Obituario

Muere Julee Cruise, la voz éterea de 'Twin Peaks'

Fallece a los 65 años la cantante que puso pop soñador a las bandas sonoras de la mítica serie de David Lynch, así como de 'Terciopelo azul'

Julee Cruise, en 'Twin Peaks'

Julee Cruise, en 'Twin Peaks' / EPC

Quim Casas

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La carrera de Julee Cruise ha estado asociada a David Lynch. Él la descubrió y produjo sus primeros discos tras convertirla en una de las presencias recurrentes en el bar fronterizo de la serie ‘Twin Peaks’. Cruise será recordada sin duda por su peculiar voz, somnolienta, espacial y soñadora, pop vintage y moderno a la par, y por el papel que jugó en el imaginario audiovisual del director de ‘Corazón salvaje’.

Debutó en ese particular universo en 1986, contribuyendo a la banda sonora de ‘Terciopelo azul’. Tenía entonces 30 años. Hoy, la pareja de Cruise, el escritor Edward Grinnan, comunicó en Facebook su fallecimiento, a la edad de 65 años. Según relató a la emisora NPR, Cruise se suicidó tras haber luchado contra "el lupus, la depresión y la adicción al alcohol y las drogas" en el pasado.

Más que Lynch, la descubrió Angelo Badalamenti. Andaban ambos, cineasta y compositor, enfrascados en la banda sonora de ‘Terciopelo azul’. Lynch necesitaba una voz femenina particular y Badalamenti conocía a Cruise de algunos espectáculos alternativos de Broadway.

Lynch quedó inmediatamente prendado de su estilo y escribió la letra de uno de los temas principales de la película, el resonante ‘Mysteries of love’. Badalamenti hizo los arreglos y Cruise puso esa voz que nos transporta al pop y a la música cinematográfica de los años 50, la década emblemática para Lynch.

El director empezó entonces a ejercer de algo parecido a un moderno Pigmalión. Él y Badalamenti compusieron, arreglaron y produjeron el disco de debut de la cantante, el fascinante ‘Floating into the night’ (1989), que incluía contagiosos estribillos pop como el de ‘Rockin’ back inside my heart’, la toma de ‘Mysteries of love’ y la envolvente ‘Falling’, utilizada inmediatamente en la banda sonora de ‘Twin Peaks’ (1990-1991) junto a otras dos piezas del álbum, ‘Into the night’ y ‘The nightingale’.

Ideario lynchiano

Además de componer y producir, Lynch se encargó de la dirección artística y fotos del disco, convirtiendo a Cruise en un ángel rubio con los zapatos de la Dorothy de ‘El mago de Oz’. Cruise aseguró en una ocasión que se transformó con estos trabajos en una Doris Day de Neptuno. Ese era el claro ideario lynchiano, refrendado con la participación del trío en ‘Hasta el fin del mundo’ (1991), fábula futurista de Wim Wenders: Cruise, Lynch y Badalementi aportaron una sedosa versión de ‘Summer kisses, Winter tears’, canción grabada por Elvis Presley en 1965.

El ‘dream-pop’ que desarrolló esta unido, en brillante colisión, a esa visión perversa y oscura que siempre ha tenido Lynch. Como actriz había aparecido en algunos telefilmes de los primeros 80, pero dejó pronto de actuar para cantar, o para actuar cantando. Apareció en varios episodios de ‘Twin Peaks’ en el club Roadhouse, repitiendo el papel en la película ‘Twin Peaks: Fuego camina conmigo’ (1992) y, en emotivo reencuentro, en el penúltimo episodio de ‘Twin Peaks: The return’ (2017), así como en la 'performance¡ filmada en vídeo ‘Industrial symphony nº 1’ (1990).

Lynch y Badalamenti volverían a estar detrás de su segundo disco, ‘The voice of love’ (1993), otro festival de ‘dream-pop’ y ‘smooth jazz’, pero ya se desligó de ellos, componiendo su propio material, en el tercero, ‘The art of being a girl’. Simplemente eso, el arte de ser una chica (emancipada de sus tutores musicales).

Su carrera posterior aportaría nuevos estilos. Tocó con el músico turco-alemán de ‘house’ Khan; con Kid Congo Powers, ex guitarrista de The Cramps, The Gun Club y los Bad Seeds de Nick Cave, y registró un álbum de electrónica con DJ Dimitry, ‘My secret life’ (2011). Entre 1992 y 1999 giró con The B-52’s substituyendo a la cantante Cindy Wilson, un trabajo que, por voz, ‘look’ y actitud, le venía como anillo al dedo.

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