Política cultural

Barcelona crea una residencia para escritores junto al lecho de muerte de Verdaguer

Vil·la Joana, en Collserola, se reestructura para albergar habitaciones donde autores no locales puedan trabajar y crear con tranquilidad

Quinta Vil.la Joana

Quinta Vil.la Joana

Elena Hevia

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Para la creación se necesitan tranquilidad y silencio y si estos vienen acompañados de belleza, tanto mejor. Así que no puede ser más idónea la propuesta del Institut de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona de crear la que será la primera residencia para escritores que tenga Barcelona, una iniciativa muy popular en Francia y Estados Unidos pero (a excepción de la de Olot) prácticamente inexistente aquí.

Vil·la Joana, en Collserola, último refugio de Mossen Cinto Verdaguer (allí, en el museo, muestran la cama en la que murió el ínclito), alojará a tres autores extranjeros durante un mes, en este caso el escritor australiano de no ficción Ronnie Scott, la autora de cómic lituana Miglé Anusauskaitè y la escritora italiana Viola di Grado. Trío, ganador de las becas Montserrat Roig, que podrá disfrutar de la concentración y el aislamiento. Aunque la sensación de que el trajín barcelonés queda muy lejos queda compensada por los cinco minutos que se tarda en llegar a la estación de los Ferrocarrils de la Generalitat.

Montserrat, al fondo

Las funcionales habitaciones de la residencia, situadas en la segunda planta del edificio y recién reformadas para la ocasión, tendrían algo de monacal, si los monjes pudieran disfrutar de un cuarto de baño propio, una bonita zona comunitaria con cocina incluida y una magnífica terraza para contemplar tanto el 'skyline' de Barcelona como el perfil de Montserrat. Concebido de momento como una prueba piloto, el espacio será ocupado por ahora durante un mes desde el próximo 6 de junio, para más tarde regirse a través de un concurso cuando el proyecto se consolide.

Una de las habitaciones de Vil.la Joana destinadas a los escritores.

Una de las habitaciones de Vil.la Joana destinadas a los escritores. / Icub

Lejos quedan propuestas como la que la Institució de les Lletres Catalanes promovió alrededor de los fastos olímpicos del 92 y que trajo a varios autores de renombre a Barcelona durante unos meses. Siri Hustvedt recibió una de estas becas e incluso durante un tiempo le acompañó su marido, Paul Auster. Otro norteamericano, David Leavitt, dedicó más tiempo a la por entonces menos masificada vida nocturna de la ciudad que a la escritura, aunque de esa estancia naciera una de sus novelas más polémicas, ‘Mientras Inglaterra duerme’, que tuvo que enfrentarse a la acusación de plagio de las magníficas memorias de Stephen Spender, por el veterano autor británico.  

Más desconocidos

El perfil de los residentes de Vil·la Joana no es tan mediático -escritores de la red de ciudades literarias de la Unesco, traductores interesados en autores de Barcelona, autores con los que sea posible establecer un intercambio literario, así como profesores e investigadores literarios-, pero establece complicidades con los cuatro festivales literarios que se llevan a cabo en Barcelona y complementa el proyecto de Ciudad Literaria.

La residencia de Collserola se suma a otras iniciativas del ayuntamiento, que ha cedido cinco pisos de la promoción de Can Fabra para artistas residentes con capacidad para 15 personas. También se está ultimando otra residencia en la Casa Muñoz Ramonet para alojar tanto a artistas como a investigadores científicos. La previsión consistorial es que en los próximos dos años se pase de las cinco residencias existentes en la actualidad en las fábricas de creación a un total de 20 espacios.