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Lildami: el rapero (y jurado de 'Eufòria') que se ríe de la testosterona del género

Afable miembro del jurado en el concurso de TV3, el músico de Terrassa ejerce de altavoz de la escena urbana en catalán

Lildami

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Núria Marrón

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Además de contribuir a la alfabetización de la generación post-zeta en la diversidad, el entretenimiento en catalán y algo tan 'vintage' como la cita familiar televisiva, el 'talent show' de TV3 'Eufòria' sigue adelante en su marcha triunfal por las noches del viernes con otro efecto colateral no menos curioso: haber investido personaje televisivo de la temporada a un tipo, Lildami (Damià Rodríguez; Terrassa, 1994), que hasta hace bien poco apenas se le conocía más allá del circuito de música urbana.

Y ahí tienen cada viernes al rapero de Terrassa –familiar ya para el gran público desde el 'rere-país' hasta el área metropolina– ejerciendo desde el jurado como una especie de antítesis del papel que ejecutó Risto Mejide en 'Operación Triunfo'. Si el publicista perdonavidas creía que la inteligencia se mide en la capacidad de herir a chavales vulnerables, el rapero residente del 'talent' tira de empatía y una cierta afabilidad callejera. Incluso seguramente se ganó el favor de la franja sénior de la audiencia la noche que se deshizo en lágrimas cuando la 'iaia' de un concursante le hizo recordar lo que él quiere a sus abuelas.

'Beefs' antiviriles

Esa andanada al cliché del tipo duro no solo la ejecuta con sus uñas pintadas, sus gafas con forma de corazón y esa colección de pendientes que incluyen desde perlas Upper Diagonal hasta test de antígenos. También las canciones de este ingeniero de diseño industrial que ya lleva dos discos publicados ('Flors mentre visqui' y 'Viatge en espiral') huyen de esa competición desquiciada tan típica del rap y el trap en la que suman puntos las cicatrices, los dientes rotos, las facturas de rehabilitación y los Bugattis trucados. "Si yo no hablo de putas o drogas es porque esa no es mi vida", decía el músico cuando presentó su segundo trabajo, en el que introduce una 'havanera' en su ensamblaje de rap, trap, pop y reggaeton. "Creo que también es importante hablar de la vulnerabilidad de los hombres". Y es algo cansino, añadía, que algunos "estén todo el rato midiéndose" la virilidad. 

'Raras avis' también en el uso del catalán en la escena urbana, Lildami está en la sala de máquinas del festival Maleducats, que en julio llevará a Terrassa a figuras del ramo como Bizarrap, Wos, Beny jr, 31 FAM o Quevedo, último fenómeno urbano en explosión. "Si piensas que demasiada gente cree que la música que escuchas, el arte que admiras y tu forma de vestir están más cerca de la mala educación que de la buena, esto es tu casa", dice el lema del festival. Sin duda, el de Terrassa conoce bien el arte de las relaciones públicas.

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