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Nicola Pedrazzoli, el mercader de frecuencias

El empresario italiano que controla 8TV y aspira a gestionar las emisoras de SER Catalunya irrumpió en el negocio audiovisual catalán a finales de los 90 desde la televisión local de Sabadell

Nicola Pedrazzoli

Nicola Pedrazzoli / EPC

Rafael Tapounet

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Pocas trayectorias empresariales retratan con tanta desenvoltura la espesa red de favores personales y clientelismo político que ha gobernado en las últimas décadas el panorama audiovisual en Catalunya y España como la del trevisano Nicola Pedrazzoli, el hombre que, tal como desveló EL PERIÓDICO, pugna estos días por hacerse con la gestión de un puñado de emisoras de la cadena SER Catalunya.

Desde que aterrizó en la televisión local de Sabadell a finales de los años 90 hasta que asumió el año pasado el control de 8TV, Pedrazzoli se ha ido aliando con dirigentes políticos de uno y otro signo (desde el socialismo vallesano de Manuel Bustos y Pere Navarro hasta la Convergència protoindependentista de Artur Mas y David Madí, pasando por el PP andaluz en la época de Javier Arenas) con el único propósito de hacer negocio y ganar una influencia que le permita… seguir haciendo negocio.

Su caso no es, desde luego, único. Y probablemente esté lejos de ser el más obsceno. Pero sí es de los que están mejor documentados gracias a las conversaciones incluidas en el sumario del llamado Caso Mercurio, que condujo a la imputación (y condena) de Manuel Bustos, alcalde de Sabadell entre 1999 y 2012, por tráfico de influencias, entre otros delitos. Un botón de muestra: en un mensaje de texto enviado a la entonces ministra de Defensa Carme Chacón (fallecida en 2017), Bustos llegó a asegurar que Pedrazzoli estaba “en venta”: que no dudaba en poner sus televisiones al servicio de los políticos que le ayudaran. La carrera del empresario italiano sugiere que al menos en este punto el munícipe no mentía.

Aterrizaje en Sabadell

Nicola Pedrazzoli llegó a Catalunya antes de cumplir los 30 y después de haberse graduado en los entresijos del negocio audiovisual trabajando en la matriz italiana de Mediaset, la compañía fundada por Silvio Berlusconi. En 1998 adquirió la licencia de Canal 50, la televisión local de Sabadell, y revolucionó los contenidos imponiendo una afilada visión empresarial de la que carecían el resto de emisoras municipales de la época. Al poco tiempo, la programación de Canal 50 -que incluía tres horas diarias de MTV, series como ‘Médico de familia’ y una tertulia sobre asuntos del corazón con el nombre de ‘Latidos’- había logrado hacerse un hueco respetable entre la audiencia vallesana, lo que atrajo la atención del alcalde Bustos.

Entre el político y el empresario no tardó en forjarse una fecunda relación basada en el intercambio. Según denunció reiteradamente la oposición municipal ante el Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC), el ayuntamiento dirigido por Bustos regó generosamente con dinero público la tele de Pedrazzoli a cambio de controlar, por ejemplo, los contenidos del programa informativo ‘Sabadell Actual’, de pluralismo más que discutible.

La llegada de la TDT

Las ambiciones del ‘entrepeneur’ italiano desbordaban los límites geográficos de la comarca del Vallès y en 2005, asociado con el exdirector de Flaix TV Ferran Cera, puso en marcha Canal Català TV, un proyecto que agrupaba a diversas televisones locales privadas para hacer frente a la inminente llegada de la televisión digital terrestre (TDT), ese invento que supuestamente debía potenciar la información de proximidad y garantizar la pluralidad (‘spoiler’: salió mal).

Poco después de su nacimiento, Canal Català fue el gran beneficiado en el reparto de licencias de TDT que llevó a cabo el CAC (obtuvo 11 de las 12 a las que aspiraba). Pedrazzoli tenía claro que la vía más eficaz para atraer a la audiencia y ganar influencia era ir arrinconando la información local y apostar por una programación unificada y generalista con vocación comercial; entretenimiento ‘low cost’ que halló su más desacomplejada representación en la estridente tertulia ‘Catalunya Opina’, conducida con temple franciscano por el periodista y monje Carlos Fuentes.

Esta estrategia permitió a Canal Català aguantar en pie mientras a su alrededor la caída de los ingresos publicitarios derivada de la crisis de 2008 obligaba a numerosas teles locales a bajar la persiana. Pero Pedrazzoli quería más. Así, mientras por un lado tejía alianzas con David Madí y Artur Mas y ponía los platós de sus emisoras al servicio de la campaña convergente en las elecciones autonómicas de 2010, por otro presionaba a Bustos para que le facilitara el acceso al entorno del presidente de la Junta de Andalucía, el socialista José Antonio Griñán, a fin de impulsar en esa comunidad un nuevo canal privado llamado Metropolitan TV (su primera opción, el candidato del PP Javier Arenas, había sido derrotado en las urnas).

La "Intereconomía independentista"

Pedrazzoli también recurrió al alcalde de Sabadell cuando el CAC bloqueó durante meses el acuerdo al que el empresario italiano había llegado en 2011 con el Grupo Godó para alquilar el espacio que ocupaba RAC 105 TV, un proyecto que le hubiera permitido dar el salto a todo el ámbito catalán con "la primera televisión política de Catalunya". Las presiones y amenazas vertidas durante ese proceso -“a partir de ahora haré la guerra al partido socialista”- están bien documentadas en el sumario del Caso Mercurio. Finalmente, el CAC dio luz verde pero fue el Grupo Godó el que se echó atrás y frustró la operación, alarmado, según algunas fuentes, por la pretensión explícita de Pedrazzoli de convertir el Canal Català en “un Intereconomía independentista”.

Después de amagar con el cierre al no haber conseguido una frecuencia de alcance autonómico (cosa que sí había logrado en Andalucía, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Baleares y Murcia), el empresario alcanzó en 2014 un acuerdo con el grupo Hermes, editor de ‘El Punt Avui’, para alquilarle el canal. Al cabo de un tiempo, se trasladó a Estados Unidos.

Pedrazzoli se mantuvo algo apartado del campo de batalla del negocio audiovisual catalán hasta que en abril de 2020, una vez finiquitada con éxito más bien escaso la aventura de El Punt Avui TV, reapareció para anunciar la puesta en marcha de Teve.cat, algo así como una versión 2.0 del antiguo Canal Català. Fue entonces cuando el Grupo Godó le sondeó para saber si estaba interesado en adquirir 8TV, histórico canal que llevaba dos décadas acumulando pérdidas. En marzo de 2021, Pedrazzoli y sus socios (entre ellos, el abogado Borja García-Nieto, expresidente del Círculo Ecuestre) cerraron la compra no solo de 8TV sino también del multiplex de TDT por donde emiten Barça TV, Fibracat TV y Bom Cine. “Hay un nicho de mercado clarísimo para una televisión en catalán sin política”, proclamó el empresario italiano.

En esta ocasión, el CAC aprobó el expediente con bastante diligencia.

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