Crítica de libros

'Bajo la dura luz' de Daniel Woodrell: un ‘country noir’ en Louisiana

El sello Sajalín recupera la primera novela del autor de ‘Los huesos del invierno’, que fue llevada al cine con Jennifer Lawrence

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Marta Marne

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René Shade es policía en la pantanosa ciudad de Saint Bruno, en Louisiana. Vive en el piso de arriba de la sala de billares que regenta su madre Ma Blanqui. Mientras él trata de mantener el orden en el lugar metiendo entre rejas a delincuentes y asesinos, su hermano mayor Tip se gana la vida sirviéndoles copas en el Catfish Bar, proporcionarles así un centro de operaciones; algo que a René le avergüenza ante sus compañeros en la comisaría por ser incapaz de evitarlo. Siempre intenta que lo vean desde un punto de vista racional: por encima de todo son vecinos, aunque también sean una amenaza para la sociedad. El pasado como boxeador de René es visible en las cicatrices de su cara y en los recuerdos de sus paisanos, que aprovechan para recriminarle de tanto en cuanto el haber perdido dinero años atrás apostando contra él.

Una noche, mientras la mujer y la hija del concejal negro Alvin Rankin están en el cine viendo ‘En busca del arca perdida’, a él le revientan la parte de atrás de la cabeza en el salón de su casa con un arma de fuego. Todo apunta a que Rankin conocía a su asesino, ya que el hallazgo del cadáver frente al televisor no sugiere ni sorpresa ni lucha. Aunque el alcalde prefiere calificarlo de intento de robo para cerrar el caso lo antes posible, las evidencias no dejan lugar a dudas de que se trata de un asesinato premeditado.

A pesar de que se puede vislumbrar al Woodrell de ‘Los huesos del invierno’ o de ‘La muerte del pequeño Shug’, se nota que estamos ante una primera novela por elementos como el exceso de adjetivación, descripciones con una longitud excesiva o un uso y abuso de los clichés del género. El lector también se debe tener presente que nos hallamos ante una obra escrita en 1986: los personajes femeninos no solo brillan por su ausencia sino que en las contadas ocasiones que aparecen tan solo sirven de florero. Suerte que años después de su puño y letra nació Ree Dolly que es una de esas brillantes protagonistas que dejan huella.

No obstante, nos encontramos ante un buen ejemplo de eso que se ha venido en denominar ‘country noir’. Una categoría del género negro que sirve como testimonio de una realidad que no solo está alejada por completo del asfalto sino que tiene sus propias reglas y códigos de honor. Las lealtades y el peso de la pertenencia a una localidad determina el destino de los personajes como si de un dictamen divino se tratase. Nadie parece tener posibilidad de redención, y en ocasiones esto les da la excusa perfecta para asumir el rol que la vida se empeña en asignarles. Es más cómodo, supone un menor esfuerzo, hacer aquello que el universo ha decidido disponer para ti en lugar de intentar luchar contra ello.

La trama de ‘Bajo la dura luz’ transcurre a lo largo de una sola noche, y este aspecto favorece a que la lectura de la novela sea rápida y ligera. No lo es tanto el trasfondo, que se encarga a cada rato de mostrarnos la indefensión de los ciudadanos si no pertenecen al estrato social correcto o si su color de piel se considera equivocado. Nadie, excepto René, parece estar dispuesto a solucionar las cosas ley mediante. Primera entrega de la Trilogía de los pantanos, una serie que promete darnos muchas alegrías lectoras.

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