Estreno

'Un nuevo mundo': la maldición del trabajo en el ultraliberalismo

El director francés Stéphane Brizé completa su 'Trilogía del trabajo' con esta película que aborda de qué manera la deshumanización se ha incrustado en el tejido empresarial

Vuelve a contar con Vincent Lindon como protagonista después de haber ganado el premio de interpretación en Cannes 2015 por 'La ley del mercado'

Vincent Lindon y Sandrine Kiberlain, en 'Un nuevo mundo'

Vincent Lindon y Sandrine Kiberlain, en 'Un nuevo mundo' / EPC

Beatriz Martínez

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En 2015 Stéphane Brizé estrenó en el Festival de Cannes 'La ley del mercado', película gracias a la que Vincent Lindon consiguió el premio a la mejor interpretación masculina en el certamen. En ella encarnaba a un hombre de más de cincuenta años al que le costaba mucho incorporarse a la rueda laboral después de haberse quedado en paro más de dos años. Su nuevo puesto le obligaba a posicionarse de una manera de lo más incómoda desde el punto de vista moral dentro de un entorno realmente viciado, miserable y despiadado. Y ahí empezaban las dudas.

Tres años más tarde llegaría 'En guerra', en la que el director abordó los recortes salariales desde el punto de vista sindicalista, también acompañado de Lindon. Precisamente fue durante ese rodaje cuando conoció a muchos ejecutivos y comenzó a charlar con ellos sobre los problemas a los que tenían que enfrentarse. Poco a poco se fueron abriendo y se dio cuenta de que todos terminaban hablando de lo mismo. ¿Cómo podían vivir con esa presión? ¿Cómo afectaba a sus vidas personales la toma de decisiones drásticas sobre el trabajo de los demás? Así surgió lo que ha terminado siendo la tercera parte de la ‘Trilogía del trabajo’, titulada 'Un nuevo mundo' y que se presentó en el pasado Festival de Venecia; por supuesto, con Vincent Lindon como protagonista. 

“Nunca tuve ningún plan a la hora de hacer estas tres películas. Supongo que una me llevó a la otra porque me generaba nuevos interrogantes, muchos planteamientos que me apetecía abordar”, cuenta Brizé durante su visita a Madrid para presentar la película. 

'Un nuevo mundo' comienza con las imágenes de las fotografías pasadas de una familia feliz para continuar con la escena de un divorcio. La pareja que formaban Anne y Philippe (Sandrine Kimberlain y Lindon, que también estuvieron casados en la vida real), se ha descompuesto, y todo por culpa del trabajo. Desde que a él le ascendieron a jefe de planta sus obligaciones le han absorbido tanto que, básicamente, ha terminado por desaparecer. En realidad, Philippe es consciente de su fracaso, pero también de que no ha podido hacer nada para evitar convertirse en un esclavo del sistema. “Ahora el trabajo te lo llevas también a casa. Todo gira alrededor de él en nuestras vidas. El tiempo de desconexión es cada vez menor, el cuidado a uno mismo y a los de su alrededor, también. Todo para que la máquina continúe bien engrasada. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por nuestra realización personal? ¿Sacrificaríamos incluso nuestro bien más preciado como es la familia?".

Stéphane Brizé pone a sus personajes al límite porque precisamente una de las cosas que más le interesa es abordar su humanidad. “En realidad no sé hasta dónde podemos llegar, pero tengo claro hasta dónde no me gustaría que llegara nuestra sociedad. Las decisiones políticas nos han llevado a una extrema precarización del trabajo. El Estado ya no nos protege, estamos a expensas del capitalismo, y esto provoca una extrema fragilidad que aprovecha la extrema derecha. Todos nosotros estamos contribuyendo a perpetuar un mecanismo confeccionado por el pensamiento liberal que fabrica su propio veneno”. En un determinado momento, el personaje de Lindon tendrá que elegir: devorar o ser devorado. Nuestro pan de cada día.

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