se ven las caras en sendos interrogatorios que evidencian "cómo han cambiado las cosas en 25 años, sobre todo en la policía. Voy a comisarías y he hablado con comisarios que están a punto de jubilarse y que te explican que antes era muy distinto. Hoy ya no se puede dar de hostias a un interrogado como entonces -afirma-. Y también ha evolucionado la investigación: en los 90 no había teléfonos móviles ni cámaras de vigilancia, ni pruebas de ADN. Vengo de un siglo en que no había toda la tecnología actual y miro el siglo XXI de forma distinta a la de los jóvenes. El abismo entre generaciones es mucho mayor". Lo que no ha cambiado, añade, es la corrupción. "Existe a todos los niveles y es difícil de combatir porque todo ser humano tiene un precio".           

La corrupción es difícil de combatir porque todo humano tiene un precio

"El ‘thriller’, por definición, debe provocar miedos. Y el lector sabe que cuando cierra el libro desaparecen. Pero otros miedos, como el miedo al futuro, siguen ahí", lamenta el autor, quien no evita en sus novelas destilar sus preocupaciones y se pregunta si "la humanidad se ha vuelto loca o siempre había sido así: chiflada, arrogante y autodestructiva". "Hoy hablamos de la posibilidad de una guerra nuclear, somos más autodestructivos que nunca, como con el clima. La humanidad padece una locura y una pulsión autodestructiva que temo que no se arreglará. Internet y las redes sociales abrieron la caja de Pandora y esas fuerzas oscuras que pensábamos que habían desaparecido son más fuertes que nunca: miles de pedofilias, machistas, fachas, negacionistas del cambio climático, terraplanistas...", enumera.  

Trama en España con una guardia civil

En Francia, Minier acaba de publicar ‘Lucía’ (aquí llegará en 2023), ambientada en España, entre Salamanca, Segovia y Aragón, y protagonizada por una guardia civil divorciada y con tatuajes, con una portada que recuerda a la Lisbeth Salander de Stieg Larsson. "Me encanta ese personaje, pero es casualidad", asegura. En un ambiente universitario se enfrentará a un asesino en serie que mata inspirándose en la pintura del Renacimiento. "Quería mostrar cómo ha cambiado España desde los 70, cuando la visité por primera vez, y destacar la lucha contra la violencia machista, en la que en Francia vamos más atrasados y no tenemos Ministerio de Igualdad". Quiere derribar, recalca, "los clichés del turismo y la caricatura de España que la gente tiene en la cabeza".    


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